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Tengo de criar un perro,
ya que en este mundo estoy.
No me importa lo que sea,
alano, galgo o bull-dog;
lo quiero para tener
un tierno y fiel queredor
que sonría con el rabo
cuando le acaricie yo;
para que me ofrezca todo
su perruno corazón,
y gruña a quien me amanece
y se alegre con mi voz;
y para si me da el coléra
y huyen de mi alrededor,
juntos, parientes y amigos,
que nos quedamos los dos:
yo, cadáver, como huella
de una vida que pasó;
él lanzado tristemente
sus aullidos de dolor.
Matías Soto Feb 21
Estoy con un libro y la brisa de compañía
mientras la vida susurra secretos al oído,
dejando que la brisa acaricie mis pensamientos
apreciando el presente y expresando mis sentimientos.

Vaya que es necesario sacarlo de adentro
liberarlo con un trazo que despierte sentimientos
a través de un lápiz, un pincel o el cuerpo en movimiento
si el alma lo pide, déjalo fluir sin freno.
Yorlan Jan 20
Tu cuerpo me habla,
y dice cosas muy bonitas.
Me implora que sea su dueño,
que lo sacuda, lo estremezca,
que lo muerda y lo bese.

Tu cuerpo me habla,
sobre tentaciones que nos llaman
a los placeres compartidos.
Me pide la brutalidad de la ternura
y la ternura de la violencia.
Quiere que lo azote con afecto,
que lo acaricie con rigor.

Tu cuerpo me llama y me invita,
a aquel instinto humano
de dibujarte con la boca;
a la supremacía de las caricias,
a la tortura de la lengua
que embelesa a los sentidos.

Tu cuerpo me habla,
y yo le escucho con mis manos,
respondiendo a cada orden
sediento por sus encantos.
Yorlan Aug 11
Búscate en mí
aunque no halla esperanza
en nuestras miradas ocultas.
Cuando el cielo esté oscuro
por las nubes que lo tapan,
o no veas las estrellas titilantes
que embellecen el pabellón celeste.

Búscate en mí
en cada recuerdo que guardas
en ese rincón de tu mente,
que no me olvida, ni puede,
pues en las cenizas del pasado
una llama sigue viva.
La veo arder en tus ojos.

Cuando no halles consuelo ajeno.
Si el frío te quema
porque no sientas calor
en los brazos de otro hombre.
Si la nostalgia te consume
como el agua que absorbe la tierra,
búscate en mí.

Cuando no sientas la pasión
que hecha sobredosis pude brindarte,
búscate en mí.
Pues siempre habrá
un pedazo de mi alma
que te recuerde, cristalina
como el agua fresca de los ríos,
y aún te quiera conmigo.

Seré la luz que acaricie tu cuerpo,
la lluvia que bese tu rostro,
el aire que mueva tu pelo.
Y cuando no sientas la luz,
la lluvia o el aire,
búscate en mí para que estemos juntos.

— The End —