Eh mirado aquel mar vagamente tranquilo, siempre en movimiento,
Desolado, ciego y viejo, eh visto tus brazos que alcanzan a tocar mis pies
Eh visto tu mirada al ver mi cara en el reflejo de tu piel, as dejado flechas en mis poemas y tu frente en mi sangre, yo se que fuimos una vez uno, una vez solo sal, Fragmentos y ahora separados por largas distancias pero unidos por la exótica agua.