Quisiera poder naufragar entre pensamientos y ser una expertiz en ese campo magnético que atrae nuestros cuerpos. Ven y hazme sentir tuya, ¡ yo soy tuya! déjame probar de qué está hecha esa hermosa escultura. Dicen que no es debido, pero esta pasión que guardamos se siente como un delito. Sostenme fuerte, no me sueltes, deja que los minutos pasen mientras te contemplo detenidamente. Recorre mi cuerpo, no tengas miedo, sincroniza danzas impecables que tomen lugar en el escenario que te presento. Quiero hacerte gemir, ¡hazme gemir! Estoy bajo tu poder. No habrá sonido más perfecto, que aquel que se reproducirá durante nuestro anhelado encuentro. Nuestros cuerpos están ardiendo, no perdamos más el tiempo. Mírame, tómame, devórame, ¿no ves que te deseo?