Hoy estoy...
pensando sin pensar,
de dónde provengo //
y hacia dónde voy.
Mi corazón se entierra
en mi isla bella,
y llora //
al no saber si algún día volveré a tocar sus arenas o si jamás volveré a su suelo!
Pero yo sé
que las palmas me recuerdan,
porque aunque lejos...
¡yo soy raíz!
Y el canto del coquí //
en la distancia,
me canta y dice—
que aún yo pertenezco ahí.
Porque llevo en la piel
el sol de Borinquen,
en la mirada,
el azul de su mar,
en mis sueños,
sus calles de adoquines...
y en la risa
¡sus tambores!
¡repicando!
¡al sonar!