A ártico cielo y soles de Brasiles
bajo palio de heridos corazones,
a ociosa espuma y a fluviales sones
anda el Sagrado Corazón en lides.
De católicas casas en atriles,
dondequiera la mano laxa pones,
si la tristura signa tus razones,
el Sacro Corazón remueve alfiles.
Nada más que rubíes y diamante
símbolo son, en fuego, de tu llama,
piadoso amor de enano y de gigante.
Desde el pecho de Cristo luz derrama
y traspasa con flecha alucinante
todo seno que quémase en su flama.