En los vientres de naciones todavía huele a tradición: denso y dulce como un higo. Hay ecos de bailes y susurros de dioses tejiendo pacientemente la cosecha.
Niebla, siempre una niebla, que desliza por la espalda de montaña plagada por leyenda, llevando con sí siseo de culebra, llanto de cuervo, y una canción bien embolsada.
Cama fértil pa imaginar, árboles místicos han criado, guardando mitos primitivos en sus anillos varicosos. Hay poco que decir de la ciencia ni el razón cuando un trompetista conjura visiones del aguacero.
In the bellies of nations you can still smell the lore: dense and sweet as a ripened fig. There are echoes of dances and whispers of gods patiently weaving the harvest.
There is a fog, always a fog, that slides down the back of the legend-born mountain carrying the hiss of a snake, the wail of a crow, and a song in its pocket for safe keeping.
Fertile bed for imagination, mystic trees have sprouted, holding primal myth in their varicose rings. There is little to be said of science or reason when a trumpeter calls visions from the rain.