Submit your work, meet writers and drop the ads. Become a member
Mayte Jul 2019
Y el reflejo te persiguió
Sin pensárselo dos veces
Aún cuando cerrabas los ojos,
Aunque te ocultases

La luz apagada de aquel instante
Te atrapó, insaciablemente
Y en sus brazos dañados
Sedientos, ardientes
Permitió nuevamente tu desgarre

La ruptura entre cuerpo y alma
Tomó su lugar
Y volviéndote un lienzo
Te sedujo hasta el final

En ti yace un brillo
Que diluye la tranquilidad
Entre colores finos
Dedicándose a prosperar

Piel y tela se vuelven una
Y así el arte toma forma

Tus huesos frágiles se vuelven
Del canvas la estructura
Mientras que las tonalidades
De aquellos lugares apartados
Se definen por tu esplendor

Y el artista dibuja figuras,
Garabatos y líneas torcidas
Delineando tu cuerpo,
Conservando la vida

Cada pedazo de papel
Que le rinde homenaje
A tus bordes y extremidades
Posee su propio significado

El amor, el arte, el cuerpo y la belleza
Se fusionan
Cada vez.
Oh, primavera de las amapolas,
Tú que floreces para bien mi casa,
Luego que enjoyes las corolas,
Pasa.

Beso, la forma más voraz del fuego,
Clava sin miedo tu endiablada espuela,
Quema mi alma, pero luego,
Vuela.

Risa de oro que movible y loca
Sueltas el alma, de las sombras, presa,
En cuanto asomes a la boca,
Cesa.

Lástima blanda del error amante
Que a cada paso el corazón diluye,
Vuelca tus mieles y al instante,
Huye.

Odio tremendo, como nada fosco,
Odio que truecas en puñal la seda,
Odio que apenas te conozco,
Queda.
El lago una mancha
Parece de azogue.
¡Que arranque la lancha!
¡Que bogue, que bogue!

Mi Musa que esmalte
Adquiere en las cimas,
Será gerifalte
A caza de rimas.

Aromas diluye
Sobre el campo el aura.
Doquier vida fluye
Que el cuerpo restaura.

Ramazón umbría
Sobre el agua cuelga.
La pajarería
Canta alegre en huelga.

Mariposas raudas
Van entre fulgores;
Del guadual las caudas
Dan gratos rumores.

En mundos que fragua
La mente me pierdo,
Y el rumor del agua
Aduerme el recuerdo.

Cual góndola zarpa
El alma a la aurora.
El bosque es un arpa
Que alivia al que llora.

Que traiga el ensueño
Bienhechor descanso:
¡Oh campo, oh risueño
Celeste remanso!

La ciudad ahoga....
¡Que mi cuerpo vibre!
¡Boga, lancha, boga!
¡El alma aquí es libre!
Tan rubia es la niña que
que cuando hay sol, no se la ve.

Parece que se difunde
en el rayo matinal,
que con la luz se confunde
su silueta de cristal,
tinta en rosas, y parece
que en la claridad del día
se desvanece
la niña mía.

Si se asoma mi Damiana
a la ventana, y colora
la aurora su tez lozana
de albérchigo y terciopelo,
no se sabe si la aurora
ha salido a la ventana
antes de salir al cielo.
Damiana en el arrebol
de la mañanita se
diluye y, si sale el sol,
por rubia... no se la ve.

— The End —