La libertad es tu legado,
Comprada con tu preciosa vida,
Lejos de casa y de la familia,
En guerras sabias e imprudentes.
Camino a la luz gracias a ti,
Enseño, escribo, hablo, pienso sin miedo,
Y nuestra bandera vuela libre sin tocar el suelo,
Faro de esperanza a través de los años.
Estoy orgulloso de nuestra bandera,
Mi mano sobre el corazón mientras canto,
Nuestro himno nacional,
Mientras mi voz se agrieta y los ojos lagrimean.
Siempre me emociono,
No de orgullo tonto y vacío,
Sino porque en ella veo,
Tu sacrificio conmovedor.
La libertad no viene de un deseo,
Ni la paz de las oraciones por sí solas,
Viene de soldados como tú,
Que desinteresadamente lo dieron todo.
Te llevo en mi corazón,
Todos los días de cada año,
La deuda que te debo no puede ser,
Paga con palabras ni con lágrimas.
Descansa en paz, amado muerto,
Que Dios te conceda honores debidos,
Hoy voy a enarbolar nuestra bandera,
Y en ella siempre te veré a ti.