Había perdido el camino
cuando tomaste mi mano,
ya no soy aquel peregrino
que ha vivido de lo vano.
Tu sabor lo encuentro divino,
y aunque a veces lejano,
tus voz es justo un trino
para mis placeres arcanos.
Son tus labios de fresa,
los que me llenan de encanto.
Ya no existe, cuando me besas,
dolores ni desencantos,
porque sacas de mi cabeza
todo estrés, y el quebranto,
de un pasado que embelesa
la paz que ansío tanto.
Sólo espero no acabe
en infortunio lo nuestro,
porque en mi pecho no cabe
más dolores por dentro,
por eso, bajo llave,
guardo mis sentimientos,
para que nadie socave
lo que me queda de resto.
Un poema un poco diferente a los que había publicado hasta ahora, espero les guste 🙏🏻