En la isla donde el viento canta al mar. Vive un hombre de ojos que al sol saben brillar. Marrones como la tierra cálidos como el sol. Sus miradas son refugio, su alma es un farol.
Es un hombre de belleza que toca el corazón, Su voz es una balada, mi más dulce canción. Con una bondad infinita que en su ser florece. Un alma pura que al amor enciende y enriquece.
Cada gesto, cada palabra, cada dulce sonrisa, Es la paz que mi alma por fin eterniza. Y aunque él da amor sin pedir nada a cambio. Sé que su alma necesita lo mismo, en su mágico encanto.
En sus ojos veo el cielo, la luna y el mar. Y en su alma encuentro todo lo que quiero amar. Hombre de la isla con tu amor me elevo. Porque en tu dulzura, mi mundo yo hallo, y lo llevo.
Te amo con la fuerza del viento al mar, Con la pasión del sol que nunca deja de brillar. Y en este amor que juntos construimos, Te doy mi corazón. Porque en ti vivimos.