Submit your work, meet writers and drop the ads. Become a member
Dayanne Mendes Mar 2015
Eu não sei escrever sobre o amor,
Quem dirá vivê-lo?!
Há coisas que o tempo muda,
Outras, ele piora.

E, nesse meio tempo,
Meu coração foi congelado,
De fora pra dentro.

Ouvir tuas duras palavras,
E sentir o vento,
Me deixaram paralisada,
Até esse momento.

Eu me levantei,
Sozinha estava,
Nem sua pena, você deixara.

O adeus foi dito,
Meu coração, partido.
E o tempo, mudando...

Me mudando aos poucos,
Me transformando em nada mais que nada.
A vosotras, estrellas,
alza el vuelo mi pluma temerosa,
del piélago de luz ricas centellas;
lumbres que enciende triste y dolorosa
a las exequias del difunto día,
güérfana de su luz, la noche fría;
 ejército de oro,
que por campañas de zafir marchando,
guardáis el trono del eterno coro
con diversas escuadras militando;
Argos divino de cristal y fuego,
por cuyos ojos vela el mundo ciego;
 señas esclarecidas
que, con llama parlera y elocuente,
por el mudo silencio repartidas,
a la sombra servís de voz ardiente;
pompa que da la noche a sus vestidos,
letras de luz, misterios encendidos;
 de la tiniebla triste
preciosas joyas, y del sueño helado
galas, que en competencia del sol viste;
espías del amante recatado,
fuentes de luz para animar el suelo,
flores lucientes del jardín del cielo,
 vosotras, de la luna
familia relumbrante, ninfas claras,
cuyos pasos arrastran la Fortuna,
con cuyos movimientos muda caras,
árbitros de la paz y de la guerra,
que, en ausencia del sol, regís la tierra;
 vosotras, de la suerte
dispensadoras, luces tutelares
que dais la vida, que acercáis la muerte,
mudando de semblante, de lugares;
llamas, que habláis con doctos movimientos,
cuyos trémulos rayos son acentos;
 vosotras, que, enojadas,
a la sed de los surcos y sembrados
la bebida negáis, o ya abrasadas
dais en ceniza el pasto a los ganados,
y si miráis benignas y clementes,
el cielo es labrador para las gentes;
 vosotras, cuyas leyes
guarda observante el tiempo en toda parte,
amenazas de príncipes y reyes,
si os aborta Saturno, Jove o Marte;
ya fijas vais, o ya llevéis delante
por lúbricos caminos greña errante,
 si amasteis en la vida
y ya en el firmamento estáis clavadas,
pues la pena de amor nunca se olvida,
y aun suspiráis en signos transformadas,
con Amarilis, ninfa la más bella,
estrellas, ordenad que tenga estrella.
 Si entre vosotras una
miró sobre su parto y nacimiento
y della se encargó desde la cuna,
dispensando su acción, su movimiento,
pedidla, estrellas, a cualquier que sea,
que la incline siquiera a que me vea.
 Yo, en tanto, desatado
en humo, rico aliento de Pancaya,
haré que, peregrino y abrasado,
en busca vuestra por los aires vaya;
recataré del sol la lira mía
y empezaré a cantar muriendo el día.
 Las tenebrosas aves,
que el silencio embarazan con gemido,
volando torpes y cantando graves,
más agüeros que tonos al oído,
para adular mis ansias y mis penas,
ya mis musas serán, ya mis sirenas.
Miré ligera Nave,
Que con alas de lino en presto vuelo
Por el aire süave
Iba segura del rigor del Cielo,
Y de tormenta grave.
En los Golfos del Mar el Sol nadaba
Y en sus ondas temblaba;
Y ella, preñada de riquezas sumas,
Rompiendo sus cristales,
Le argentaba de espumas,
Cuando en furor iguales,
En sus velas los vientos se entregaron.
Y dando en un bajío,
Sus leños desató su mismo brío,
Que de escarmientos todo el Mar poblaron,
Dejando de su pérdida en memoria
Rotas jarcias, parleras de su historia.
En un hermoso prado
Verde Laurel reinaba presumido,
De pájaros poblado
Que, cantando, robaban el sentido
Al Argos del cuidado.
De verse con su adorno tan galana
La Tierra estaba ufana,
Y en aura blanda la adulaba el viento,
Cuando una nube fría
Hurtó en breve momento
A mis ojos el día;
Y arrojando del seno un duro rayo,
Tocó la Planta bella
Y juntamente derribó con ella
Toda la gala, Primavera y Mayo.
Quedó el suelo de verde honor robado,
Y vio en cenizas su soberbia el prado.
Vi, con pródiga vena
De parlero cristal, un Arroyuelo
Jugando con la arena,
Y enamorando de su risa al Cielo.
A la margen amena,
Una vez murmurando, otra corriendo,
Estaba entreteniendo;
Espejo guarnecido de esmeralda
Me pareció, al miralle,
Del prado, la guirnalda,
Mas abrióse en el valle
Una envidiosa cueva de repente;
Enmudeció el Arroyo,
Creció la oscuridad del ***** hoyo,
Y sepultó recién nacida fuente,
Cuya corriente breve restauraron
Ojos, que de piadosos la lloraron.
Un pintado Jilguero,
Más ramillete que ave parecía;
Con pico lisonjero
Cantor del Alba, que despierta al día;
Dulce cuanto parlero
Su libertad alegre celebraba,
Y la paz que gozaba,
Cuando en un verde y apacible ramo,
Codicioso de sombra,
Que sobre varia alfombra
Le prometió un reclamo,
Manchadas con la liga vi sus galas;
Y de enemigos brazos
En largas redes, en nudosos lazos,
Presa la ligereza de sus alas,
Mudando el dulce, no aprendido canto,
En lastimero son, en triste llanto.
Nave tomó ya puerto;
Laurel se ve en el Cielo trasplantado,
Y de él teje corona;
Fuente, hoy más pura, a la de Gracia corre
Desde aqueste desierto;
Y pájaro, con tono regalado,
Serafín pisa ya la mejor zona,
Sin que tan alto nido nadie borre.
Así que el que a don Luis llora no sabe
Que, Pájaro, Laurel y Fuente y Nave
Tiene en el Cielo, donde fue escogido,
Flores y Curso largo y Puerto y Nido.
Cuando tiempo y distancia
engañan los recuerdos,
¿Quién lo ignora?, es amargo
volver. Porque interpuesto

Algo está entre los ojos
la imagen primera,
mudando duramente
amor en extrañeza.

Es acaso un espacio
vacío, una luz ida,
ajada en toda cosa
ya la hermosura viva.

Mas volver debe el alma
tal pájaro en otoño,
y aquel dolor pasado
visitar, y aquel gozo.

Nube de una mañana
áurea, rama de púrpura
junto a una tapia, sombra
azul bajo la luna.

Posibles paraísos
o infiernos ya no entiende
el alma sino en tierra.
Por eso el alma quiere,

Cansada de los sueños
y los delirios tristes,
volver a la morada
suya antigua. Y unirse,

Como se une la piedra
al fondo de su agua,
fatal, oscuramente,
con una tierra amada.
Dryden Apr 2018
Os dias acabam e a noite chega,
Acendo a minha pequena lanterna
Chamada consciência,
Com a minha solidão eterna.

A noite tranquiliza-me,
Meio mundo está a dormir
Sinónimo que está a progredir.
Durante o meu sonho
Nao existe gravidade
Posso voar, pecar ,
Ninguém estará lá para me julgar.

A madrugada costuma alimentar-se das minhas insónias,
Não me importo pois ao fim da noite encontro a aurora,
Nela encontro a minha esperança além da paranóia,
Perco o sono, levanto me, dou a volta ao mundo sem demora.

O meu quarto escuro,
Com o passar das horas
Cria um clima soturno.
É nesse ambiente que travo os meus duelos
Batalhando sob o admirável céu noturno
Mudando o rumo dos asteróides,
Faço os explodir
Apenas para alimentar esta alma nervosa,

Corro pelos anéis de Saturno
Escorrego no gelo e saio disparado pelo universo,
Enquanto gravito escrevo versos,
Sobre os mares, continentes
E formas de vida criadas na Terra.
Mas a minha mente envolvida por aquele espaço
É curiosa e faz me espreitar,
Procuro algo fantástico impossível de imaginar,
Infelizmente acordo e reparo que estava apenas a sonhar.

Dormir tornou-se um luxo,
Que raramente consigo suportar
Mas sem ele o meu pensamento fica turvo
Turvo de desencanto e claro de paixão,
Tão desorganizado como esta selva de betão.

Faz me desejar emigrar para ilhas de utopia,
Praias de naufragio onde Beethovem escreveu
Sonata ao luar á sua amada companhia..

Conheço-me, durante a noite aprendi a navegar
Tomo as minhas decisões depos d'agitaçao parar,
E sobre elas costumo meditar
Enumeros conflitos tento solucionar.

Quando tenho o corpo e a mente unidos
No unico tempo que interessa, o presente,
Foco me na respiraçao até que,
Subitamente uma decisão aparece,
Na minha totalidade transcendo-me
E vivo sem arrependimentos
Estando no presente,
Não me lamento do passado,
Não preparo o futuro ,
Apenas vivo no unico tempo existente,
Tudo o resto é a minha mente, que mente,
exageradamente.

— The End —