Caigo como las hojas, en esta idea que no es mía, es mas de la vida que de mí, el sentarme en este lugar en otra de esas tardes en las que el sol brilla, y en la que no estás, quisiera que estuvieras aquí, para ser el viento en tu voz, tus mejillas, tu boca, y en el perfume de tu cuello, que estés aquí, para ver el sol rebotar en tu cabello, para ver como tú lo iluminas a él, Sin embargo estoy aquí solo, cayendo en la idea, de no dejarte ir sin que te quedes.