Que te hayas ido y las heridas sanaran no hacen los recuerdos menos pesados, cuando llueve tu calor a veces llega de repente y me abraza por la espalda, mi risa a veces viene acompañada con la tuya y si estiro los dedos casi puedo tocar tu rostro.
Hay cosas que aún recuerdo con claridad como si hubiesen pasado hace solo minutos y no años, la sensación de tu mano sobre la mía, cuando entre suspiros decías mi nombre. Ese lunar que descubrí. Tus dolencias y tus miedos. Viajes que nunca hicimos.
Que te hayas ido y las heridas sanaran no hacen que te haya olvidado