después de tanto tiempo con la puerta entreabierta
(discutiendo silenciosamente sobre quién lo iba a dejar),
la cerraste en mi cara.
& por fin tuve esa paz
en saber si esa puerta pudiera llevarnos a otro sitio
o dejarnos donde estábamos en la casa de lo conocido.
aunque cambiamos de opiniones
mil veces,
nuestras manos ya no agarran la manija.
no me importa
si pusiste el pestillo o no.
ya no se mueve la puerta.
i have translated this into english too.