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Piramidal, funesta de la tierra
nacida sombra, al cielo encaminaba
de vanos obeliscos ***** altiva,
escalar pretendiendo las estrellas;
si bien sus luces bellas
esemptas siempre, siempre rutilantes,
la tenebrosa guerra
que con negros vapores le intimaba
la vaporosa sombra fugitiva
burlaban tan distantes,
que su atezado ceño
al superior convexo aún no llegaba
del orbe de la diosa
que tres veces hermosa
con tres hermosos rostros ser ostenta;
quedando sólo dueño
del aire que empañaba
con el aliento denso que exhalaba.
Y en la quietud contenta
de impero silencioso,
sumisas sólo voces consentía
de las nocturnas aves
tan oscuras tan graves,
que aún el silencio no se interrumpía.
Con tardo vuelo, y canto, de él oído
mal, y aún peor del ánimo admitido,
la avergonzada Nictímene acecha
de las sagradas puertas los resquicios
o de las claraboyas eminentes
los huecos más propicios,
que capaz a su intento le abren la brecha,
y sacrílega llega a los lucientes
faroles sacros de perenne llama,
que extingue, sino inflama
en licor claro la materia crasa
consumiendo; que el árbol de Minerva
de su fruto, de prensas agravado,
congojoso sudó y rindió forzado.
Y aquellas que su casa
campo vieron volver, sus telas yerba,
a la deidad de Baco inobedientes
ya no historias contando diferentes,
en forma si afrentosa transformadas
segunda forman niebla,
ser vistas, aun temiendo en la tiniebla,
aves sin pluma aladas:
aquellas tres oficiosas, digo,
atrevidas hermanas,
que el tremendo castigo
de desnudas les dio pardas membranas
alas, tan mal dispuestas
que escarnio son aun de las más funestas:
éstas con el parlero
ministro de Plutón un tiempo, ahora
supersticioso indicio agorero,
solos la no canora
componían capilla pavorosa,
máximas negras, longas entonando
y pausas, más que voces, esperando
a la torpe mensura perezosa
de mayor proporción tal vez que el viento
con flemático echaba movimiento
de tan tardo compás, tan detenido,
que en medio se quedó tal vez dormido.
Este. pues, triste son intercadente
de la asombrosa turba temerosa,
menos a la atención solicitaba
que al suelo persuadía;
antes si, lentamente,
si su obtusa consonancia espaciosa
al sosiego inducía
y al reposo los miembros convidaba,
el silencio intimando a los vivientes,
uno y otro sellando labio obscuro
con indicante dedo, Harpócrates la noche silenciosa;
a cuyo, aunque no duro, si bien imperioso
precepto, todos fueron obedientes.
El viento sosegado, el can dormido:
éste yace, aquél quedo,
los átomos no mueve
con el susurro hacer temiendo leve,
aunque poco sacrílego ruido,
violador del silencio sosegado.
El mar, no ya alterado,
ni aún la instable mecía
cerúlea cuna donde el sol dormía;
y los dormidos siempre mudos peces,
en los lechos 1amosos
de sus obscuros senos cavernosos,
mudos eran dos veces.
Y entre ellos la engañosa encantadora
Almone, a los que antes
en peces transformó simples amantes,
transformada también vengaba ahora.
En los del monte senos escondidos
cóncavos de peñascos mal formados,
de su esperanza menos defendidos
que de su obscuridad asegurados,
cuya mansión sombría
ser puede noche en la mitad del día,
incógnita aún al cierto
montaraz pie del cazador experto,
depuesta la fiereza
de unos, y de otros el temor depuesto,
yacía el vulgo bruto,
a la naturaleza
el de su potestad vagando impuesto,
universal tributo.
Y el rey -que vigilancias afectaba-
aun con abiertos ojos no velaba.
El de sus mismos perros acosado,
monarca en otro tiempo esclarecido,
tímido ya venado,
con vigilante oído,
del sosegado ambiente,
al menor perceptible movimiento
que los átomos muda,
la oreja alterna aguda
y el leve rumor siente
que aun le altera dormido.
Y en 1a quietud del nido,
que de brozas y lodo instable hamaca
formó en la más opaca
parte del árbol, duerme recogida
la leve turba, descansando el viento
del que le corta alado movimiento.
De Júpiter el ave generosa
(como el fin reina) por no darse entera
al descanso, que vicio considera
si de preciso pasa, cuidadosa
de no incurrir de omisa en el exceso,
a un sólo pie librada fía el peso
y en otro guarda el cálculo pequeño,
despertador reloj del leve sueño,
porque si necesario fue admitido
no pueda dilatarse continuado,
antes interrumpido
del regio sea pastoral cuidado.
¡Oh de la majestad pensión gravosa,
que aun el menor descuido no perdona!
Causa quizá que ha hecho misteriosa,
circular denotando la corona
en círculo dorado,
que el afán es no menos continuado.
El sueño todo, en fin, lo poseía:
todo. en fin, el silencio lo ocupaba.
Aun el ladrón dormía:
aun el amante no se desvelaba:
el conticinio casi ya pasando
iba y la sombra dimidiaba, cuando
de las diurnas tareas fatigados
y no sólo oprimidos
del afán ponderosos
del corporal trabajo, más cansados
del deleite también; que también cansa
objeto continuado a 1os sentidos
aún siendo deleitoso;
que la naturaleza siempre alterna
ya una, ya otra balanza,
distribuyendo varios ejercicios,
ya al ocio, ya al trabajo destinados,
en el fiel infiel con que gobierna
la aparatosa máquina del mundo.
Así pues, del profundo
sueño dulce los miembros ocupados,
quedaron los sentidos
del que ejercicio tiene ordinario
trabajo, en fin, pero trabajo amado
-si hay amable trabajo-
si privados no, al menos suspendidos.
Y cediendo al retrato del contrario
de la vida que lentamente armado
cobarde embiste y vence perezoso
con armas soñolientas,
desde el cayado humilde al cetro altivo
sin que haya distintivo
que el sayal de la púrpura discierna;
pues su nivel, en todo poderoso,
gradúa por esemptas
a ningunas personas,
desde la de a quien tres forman coronas
soberana tiara
hasta la que pajiza vive choza;
desde la que el Danubio undoso dora,
a la que junco humilde, humilde mora;
y con siempre igual vara
(como, en efecto, imagen poderosa
de la muerte) Morfeo
el sayal mide igual con el brocado.
El alma, pues, suspensa
del exterior gobierno en que ocupada
en material empleo,
o bien o mal da el día por gastado,
solamente dispensa,
remota, si del todo separada
no, a los de muerte temporal opresos,
lánguidos miembros, sosegados huesos,
los gajes del calor vegetativo,
el cuerpo siendo, en sosegada calma,
un cadáver con alma,
muerto a la vida y a la muerte vivo,
de lo segundo dando tardas señas
el de reloj humano
vital volante que, sino con mano,
con arterial concierto, unas pequeñas
muestras, pulsando, manifiesta lento
de su bien regulado movimiento.
Este, pues, miembro rey y centro vivo
de espíritus vitales,
con su asociado respirante fuelle
pulmón, que imán del viento es atractivo,
que en movimientos nunca desiguales
o comprimiendo yo o ya dilatando
el musculoso, claro, arcaduz blando,
hace que en él resuelle
el que le circunscribe fresco ambiente
que impele ya caliente
y él venga su expulsión haciendo activo
pequeños robos al calor nativo,
algún tiempo llorados,
nunca recuperados,
si ahora no sentidos de su dueño,
que repetido no hay robo pequeño.
Estos, pues, de mayor, como ya digo,
excepción, uno y otro fiel testigo,
la vida aseguraban,
mientras con mudas voces impugnaban
la información, callados los sentidos
con no replicar sólo defendidos;
y la lengua, torpe, enmudecía,
con no poder hablar los desmentía;
y aquella del calor más competente
científica oficina
próvida de los miembros despensera,
que avara nunca v siempre diligente,
ni a la parte prefiere más vecina
ni olvida a la remota,
y, en ajustado natural cuadrante,
las cuantidades nota
que a cada cual tocarle considera,
del que alambicó quilo el incesante
calor en el manjar que medianero
piadoso entre él y el húmedo interpuso
su inocente substancia,
pagando por entero
la que ya piedad sea o ya arrogancia,
al contrario voraz necio la expuso
merecido castigo, aunque se excuse
al que en pendencia ajena se introduce.
Esta, pues, si no fragua de Vulcano,
templada hoguera del calor humano,
al cerebro enviaba
húmedos, mas tan claros los vapores
de los atemperados cuatro humores,
que con ellos no sólo empañaba
los simulacros que la estimativa
dio a la imaginativa,
y aquesta por custodia más segura
en forma ya más pura
entregó a la memoria que, oficiosa,
gravó tenaz y guarda cuidadosa
sino que daban a la fantasía
lugar de que formase
imágenes diversas y del modo
que en tersa superficie, que de faro
cristalino portento, asilo raro
fue en distancia longísima se veían,
(sin que ésta le estorbase)
del reino casi de Neptuno todo,
las que distantes le surcaban naves.
Viéndose claramente,
en su azogada luna,
el número, el tamaño y la fortuna
que en la instable campaña transparente
arriesgadas tenían,
mientras aguas y vientos dividían
sus velas leves y sus quillas graves,
así ella, sosegada, iba copiando
las imágenes todas de las cosas
y el pincel invisible iba formando
de mentales, sin luz, siempre vistosas
colores. las figuras,
no sólo ya de todas las criaturas
sublunares, mas aun también de aquellas
que intelectuales claras son estrellas
y en el modo posible
que concebirse puede lo invisible,
en sí mañosa las representaba
y al alma las mostraba.
La cual, en tanto, toda convertida
a su inmaterial ser y esencia bella,
aquella contemplaba,
participada de alto ser centella,
que con similitud en sí gozaba.
I juzgándose casi dividida
de aquella que impedida
siempre la tiene, corporal cadena
que grosera embaraza y torpe impide
el vuelo intelectual con que ya mide
la cuantidad inmensa de la esfera,
ya el curso considera
regular con que giran desiguales
los cuerpos celestiales;
culpa si grave, merecida pena,
torcedor del sosiego riguroso
de estudio vanamente juicioso;
puesta a su parecer, en la eminente
cumbre de un monte a quien el mismo Atlante
que preside gigante
a los demás, enano obedecía,
y Olimpo, cuya sosegada frente,
nunca de aura agitada
consintió ser violada,
aun falda suya ser no merecía,
pues las nubes que opaca son corona
de la más elevada corpulencia
del volcán más soberbio que en la tierra
gigante erguido intima al cielo guerra,
apenas densa zona
de su altiva eminencia
o a su vasta cintura
cíngulo tosco son, que mal ceñido
o el viento lo desata sacudido
o vecino el calor del sol, lo apura
a la región primera de su altura,
ínfima parte, digo, dividiendo
en tres su continuado cuerpo horrendo,
el rápido no pudo, el veloz vuelo
del águila -que puntas hace al cielo
y el sol bebe los rayos pretendiendo
entre sus luces colocar su nido-
llegar; bien que esforzando
mas que nunca el impulso, ya batiendo
las dos plumadas velas, ya peinando
con las garras el aire, ha pretendido
tejiendo de los átomos escalas
que su inmunidad rompan sus dos alas.
Las pirámides dos -ostentaciones
de Menfis vano y de la arquitectura
último esmero- si ya no pendones
fijos, no tremolantes, cuya altura
coronada de bárbaros trofeos,
tumba y bandera fue a los Ptolomeos,
que al viento, que a las nubes publicaba,
si ya también el cielo no decía
de su grande su siempre vencedora
ciudad -ya Cairo ahora-
las que, porque a su copia enmudecía
la fama no contaba
gitanas glorias, menéficas proezas,
aun en el viento, aun en el cielo impresas.
Estas que en nivelada simetría
su estatura crecía
con tal disminución, con arte tanto,
que cuánto más al cielo caminaba
a la vista que lince la miraba,
entre los vientos se desaparecía
sin permitir mirar la sutil *****
que al primer orbe finge que se junta
hasta que fatigada del espanto,
no descendida sino despeñada
se hallaba al pie de la espaciosa basa.
Tarde o mal recobrada
del desvanecimiento,
que pena fue no escasa
del visual alado atrevimiento,
cuyos cuerpos opacos
no al sol opuestos, antes avenidos
con sus luces, si no confederados
con él, como en efecto confiantes,
tan del todo bañados
de un resplandor eran, que lucidos,
nunca de calurosos caminantes
al fatigado aliento, a los pies flacos
ofrecieron alfombra,
aun de pequeña, aun de señal de sombra.
Estas que glorias ya sean de gitanas
o elaciones profanas,
bárbaros hieroglíficos de ciego
error, según el griego,
ciego también dulcísimo poeta,
si ya por las que escribe
aquileyas proezas
o marciales, de Ulises, sutilezas,
la unión no le recibe
de los historiadores o le acepta
cuando entre su catálogo le cuente,
que gloría más que número le aumente,
de cuya dulce serie numerosa
fuera más fácil cosa
al temido Jonante
el rayo fulminante
quitar o la pescada
a Alcídes clava herrada,
que un hemistiquio solo
-de los que le: dictó propicio Apolo-
según de Homero digo, la sentencia.
Las pirámides fueron materiales
tipos solos, señales exteriores
de las que dimensiones interiores
especies son del alma intencionales
que como sube en piramidal *****
al cielo la ambiciosa llama ardiente,
así la humana mente
su figura trasunta
y a la causa primera siempre aspira,
céntrico punto donde recta tira
la línea, si ya no circunferencia
que contiene infinita toda esencia.
Estos pues, montes dos artificiales,
bien maravillas, bien milagros sean,
y aun aquella blasfema altiva torre,
de quien hoy dolorosas son señales
no en piedras, sino en lenguas desiguales
porque voraz el tiempo no ]as borre,
los idiomas diversos que escasean
el sociable trato de las gentes
haciendo que parezcan diferentes
los que unos hizo la naturaleza,
de la lengua por solo la extrañeza; .
si fueran comparados
a la mental pirámide elevada,
donde, sin saber como colocada
el alma se miró, tan atrasados
se hallaran que cualquiera
graduara su cima por esfera,
pues su ambicioso anhelo,
haciendo cumbre de su propio vuelo,
en lo más eminente
la encumbró parte de su propia mente,
de sí tan remontada que creía
que a otra nueva región de sí salía.
En cuya casi elevación inmensa,
gozosa, mas suspensa,
suspensa, pero ufana
y atónita, aunque ufana la suprema
de lo sublunar reina soberana,
la vista perspicaz libre de antojos
de sus intelectuales y bellos ojos,
sin que distancia tema
ni de obstáculo opaco se recele,
de que interpuesto algún objeto cele,
libre tendió por todo lo criado,
cuyo inmenso agregado
cúmulo incomprehensible
aunque a la vista quiso manifiesto
dar señas de posible,
a la comprehensión no, que entorpecida
con la sobra de objetos y excedida
de la grandeza de ellos su potencia,
retrocedió cobarde,
tanto no del osado presupuesto
revocó la intención arrepentida,
la vista que intentó descomedida
en vano hacer alarde
contra objeto que excede en excelencia
las líneas visuales,
contra el sol, digo, cuerpo luminoso,
cuyos rayos castigo son fogoso,
de fuerzas desiguales
despreciando, castigan rayo a rayo
el confiado antes atrevido
y ya llorado ensayo,
necia experiencia que costosa tanto
fue que Icaro ya su propio llanto
lo anegó enternecido
como el entendimiento aquí vencido,
no menos de la inmensa muchedumbre
de tanta maquinosa pesadumbre
de diversas especies conglobado
esférico compuesto,
que de las cualidades
de cada cual cedió tan asombrado
que, entre la copia puesto,
pobre con ella en las neutralidades
de un mar de asombros, la elección confusa
equívoco las ondas zozobraba.
Y por mirarlo todo; nada veía,
ni discernir podía,
bota la facultad intelectiva
en tanta, tan difusa
incomprensible especie que miraba
desde el un eje en que librada estriba
la máquina voluble de la esfera,
el contrapuesto polo,
las partes ya no sólo,
que al universo todo considera
serle perfeccionantes
a su ornato no más pertenecientes;
mas ni aun las que ignorantes;
miembros son de su cuerpo dilatado,
proporcionadamente competentes.
Mas como al que ha usurpado
diuturna obscuridad de los objetos
visibles los colores
si súbitos le asaltan resplandores,
con la sombra de luz queda más ciego:
que el exceso contrarios hace efectos
en la torpe potencia, que la lumbre
del sol admitir luego
no puede por la falta de costumbre;
y a la tiniebla misma que antes era
tenebroso a la vista impedimento,
de los agravios de la luz apela
y una vez y otra con la mano cela
de los débiles ojos deslumbrados
los rayos vacilantes,
sirviendo va piadosa medianera
la sombra de instrumento
para que recobrados
por grados se habiliten,
porque después constantes
su operación más firme ejerciten.
Recurso natural, innata ciencia
que confirmada ya de la experiencia,
maestro quizá mudo,
retórico ejemplar inducir pudo
a uno y otro galeno
para que del mortífero veneno,
en bien proporcionadas cantidades,
escrupulosamente regulando
las ocultas nocivas cualidades,
ya por sobrado exceso
de cálidas o frías,
o ya por ignoradas simpatías
o antipatías con que van obrando
las causas naturales su progreso,
a la admiración dando, suspendida,
efecto cierto en causa no sabida,
con prolijo desvelo y remirada,
empírica
Andrea Acosta Oct 2010
Mirando por la ventana
la luna veo
una pregunta nace
la que dice
¿Estará mirando la misma cara de la luna?
Caminando por la calle
me tomo un momento
para sentir la brisa pasar por mi cuerpo.
Y de repente una pregunta surge
la que contiene la siguiente duda
¿ Será que esta brisa, la que me abraza ya ha pasado por allí? O...¿ Será que se está dirigiendo allí?
¿Y si uso la brisa y la luna como aliadas?
El envío de besos y abrazos no sólo me saldrían baratos, pero llegarían más rápido que siendo enviados por correo normal.
Me pregunto luego, si podría detener el tiempo
sujetándome fuerte de las agujetas del reloj más grande que encuentre
Si ese método resultara eficiente, ¿me darías un beso?
Si pudiera burlar las cuatro dimensiones...¿Sólo entonces podríamos llamar a nuestro amor eterno?
Natalia Rivera Jun 2015
Y que bien se siente
andar sin apretar el paso,
y aun sin saber el fin,
seguir
Cristales rendidos,
pestañas enredadas en el viento,
al son de las tímidas estrellas,
guiados por la intuición
Se aprieta el camino
encontramos dimensiones tristes y vacías
pero, ¿quien nos desviste la sonrisa?
Podríamos navegar en las horas,
consumir lo que le resta de signos vitales a este cielo,
quizá atrapar un resfriado
seguir...
enredarnos sin el viento
apretarnos, pero sumergidos en una dimensión sin tiempo
navegar en un mismo cielo

(Algo especial para Abi y Nat, que tanto les gusta navegar y que a pesar de las dimensiones tristes y vacías, se mantienen en un mismo cielo. Los quiero.)
Cuando Madre me trajo al mundo, dividio mi alma en pedazos y un gran pedazo de mi alma yace en el cuerpo de el ser que escribió esto para mi y mi novio. Gran artista y mujer; hermosa y coqueta.
Gracias, mi querida niña.
He vencido al ángel del sueño, el funesto alegórico:
su gestión insistía, su denso paso llega
envuelto en caracoles y cigarras,
marino, perfumado de frutos agudos.

Es el viento que agita los meses, el silbido de un tren,
el paso de la temperatura sobre el lecho,
un opaco sonido de sombra
que cae como trapo en lo interminable,
una repetición de distancias, un vino de color confundido,
un paso polvoriento de vacas bramando.

A veces su canasto ***** cae en mi pecho,
sus sacos de dominio hieren mi hombro,
su multitud de sal, su ejército entreabierto
recorren y revuelven las cosas del cielo:
él galopa en la respiración y su paso es de beso:
su salitre seguro planta en los párpados
con vigor esencial y solemne propósito:
entra en lo preparado como un dueño:
su substancia sin ruido equipa de pronto,
su alimento profético propaga tenazmente.

Reconozco a menudo sus guerreros,
sus piezas corroídas por el aire, sus dimensiones,
y su necesidad de espacio es tan violenta
que baja hasta mi corazón a buscarlo:
él es el propietario de las mesetas inaccesibles,
él baila con personajes trágicos y cotidianos:
de noche rompe mi piel su ácido aéreo
y escucho en mi interior temblar su instrumento.

Yo oigo el sueño de viejos compañeros y mujeres amadas,
sueños cuyos latidos me quebrantan:
su material de alfombra piso en silencio,
su luz de amapola muerdo con delirio.

Cadáveres dormidos que a menudo
danzan asidos al peso de mi corazón,
qué ciudades opacas recorremos!
Mi pardo corcel de sombra se agiganta,
y sobre envejecidos tahúres, sobre lenocinios de escaleras
gastadas,
sobre lechos de niñas desnudas, entre jugadores de football,
del viento ceñidos pasamos:
y entonces caen a nuestra boca esos frutos blandos del cielo,
los pájaros, las campanas conventuales, los cometas:
aquel que se nutrió de geografía pura y estremecimiento,
ése tal vez nos vio pasar centelleando.

Camaradas cuyas cabezas reposan sobre barriles,
en un desmantelado buque prófugo, lejos,
amigos míos sin lágrimas, mujeres de rostro cruel:
la medianoche ha llegado, y un gong de muerte
golpea en torno mío como el mar.
Hay en la boca el sabor, la sal del dormido.
Fiel como una condena a cada cuerpo
la palidez del distrito letárgico acude:
una sonrisa fría, sumergida,
unos ojos cubiertos como fatigados boxeadores,
una respiración que sordamente devora fantasmas.

En esa humedad de nacimiento, con esa proporción tenebrosa,
cerrada como una bodega, el aire es criminal:
las paredes tienen un triste color de cocodrilo,
una contextura de araña siniestra:
se pisa en lo blando como sobre un monstruo muerto:
las uvas negras inmensas, repletas,
cuelgan de entre las ruinas como odres:
oh Capitán, en nuestra hora de reparto
abre los mudos cerrojos y espérame:
allí debemos cenar vestidos de luto:
el enfermo de malaria guardará las puertas.

Mi corazón, es tarde y sin orillas,
el día como un pobre mantel puesto a secar
oscila rodeado de seres y extensión:
de cada ser viviente hay algo en la atmósfera:
mirando mucho el aire aparecerían mendigos,
abogados, bandidos, carteros, costureras,
y un poco de cada oficio, un resto humillado
quiere trabajar su parte en nuestro interior.
Yo busco desde antaño, yo examino sin arrogancia,
conquistado, sin duda, por lo vespertino.
Adrián Poveda May 2014
Escribir, para enredarme entre las ideas, ir desapareciendo con la tinta sobre este fondo blanco, desaparecer en mis sequías, en mis grises y colores, en esta cordura incierta de encontrarme cada día en el mismo lugar, sin recordar quien soy.

Escribir para huir del tiempo, y sin ser inoportuno, atravesando dimensiones y algunas decisiones para al final tomar el lápiz, como se toma la vida, escribiendo sin regresar, aunque queden dudas.

Escribir los pasos, tomar palabras de manera que la mente y el cuerpo se junten en el mismo universo, en cada verso, y en cada estrofa de la historia.
Copyright © 2014 Adrián Poveda All Rights Reserved
Jesus Sep 11
Más allá del yo
de la vida,
y de la propia muerte,
en todas las dimensiones:

física, mental, espiritual y emocional,
y plenamente consciente.

Soy habitante agradecido
y afortunado
de la vida y el universo.

Este inmenso firmamento,
que en su esencia cambiante,
se conecta directamente
al todo...

La interacción universal,
se ignore esto o no,
es inevitable.

Sabiendo todo lo anterior,
también comprendo,
que soy parte activa
de ese infinito.
Así lo siento.

El alma,
una conexión siempre
mejorable,
entre el cerebro,
el interior
y el vasto infinito...

Para mí, es parte
inseparable de ese todo.

Otro organismo vivo,
que nada tiene que ver
con la vida
tal y como la conocemos,
sea este consciente
de sí mismo o no,
o así es como lo siento.

En su propio proceso
de transformación y
evolución constante.

Donde toda vida y
existencia
es parte presente y activa,
de algo tan asombroso,
auténtico, evidente
y universal,
sea esto ignorado o no:

¡La expansión del todo!

Por ello,
más allá de mí mismo,
de mi vida
y de la propia muerte,
soy un habitante
activo,
despierto y conectado
a la vida y el Universo.

Y cada día vivo agradecido,
plenamente consciente de ello.

"Todo es lo que es,
cuando no se es
capaz de ver más allá.
Pero nada es lo mismo,
cuando se alcanza una
conciencia plena de ello."
Del follaje erizado
caíste
completa,
de madera pulida,
de lúcida caoba,
lista
como un violín que acaba
de nacer en la altura,
y cae
ofreciendo sus dones encerrados,
su escondida dulzura,
terminada en secreto
entre pájaros y hojas,
escuela de la forma,
linaje de la leña y de la harina,
instrumento ovalado
que guarda en su estructura
delicia intacta y rosa comestible.
En lo alto abandonaste
el erizado erizo
que entreabrió sus espinas
en la luz del castaño,
por esa partidura
viste el mundo,
pájaros
llenos de sílabas,
rocío
con estrellas,
y abajo
cabezas de muchachos
y muchachas,
hierbas que tiemblan sin reposo,
humo que sube y sube.
Te decidiste,
castaña,
y saltaste a la tierra,
bruñida y preparada,
endurecida y suave
como un pequeño seno
de las islas de América.
Caíste
golpeando
el suelo
pero
nada pasó,
la hierba
siguió temblando, el viejo
castaño susurró como las bocas
de toda una arboleda,
cayó una hoja del otoño rojo,
firme siguieron trabajando
las horas en la tierra.
Porque eres
sólo
una semilla,
castaño, otoño, tierra,
agua, altura, silencio
prepararon el germen,
la harinosa espesura,
los párpados maternos
que abrirán, enterrados,
de nuevo hacia la altura
la magnitud sencilla
de un follaje,
la oscura trama húmeda
de unas nuevas raíces,
las antiguas y nuevas dimensiones
de otro castaño en la tierra.
love is a tug in the middle of the night, a fearful tap across the bed in search of a body who has not yet come, it is the trudge in the rain, a thin cotton blanket as a shield and lavender crocs that squeak with each step. love consists of 3 bangs on a windowpane and a bellowing yelp. it is the harmony of coughs at 12am, coupled with a few slaps on a table, and an exchange of looks that begs the question “another one?”

love is finger drawn hearts on a windshield; the ones you only notice when you’re backing up, and leaves you wondering “who did it?” it’s a frenzied dialogue in group chats, begging for lash glue, glitter, and a pair of spider-webbed tights. love is the utterance of my name in native tongue, a slick spilling of syllabus that clutch each other, as I await for the last letter to roll off your tongue; like a child in search of comfort they can’t quite explain. it is a verbal embrace, an imaginary set of hands wrapped around me; it feels like home.

you told me that love is to know, and i think of this often. Love reveals itself through questions, an interrogation if you will. a sudden appearance in a back corner studio, in search of a face that is every-present, yet not. atop a building, in a hidden crevice that only few can claim; we call it monday night specials. love is a strut and hard smile, with hands that hold a gift bought out of tender thought; “I thought you’d like this.” you’re right, i ******* do. love is a daily alarm that hits right at 8am, with three names that appear on a screen, and for a moment i forget of the 16 hours that separate us.

love is consistency, an unspoken ¡Presente! at any occasion ; a set of sweaty palms that cover my eyes before revealing a devious grin. love is a pack of strawberry nerds i tear open, and after several handfuls, we look at each other con una mirada que dice “pues si.” it is a carefully curated compilation of 62 songs, with a running time of 206 minutes. el amor es un pasaje oscuro, con luzes anaranjados, y fotos relleno de aqua.

love is repetitive, an ode to commit, it is a toast to all that is and what will be; love is the words “im proud of you,” a tap on the back followed by a 45 minute waterworks show. it is 4 makeup bags sprawled across my bed with Love, Damini dancing on the bass. it is the opening of doors, peeked heads and corn dip being served alongside a bag of Fritos.

i’ll keep repeating it until the words swell my tongue and inhibit me from going further. love is a testament, it is the conversations i have with God in a vacated parking lot. it is the prayer I send to my father each night with the hopes that his inner-child finds peace and closure from a past he refuses to speak of. it is the apologies and weeps i share with my mother, as we lament over innocence lost at the hands of one who swore to protect us. el amor es un angel que aparece a media noche, con un mensaje divina, es el pasaje entre dimensiones, afrontando el pasado, presente, y futuro.
-c.alejandra
Borges Oct 2021
Me enseñaron la cara de quetzalcoalt el soñador sin piernas en múltiples dimensiones después un ómni volador azul ***** que parece cubiculo o cara sin ojos todo alrededor de nubes pacificas.

Me enseñaron a una mujer alta de pelo naranja viendo al cielo unas nubes atrás de ella cargando a una niña que no le pude ver la cara.

Me encuentro en la casa de taryn, en el baño estoy volando con los ojos tapados y entra taryn al baño y me dice you wanna something después salgo y me voy a un cuarto Talvez el de ella es grande tiene una cama blanca y un sofá *****. Después la veo meter ropa en un armario vestida diferente.

We are more than we appear to be.
Look at the stars and see.
stars upon star tho heave n'
M Jul 14
El momento en que supe lo que sentía por ti,
no fue ruidoso, no fue repentino,
solo un gesto silencioso hacia los papelitos
que dejaste atrás.

Pequeños cuadros con tu letra apurada,
dejados sobre el mostrador,
pegados en monitores.
Usa esto si se te olvida, dijiste,
dimensiones anotadas para que yo recordara.

Pequeños cuadros de guía silenciosa
mientras yo aún aprendía el ritmo,
aún con algo de nervios.
Tus notas visibles,
justo cuando más las necesitaba.

No tenías que escribirlas,
pero lo hiciste.
Cada una fue un gesto pequeño
que solo yo noté.
De entre todas las personas,
me elegiste a mí para ayudar,
a tu manera callada.

Pero para mí, fueron todo.
Comencé a guardarlas
como cartas de amor disfrazadas
en tinta de oficina.

Recordatorios de que alguna vez
estuviste lo suficientemente cerca
como para dejar huellas.

Ya pasó un año.
El trabajo cambió.
Tú cambiaste.
Yo cambié.
Pero las notas…
todavía están guardadas
en mi caja de recuerdos.
Esquinas suaves por el tiempo,
la tinta desvaneciéndose,
pero no el sentimiento.

Tal vez las guardé
porque una parte de mí
todavía te guarda a ti.
Incluso en tus gestos más pequeños,
dejaste una marca.
Y nunca he sido buena
para soltar lo que alguna vez
se sintió real.
Para AA.

English translation:
The moment I realized what I felt for you was not loud. It was not sudden. It was just a quiet gesture toward the little sticky notes you left behind. Small sticky notes with your hurried handwriting, left on the counter, stuck to monitors. Use this if you forget, you said, dimensions written down so I would remember. Little sticky notes of silent guidance while I was still learning the rhythm, still a bit nervous. Your notes visible right when I needed them most. You did not have to write them, but you did. Each one was a small gesture that only I noticed. Out of everyone, you chose me to help in your quiet way. But to me, they were everything. I began to keep them like love letters disguised in office ink. Reminders that once you were close enough to leave traces. A year has passed. The job changed. You changed. I changed. But the notes are still kept in my memory box. Their corners softened with time, the ink fading, but not the feeling. Maybe I kept them because a part of me is still keeping you. Even in your smallest gestures, you left a mark. And I have never been good at letting go of something that once felt real.
Jesus Aug 13
Ante las redes sociales,
los programas basura,
y el entretenimiento
vacío y tóxico.

Ante las imposiciones,
los deberes sin sentido,
y la falta de información.

Ante las prisas,
las incongruencias
generalizadas,
y la falta de humanidad.

En todas las dimensiones:
la fusión perfecta,
despertar y encuentro,
dos en uno,
en un mismo latir.


No por obra de lo divino,
caído del cielo,
ni hallado por el camino.

Barco, motor y vela,
con la profundidad
necesaria:
capitán de su alma
ha de ser…

Solo quien se enfrente,
quien luche,
quien nunca ceda
ante la corriente.

Pero, sobre todo,
quien en sí mismo
profundice y clarifique
lo que realmente quiere ser.

¡Capitán de su alma!
Ante todo el universo
y toda la eternidad...

un día sí
y otro también.
Jesus Sep 2
Como en una buena
paella, donde cada
ingrediente importa,
y una cocción adecuada
la define.


Así en la vida:
mejor desde la esencia,  
en todas sus dimensiones,  
con plena lucidez:  

¡Y mucho amor!

Por lo tanto,
para sentir la paz,  
es mejor estar liberado
de las expectativas
del futuro,
de la mente...

"Y de Las barreras del yo".


Siendo plenamente
consciente de todo lo anterior,  
y llevarlo a la acción,  
un día sí y otro también...

Con la mente despejada,
el alma en calma,
y por supuesto...

¡Que con amor!
Jesus Sep 10
Cuando las agujas del reloj
son implacables,
y el tiempo se revela
como un tesoro...

¡Una oportunidad fugaz
que no debemos desaprovechar!


Cada día que pasa
es un milagro,
y una oportunidad.


Cada avance en nosotros
mismos, nuestra conexión
con el mundo, y
con los demás...

esculpe, moldea, y expande, el
camino por conquistar.


Más allá de la visión
estrecha del mundo, más allá
del "creo ser":

¡Más allá del yo!

Cada pensamiento y
cada acto,
teje el destino en
un ciclo infinito...

Iluminando por ello, o
ensombreciendo, el
camino por andar.

Un viaje transformador,
un salto hacia
la expansión de la percepción,
rompiendo las cadenas del ego...

traspasando los límites de la
identidad individual.

Cada impulso, cada avance
desbloquea nuevas dimensiones
del entendimiento...

acercándonos al infinito
sin retorno ni marcha atrás.

El tiempo, pasa de ser
el verdugo repetitivo,
a convertirse
en el portal...

pues en cada
instante habita la eternidad.

Más allá de la visión
estrecha del mundo,
más allá del "creo ser",
más allá de uno mismo:

¡Más allá del yo!

¿O no?
Jesus Aug 28
Sin la necesidad de
ningún tipo de juramento,  
sin esperar respuesta,  
a todo el universo,  
hoy y siempre:  

A ti,  
que por la senda
de la honradez, la lealtad,  
la dignidad, la firmeza
y la disciplina...

permaneces indomable,
abriéndote siempre camino.  

Que eres inalterable en
tus convicciones,  
y avanzas siempre bajo
el abrigo de la sencillez,
la empatía  
y la humildad.  

Que caminas sin ceder  
ante nada ni nadie,  
que intente alterar o
cambiar los principios
que han hecho de ti  
la persona que ahora eres...

y todo lo que aún
te queda por mejorar.

A ti, que vives tu vida  
siendo quien eres,  
una esencia inquebrantable,  
en todas y cada una
de las circunstancias...

en todas y cada una
de tus dimensiones.  

Que te has caído  
y te has alzado
sobre ti mismo  
las veces necesarias,  
y lo harías  
otras mil más.  

Que sigues tu propio camino,  
con dirección y metas claras,  
plenamente consciente,  
completo y presente...

desde tus pies  
hasta tu cabeza.  

A ti,  
por ser una verdad
incontestable,  
indestructible e inmutable,  
y por poseer el mayor
de los tesoros:  

¡Ser tú mismo!

Por ser el artífice
de tu propio destino,  
por haberlo forjado  
y seguirlo perfeccionando,  
por ser un espíritu libre  
de alma inquebrantable:


¡Indomable!


A ti,
va dedicado este
manifiesto  
y también estos aplausos.  

¡Pura vida, pues!  
¡Remos, y a por más!

— The End —