Tu nombre.
Tu dulce nombre.
Aún cuando lo escucho en otras personas tiene una sonoridad particular
que enternece mi alma, la debilita,
y se entrega a ti.
Y me acecha. Y me sigue.
A donde sea que vaya, alguien menciona tu nombre.
Oh, tu nombre.
Cada letra me hiere, clavándose en mi corazón
como siete pequeñas dagas,
desangrandome.
Me hiere el saber.
Reafirmar día con día el hecho de que no eres mía, y que nunca lo serás.
Lejos.
Lejos te quiero, mas no distante.
El dolor de tu ausencia es más fuerte que el dolor de tu presencia.
Violenta convulsión que sufre mi corazón cada vez que mis ojos se posan en ti.
Tú.
Represantación visual de un nombre.
Un nombre que me mata y me da vida.
Un nombre que me mueve y paraliza.
Un nombre.
Tu nombre.