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Victor D López Feb 2019
Naciste siete años antes del comienzo de la guerra civil española,
Y viviste en una casita de dos pisos en la Calle de Abajo de Fontan,
Frente al mar que les regalo su riqueza y belleza,
Y les robo a tu hermano mayor, y el más noble, Juan, a los 19 años.

De chiquita eras muy llorona. Los vecinos te hacían rabiar con solo decirte,
“Chora, Litiña, chora” lo cual producía un largo llanto al instante.
A los siete u ocho años quedaste ciega por una infección en los ojos. Te salvó la vista
El medico del pueblo, pero no antes de pasar más de un año sin poder ir a la escuela.

Nunca recuperaste ese tiempo perdido. Tu impaciencia y la vergüenza de sentirte atrasada, Impidieron tus estudios. Tu profundo amor propio y la vergüenza de no saber lo que sabían tus
Amigas de tu edad, tu inquietud y tu inhabilidad de aguantar la lengua cuando te corregían,
Crearon una perfecta tormenta que desvió tu diminutiva nave hacia las rocas.

Cuando aún una niña, viste a Franco con su escolta salir de su yate en Fontan.
Con la inocencia de una niña que nunca supo aguantar la lengua, preguntaste a
Una vecina que también estaba presente “Quien es ese señor?”
“El Generalísimo Francisco Franco” te contestó en voz baja. Dile “Viva Franco” cuando pase.

Con la inocencia de una niña y con la arrogancia de una viejita incorregible gritaste señalándolo
“Ese es el Generalísimo?” Y con una carcajada seguiste en voz alta “Parece Pulgarcito!”
Un miembro de su escolta se acercó alzando su ametralladora con la aparente Intención de Golpearte con la culata. “Dejadla!” Exclamo Franco. “Es una niña—la culpa no es suya.”

Contaste ese cuento muchas veces en mi presencia, siempre con una sonrisa o riéndote.
Creo que nunca apreciaste el importe de esa “hazaña” de desprecio a la autoridad. Pudiera ser En parte por ese hecho de tu niñez que vinieron eventualmente por tu padre  
Que lo Llevaron preso. Que lo torturaron por muchos meses y condenaron a muerte?

El escapó su condena como ya he contado antes—con la ayuda de un oficial fascista.
Tan fuerte era su reputación y el poder de sus ideas hasta con sus muchos amigos contrarios.
Tal tu inocencia, o tu ceguera psíquica, en no comprender nunca una potencial causa de su Destrucción. A Dios gracias que nunca pudiste apreciar la posible consecuencia de tus palabras.

Tu padre, quien quisiste toda la vida entrañablemente con una pasión de la cual fue muy Merecedor, murió poco después del término de la guerra civil. Una madre con diez
Bocas para alimentar necesitaba ayuda. Tú fuiste una de las que más acudió a ese
Pedido silencioso. A los 11 años dejaste la escuela por última vez y comenzaste a trabajar.

Los niños no podían trabajar en la España de Franco. No obstante, un primo tomó piedad
De la situación y te permitió trabajar en su fábrica de embutidos de pescado en Sada.
Ganabas igual que todas tus compañeras mayores. Y trabajabas mejor que la mayoría de ellas,
Con la rapidez y destreza que te sirvieron bien toda tu vida en todos tus trabajos.

En tu tiempo libre, llevabas agua de la fuente comunal a vecinos por unos céntimos.
De chiquita también llevabas una sella en la cabeza para casa y dos baldes en las manos antes y Después de tu trabajo en la fábrica de Cheche para el agua de muchos pescadores en el puerto
Antes del amanecer esperando la partida a alta mar con tu agua fresca en sus recipientes.

Todo ese dinero era entregado tu madre con el orgullo de una niña que proveía
Más que el sueldo de una mujer grande—solo a cambio de tu niñez y de la escuela.
También lavabas ropa para algunos vecinos. Y siempre gratuitamente los pañales cuando había
Niños recién nacidos solo por el placer de verlos y poder estar con ellos.

Cuando eras un poco más grande, ya de edad de ir al baile y al cine, seguías la misma rutina,
Pero también lavabas y planchabas la ropa de los marineros jóvenes que querían ir muy limpios
Y bien planchados al baile los domingos. Ese era el único dinero que era solo tuyo—para
Pagar la peluquería todas las semanas y el baile y cine. El resto siempre para tu madre.


A los dieciséis años quisiste emigrar a Argentina a la casa de una tía en Buenos Aires.
Tu madre te lo permitió, pero solo si llevabas también a tu hermana menor, Remedios, contigo.
Lo hiciste. En Buenos Aires no podías trabajar tampoco por ser menor. Mentiste en las Aplicaciones y pudiste conseguir trabajo en una clínica como ayudanta de enfermera.

Lavaste bacinillas, cambiaste camas, y limpiaste pisos con otros trabajos similares.
Todo por ganar suficiente dinero para poder reclamar a tu madre y hermanos menores,
Sito (José) y Paco (Francisco). Luego conseguiste un trabajo de mucama en un hotel
En Mar del Plata. Los dueños apreciaron tu pasión por cuidar a sus niños pequeños.

Te mantuvieron como niñera y mucama—sin doble sueldo. Entre tu (pobre) sueldo y
Propinas de mucama, en un tiempo pudiste guardar suficiente dinero para comprar
Los pasajes para tu madre y hermanos. También pudiste volver a Buenos Aires y
Conseguiste alquilar un doble cuarto en una antigua casa cerca del Consulado español.

De aquellas, aun menor de edad, ya trabajabas en el laboratorio Ponds—al cargo de una
Máquina de empacado de productos de belleza. Ganabas buen dinero, y vivieron en el
Centro de Buenos aires en esa casa hasta que te casaste con papa muchos años después.
Aun te perseguía la mala costumbre de decir lo que penabas y de no dar el brazo a torcer.

El sindicato de la Ponds trató de obligarte a registrarte como Peronista.
A gato escaldado hasta el agua fría le hace daño, y reusaste registrarte al partido.
Le dijiste al sindicato que no le habías escapado a un dictador para aliarte a otro.
Te amenazaron con perder el trabajo. Y con repatriarte a ti y a tu madre y hermanos.

Tu respuesta no la puedo escribir aquí. Te llevaron frente al gerente general demandando
Que te despidiera de inmediato. Contestaste que te demostraran razones para hacerlo.
El gerente—indudablemente a propio riesgo—contestó que no había mejor trabajadora
En la fábrica y que no tenía el sindicato razones para pedir que te despidiera.

Después de un noviazgo de varios años, se casaron tú y papa. Tenían el mundo en sus
Manos. Buen trabajo con buenos ahorros que les permitirían vivir muy bien en el futuro.
No podías tener hijos—los cuales siempre anhelaste tener. Tres años de tratamientos
Lograron que me dieras vida. Vivimos por años en un hermoso apartamento en la ciudad.

Tengo uso de razón y recuerdos gratos desde antes de los dos años. Recuerdo muy bien ese Apartamento. Pero las cosas cambiaron cuando decidieron emprender un negocio
Que no fue sostenible en el caos de la Argentina en los años 60. Recuerdo demasiado bien el Sacrificio tuyo y el de papa—es eso un tema para otro día, pero no para hoy.

Fuiste la persona más trabajadora que conocí en mi vida. No le temías a ningún trabajo
Honesto por fuerte que fuese y tu inquietud y espíritu competitivo siempre te hicieron
Una empleada estelar en todos tus trabajos, la mayoría de ellos sumamente esclavos.
Hasta en casa no sabias parar a no ser que tuvieras con quien charlar un rato largo.

Eras una gran cocinera gracias en parte al chef del hotel en cual trabajaste en Argentina
Que era también un compatriota español (vasco) y te enseno a cocinar muchos de sus
Platos españoles e italianos favoritos. Fuiste siempre muy mal comedora. Pero te
Encantaba cocinar para amigos, familia y—cuantos mas mejor—y para las fiestas.

Papá también era buen cocinero aunque con un repertorio mas limitado. Y yo aprendí
De los dos con mucho afán también a cocinar desde joven. Ni en la cocina ni en ninguna
Fase de mi vida me puedo comparar contigo ni con papa, pero también me encanta
Cocinar y en especial para compartir con seres queridos.

Te daba gran placer introducir a mis amigos a tus platos favoritos como la cazuela de mariscos,
Paella, caldo gallego, tus incomparables canelones, ñoquis, orejas, filloas, buñuelos, flan,
Y todo el resto de tu largo repertorio de música culinaria. Papa me iba a buscar al colegio
Cuando en la escuela secundaria (JHS #10) todos los días antes del trabajo.

Los dos trabajaban el segundo turno y no partían hasta después de las 2:00 p.m.
Muchos días traía el coche lleno de mis compañeros. Recuerdo igual que si fuera ayer
Las caras de mis amigos judíos, chinos, japoneses, italianos, ingleses e irlandeses
Cuando primero probaron el pulpo, caldo gallego, la tortilla, las orejas o el flan.

Mediante el bachiller, la universidad y los estudios de derecho fue igual. A veces parecía
Una reunión de Las Naciones Unidas, pero siempre con comida. Siempre trataste a mis
Amigos íntimos como si fueran hijos tuyos también. Y algunos aun hoy día te quieren
Como una segunda madre y sienten tu ausencia aunque no te vieran por muchos años.

Tuviste una pasión por ser madre (una gran pena que solo tuvieras un hijo).
Que te hizo ser demasiado protectora de tu hijo.  Me vestías con ropa exclusiva de
Les Bebes—Fui un muñeco para quien no los tuvo de niña. No me dejabas fuera de tu vista.
El mantenerme en un ambiente libre de gérmenes produjeron algunos problemas de salud.

Mi pediatra te decía “Quiero verlo con las rodillas raspadas y las uñas sucias.”
Tú lo tomabas como un chiste. Me llevabas a menudo a un parque y a la calesita.
Lo recuerdo como si fuera ayer. Pero no recuerdo tener ningún amigo hasta los siete u ocho
Años. Y solo uno entonces. No recuerdo tener una pandilla de amigos hasta los 13 años. Triste.

Cuando comencé a hablar como una cotorra con un año, y a caminar al mismo tiempo,
Me llevaste al médico. El medico pensó que era solo idea tuya. Me mostro unas llaves y me
Pregunto “Sabes lo que es esto, Danielito?” “Si. Son las llaves de tu tutú,” le contesté.
Después de unas pruebas, le recomendaron a mi madre que alimentara mi curiosidad.

Según ella era yo insoportable (algunas cosas nunca cambian). Si le preguntaba a
Papá por que el sol quema, a que distancia esta, que son las estrellas, por qué una
Linterna enfocada al cielo en una noche oscura no se ve, por qué los aviones no tienen
Ruedas debajo de pontones para poder aterrizar y despegar en el agua? Etc., etc., etc.

Me contestaba con paciencia. Recuerdo viajes en tren o autobús sentado en las piernas de mi Padre haciéndole mil preguntas. Desafortunadamente, si le preguntaba algo a mama que No supiera contestar, inventaba cualquier respuesta con tal de hacerme callar en vez de decirme “No se” o “pregúntaselo a papá” o “vete al infierno de una ver por todas y dejame en paz.”

Cuando me contaba algún cuento y no me gustaba como terminaba, “Caperucita Roja” por Ejemplo, mi madre tenía que inventar un fin que me gustara mejor o aguantar un llanto
Interminable. Pobre madre. Inventar lo que a Danielito no le gustaba podía ser peligroso.
Recuerdo un día en el teatro viendo dibujos animados que me encantaban (y aun encantan).

El Pato Donald salió en una escena comiéndose un tremendo sándwich. Le dije a mamá que
Quería un sándwich igual. En vez de contestarme que no era un sándwich de verdad, o que me Llevarían a comer después del teatro (como de costumbre) se le ocurrió decirme que me
Lo iba a traer el Pato Donald al asiento. Cambio la escena y el Pato Donald salió sin el sándwich.


Se acabo el mundo. Empecé a chillar y llorar que el Pato Donald se comió mi sándwich.
Me había mentido y no me trajo el prometido sándwich. Eso era algo insoportable.
No hubo forma de consolarme o hacerme entender—ya tarde—que el Pato Donald también
Tenía hambre, que el sándwich era suyo y no mío, o que lo de la pantalla no era realidad.

Ardió Cristo. Se había comido el sándwich del nene el Pato Donald quien era (y es) mi favorito.
La traición de un ser querido así era inconcebible e insoportable. Me tuvieron que quitar del
Cine a grito pelado. No se me fue la pataleta por largo rato. Pero todo paso cuando mi querida Tía Nieves (una prima) me dio unas galletas marineras con mermelada más tarde en su casa.

Cuánta agua debajo del puente. Tus recuerdos como el humo en una placentera brisa ya se han Esparcido, son moléculas insubstanciales como estrellas en el cielo, que no pintan cuadros Coherentes. Una vida de conversaciones vitales vueltas a susurros de niños en una tormenta Tropical, impermisibles, insustanciales, solo un sueño que interrumpe una pesadilla eterna.

Así es tu vida hoy. Tu memoria fue siempre prodigiosa. Recordabas el nombre de todas las Personas que conociste en toda tu vida—y conversaciones enteras palabra por palabra.
Con solo tres años de escuela, te fuiste por el mundo rompiendo paso y aprendiste a leer y
Escribir ya después de os 16 años en una ciudad adoptiva. Te fue más que suficiente tu estudio.

Siempre dije que eras mucho mejor escritora que yo. Cuantas excelentes novelas u obras de Teatro y poesía hubieras escribido tú con la mitad de mi educación y el triple de trabajo?  
No ay justicia en este mundo. Por qué le da Dios pan a quien no tiene dientes? Tú prodigiosa Memoria no te permite ya que me reconozcas. Fui la última persona que olvidaste.

Pero aun ahora que ya no puedes tener una conversación normal en ningún idioma,
Alguna vez te brillan los ojos y me llamas “neniño” y sé que por un instante no estás ya sola.
Pero pronto se apaga esa luz y vuelve la oscuridad. Solo te puedo ver unas horas un día a la Semana. Las circunstancias de mi vida no me dejan otra mejor opción.

Algún día no tendré ni siquiera la oportunidad de compartir unas horas contigo. No tendrás
Monumento alguno salvo en mis recuerdos mientras me quede uso de razón. Toda una
Vida de incalculable sacrificio de la cual solo dejarás el más pobre rasgo viviente del amor
De tu único hijo quien no tiene palabras para honrarte adecuadamente ni nunca las tendrá.


*          *          *

Ya llegó ese día, demasiado pronto. Octubre 11, 2018. Llegó la llamada a las 03:30 horas,
Una o dos horas después de haber quedado yo dormido. Te trataron de resucitar en vano.
No habría ya mas oportunidades de decirte te quiero, de acariciar tus manos y cara,
De cantarte al oído, de poner crema en tus manos, de anhelar que esta semana me recordaras.

De contarte acontecimientos de seres queridos, a quien vi, que me dijeron, quien pregunto
Por ti, ni de rezar por ti o de pedirte si me dabas un besito poniendo mi mejilla cerca de tus Labios y del placer cuando respondías dándome muchos besitos. Cuando no me respondías,
Lo mas probable estos últimos muchos meses, te decía, “Bueno la próxima vez.”

Siempre al despedirme te daba un besito por Alice y un abrazo que siempre te mandaba,
Y tres besitos en tu frente de parte de papa (siempre te daba tres juntos), y uno mío. Te
Dejaba la tele prendida en un canal sin volumen que mostrara movimiento. Y en lo posible
Esperaba que quedaras con los ojos cerrados antes de marchar.

Se acabó el tiempo. No hay mas prorroga. Mis oraciones cambian de pedir que Dios te proteja
Y que por Su Gracia puedas sanar un poquito día a día a que Dios guarde tu alma y la de papá y
Permita que descansen en paz en Su reino. Te hecho mucho de menos ya, como a papá, y lo
Haré mientras viva y Dios me permita uso de razón. No sabia lo que es estar solo. Ahora si lo se.

Cuatro años viendo tu deslumbrante luz reducirse a una vela temblando en a oscuridad.
Cuatro años temiendo que te dieras cuenta de tu situación.
Cuatro años rogando que no tuvieras dolor, tristeza o soledad.
Cuatro años y sin aprender como decirte adiós. El resto de mi vida esperando verte otra vez.

Te quiero con todo mi corazón siempre y para siempre, mamá. Descansa en Paz.
You can hear all six of my Unsung Heroes poems read by me in my podcasts at https://open.spotify.com/show/1zgnkuAIVJaQ0Gb6pOfQOH. (plus much more of my fiction, non-fiction and poetry in English and Spanish)
DAVID Dec 2014
mediante la obscuridad , escondes el deseo ,
tu imagen de fria e inalcanzable , contrasta con
la humedad  perceptible entre tus piernas .
bajo el relieve , el pliegue erogeno , en tu ropa intima ,
tu piel erizada bajo mis dedos tibios y decididos .
  la reaccion  aterida de tu piel erizandose ,
al mirar el fuego en mis ojos .
el vaticinio del desden post coitum , la humedad en mi pelvis , tu aroma en torno al tornillo que sostiene mi vida , la humedad en mi pelvis ,
rastro de tu cabalgata en mi regazo agradecido .


lo lascivo de tus ojos  sosteniendo mi mirada ,
recorrer con mis dedos , las inperfeciones de tu piel
lo imposible de tu belleza , la certeza de tu deseo , la febril mirada
el eco en mi cabeza , que repite una cantinela , la perorata del perdedor
buscando certeza , el garre firme de tus manos , sosteniendo las mias
el eco en mi cabeza que repite ,  LUCKY ******* , COMO UN MANTRA DE FUERZA .

repitiendo ecos de torzion , lazos de deseo entre vistazos de
tus ojos bellos , ecos del perdedor , para tener un recuerdo de ese momento de esa fantasia .

tu ferocidad  contrasta con lo frio de tu piel , y la frialdad con
que diriges tus ojos como laser .
mediante la obscuridad que despliegas para esconder el
deseo postumo .
ahogados los clamores de tu ****** ,  vuelves al juego , donde la indiferencia y la frialdad son tu  moneda de cambio .
solo que en tus ojos , llevas aun rastros del fuego que sacas de mi alma
de mis entrañas de mis genitales , asi te llevas lo mejor de mi ,
mi semilla mi sudor y mi alma , entre tus piernas y en tus uñas un poco de mi piel , y en tu mente mi recuerdo , el eco funesto de haber amado y seguir amando a un loser ,
translations are personal , and for that y spect that how read this make his or her own translation . besides poetry is better in the original language ,
like reading huidobro in french , the cool  altazor .
Victor D López Dec 2019
Tu esposo murió a los 40 años, dejándote sola con siete hijos a mantener,
Pero no antes de que tu hijo mayor más, Juan, muriera ahogado en el mar,
Aun en su adolescencia, trabajando como pescador para ayudarte a ti y a tu esposo
A poner comida en la mesa.

Habías también perdido a una hija,
Toñita, también en su tierna adolescencia, a la enfermedad.
Sus gentiles almas puras encontraron
Su camino de regreso a casa demasiado pronto.

Más tarde en la vida que perderías dos hijos más a la tragedia, Paco (Francisco),
Un, hombre sumamente trabajador, honesto, y bueno cuya inclinación a usar lenguaje ******
Nunca pudieron desmentir una naturaleza apacible y un corazón generoso. Se electrocutó con una
Luz portátil defectuosa mientras trabaja en torno a su piscina.

Y el niño de tus ojos, Sito ( José ), el último en nacer y tu preferido, quien
Había heredado la hermosura física de su padre y también su conciencia social, su política de izquierdas, Su imponente presencia, su ***** de oro, y su mala, mala suerte, terminando su vida tal vez por
Accidente debajo del carril de un tren en movimiento.

Ni la desesperación ni la pobreza pudieron doblar tu espíritu. Tú te levantaste todos los
Días antes de la madrugada para vender el pescado en un puesto en la plaza.
Y cada tarde colocaste una enorme cesta de mimbre en la cabeza y
Caminaste muchos, muchos kilómetros para vender más pescado en otros pueblos.

El dinero era escaso, por lo cual a menudo recibías otros bienes a cambio de tu pescado.
También le dabas tu pescado a quien solo te lo podía pagar con su bendición. Caminabas
De vuelta a casa, a altas horas de la noche, a través de la oscuridad o por
Caminos iluminados por la luna, cargada de lo que te dieran a cambio de tu pescado.

Verduras, huevos, y tal vez un conejo o un pollo llenaban tu cesta de mimbre sobre tu
Fuerte cabeza. Caminabas recta sobre tus piernas repletas de venas varicosas, impulsada
Siempre hacia delante por un propósito noble: alimentar a tus hijos y poder darles
Esperanza de que vendrían tiempos mejores.


Durante la peor época de hambre mediante y después de la Guerra Civil, la chimenea de tu
Casa alquilada con vistas al Puerto de Fontan, expulsó humo ***** todos los días.
El fuego de tu lareira alimentó no sólo a tus hijos, sino también a muchos vecinos aun
Menos afortunados que tú, alimentando su cuerpo y manteniendo en vida la esperanza.

Fuiste criticada por algunos vecinos cuando lo peor había pasado, después de la guerra.
"¿Por qué trabajas tan duro, Remedios, y permites que tus niños pequeños trabajen
Tan jóvenes? Los sacrificas a ellos y a ti misma sin necesidad por un orgullo imbécil
Cuando Franco y la ayuda extranjera otorgan comidas gratis para los necesitados”.

“Mis hijos nunca vivirán de la caridad pública mientras mi espalda lo permita,” era tu
Contestación. Resentiste a tu esposo por poner la política por encima de su familia, y por
Arrastrarte a ti y a tus dos hijas mayores de tu cómoda y sana vida en tu casa, en el
Numero 10 Perry Street cerca del Grenwich Village a una Galicia sin esperanzas.

El optó por inclinar su lanza a molinos de viento por a la eterna gloria de otros hombres
Necios. Y te dejó a ti sola para enfrentar la ingloriosa lucha por la sobrevivencia diaria.
No obstante su corazón enfermo, el trabajó  con gran diligencia para promover un futuro
Justo en su querida España, ignorando la realidad practica de tu doloroso presente.

Te llenó de hijos y construyó con gran cuidado la cruz en la cual lo crucificaron, una
Palabra a la vez, dejándote a ti la dolorosa tarea de recoger los rasgos de su idealismo
Destrozado.  Pero tú sobreviviste y prosperaste sin sacrificar tus propios principios
Sólidos y sin permitir que tus hijos sufrieran más privaciones que las del trabajo duro.

Nunca perdiste tu sentido del humor. Nunca tomaste a nada ni a nadie con gran seriedad.
Enfrentada con la absurdidad de la vida, siempre optaste por reírte con ganas.
Te vi llorar muchas lágrimas de risa, Pero nunca te vi llorar lágrimas de tristeza o de dolor.
Nunca te verías a ti misma como una víctima ni permitiría que otros lo hicieran.

Te encantaba la gente. Tu sentido del humor fue siempre irreverente y repleto de suave Ironía.
Y de gran sabiduría. Te encantaba reírte de ti misma, de otros, y especialmente de
Tontos pomposos que invariablemente no se daban cuanta que eran los objetos de tu gran
Diversión, inconscientes de tu despito, proveído con gentiles palabras y ojos luminosos.

Tus cataratas y miopía hicieron difícil que leyeras, No obstante leías
Vorazmente y te encantaba escribir largas cartas a tus seres queridos
Y amigos. Eras una anciana sabia, la persona más sabia y más fuerte que jamás conoceré.
Eras sabia, si, pero con el corazón de una niña y el alma de un ángel.

Fuiste el ser más sano, más racional, más bien ajustado y humano que jamás he conocido. Eras
Traviesa, pero incapaz de malicia. Fuiste aventurera; nunca tuviste miedo de probar o de aprender algo Nuevo. Fuiste amante de la diversión, interesante, amable, traviesa, divertida e infernalmente inteligente.


Habrías sido una de las primeras adoptadoras de toda la
Tecnología moderna, si hubieras tenido una vida más larga,
Y te hubiera encantado jugar-y trabajar con
Todos mis juguetes electrónicos.

Habrías sido un terror con un procesador de textos, con el correo electrónico
Y con las redes sociales y una gran campeona con mis juegos de video.
Me habrías ganando en todos ellos. Éramos grandes amigos tú y yo,
Y compañeros de juego a lo largo de la mayor parte de mi infancia.

Nos seguiste a nosotros aquí en breve después de que emigramos en 1967, dejando atrás a 20 nietos. Nunca entendí a plenitud la profundidad de ese sacrificio,
O el amor que lo hizo soportable para ti. Lo comprendo ahora. Demasiado tarde.
Es uno de los grandes pesares de mi vida.

Jugamos juegos de mesa, a vaqueros e indios, carreras de coches eléctricos,
Volteamos tarjetas de béisbol y compartimos miles de manos de cartas juntos. Nunca
Se me ocurrió que tú eras el más mínimo inusual de ninguna manera. Te amé profundamente, pero Nunca me moleste mucho por demostrártelo. Eso también me pesa, y es también demasiado tarde.

Después de mudarse a Buenos Aires, cuando mamá se había ganado suficiente dinero
Para llevarte a ti y a los dos hermanos más jóvenes, el sistema de cuotas entonces
No permitía que emigraran también tus dos hijos menores, quienes quedaron
Al buen cuidado de tu hija casada mayor en España, María, y su esposo, Fausto.

Los querías contigo. Te dirigiste directamente a Evita Perón para pedirle ayuda.
Como era de esperar, no pudiste conseguir esquivar a sus porteros. Pero no eras nada si no persistente. Sabías que Evita salía temprano cada mañana para su oficina. Y te
Estacionaste a las 6:00 de la mañana, mediante muchos, días por su camino de salida.

Con el tiempo, Evita le hizo parar a su chofer y te señalo que te acercaras.
"Abuela, ¿por qué me hace señas a mí cada mañana cuando salgo para mi trabajo? "
Ella preguntó. Tu le explicaste acerca de tus hijos en España. Evita se apiadó y
Te escribió un pase en su tarjeta para verte en su oficina al día siguiente.

La fuiste a ver al día siguiente y ella te aseguró que la visa se expediría inminentemente;
Cuando se enteró de que hacías la vida de lavandera y de limpieza,
Ella te ofreció una máquina de coser y entrenamiento para
Convertirte en una costurera con la intención de promoverte una vida mejor.

Tú se lo agradeciste, pero declinaste la oferta. "Dele la máquina de coser a otra madre Necesitada. Mi espalda es fuerte y mis manos me sirven bastante bien, igual que siempre Me sirvieron. “Evita debió haber quedado impresionada, puesto a que te pidió que la Visitaras una vez más cuando los niños hubiesen ya  llegado a Buenos Aires.


Te dio otro pase y tú cumpliste tu palabra, como siempre, de volver a verla con tus niños.
Evita te volvió a ver en su despacho brevemente y compartieron chocolate en taza y Galletas tu, Evita y tus dos hijos menores—Emilio y José (Sito). No eras partidaria de la Política ni del
Peronismo, pero siempre defendiste a Evita mediante tu larga vida.

Te fuiste demasiado pronto. No te había dicho “te quiero” en muchos años, estando
Demasiado ocupado con mis estudios y con otras ocupaciones igualmente inútiles.
Falleciste sin poder volverte a ver. Mamá tuvo que ir a tu lado sola. La última vez que
Te había escrito te envié una foto de mi graduación de abogado.

Según mamá la llevabas en el bolsillo antes de que te diera el ictus cerebral del cual
No hubo recuperación. Como siempre, me quisiste con todas mis faltas que me hacen
Indigno de tu cariño. Yo presentí el momento de tu muerte. Desperté de un profundo
Sueño desperté y vi un pájaro blanco parado encima de mi escritorio al pie de mi cama.

Ese pájaro de tamaño humano extendió unas enormes alas y voló hacia mí,
Traspasándome y dejándome en un fuerte escalofrió. Supe en ese momento que
Habías muerto. Lloré y recé por ti. Mamá llamo el próximo día por la mañana
Para confirmar la triste noticia.

Mamá también me comunicó muchos años después que habías estado en una
Coma por un tiempo pero que habías despertado y que, sin conocerla, le
Habías dicho que viajabas a Nueva York par ver a tu nieto. Luego te dormiste
Por última vez, según mamá.  Te echo de menos todos los días.

Translated by the author from Of Pain and Ecstasy: Collected Poems (C) 2011 Victor D. Lopez (Amazon Kindle and CreateSpace)]
DAVID Jul 2016
acallado el fuego,
imperecedero, y la
sed de tu piel, saciada
con creces.

vacilante nunca, pues
tus ojos brillan,de placer,
deseo, satisfaccion total
y absoluta.

la humedad en mi pelviz,
el brillo sedoso, y agridulce
en mi regazo de leon amado.

y por un momento, justo en
ese momento, estoy completo,
sereno, amado, deseado, una
bestia plena, serena, agradecida.

la pena, el dolor, la ira y su desidia,
y el latrocinio brutal, son solo escollos
borrados con la humedad de tu ****.

vacilante es aquella, que no ha amado,
su mentira es una cruz pesada, oscura,
fatua, inerte, su alma jamas podra amar,
bajo  el falo divino.

en cambio, tus ojos, verdad, amor y ventura,
amando un imposible, y aun asi amando,
los estertores de tu ****** amada, besada,

penetrada, tierna y ferozmente, son el eco
del fuego chocando con el mar, provocando la vida,
el vapor, que riega la tierra, que genera el ciclo troffico
de la vida, fuego y agua, vapor de vida, pasion,
entre dos bestias, bellas y amadas.

tu miel y tu deseo, SALVAJE, intenso,
perenne, son vitales en la soledad,
de una bestia de montecristo, que solo, acarrea

el daño y el dolor, de las traiciones,
cada corte y puñalada, me hicieron el
hombre fuerte, que ahora soy.

indestructible, y viviendo, amando
imposibles, destruyendo la mentira,
acabando con las debilidades, de los que solo
mienten, llenos de odio, envidia y rencor,
por haber perdido el tornillo que sujeta
nuestra vida.

luego de eso, y por sus debilidades, montecristo
es vencedor, una bestia con corazon, que aprendio
a amar, lo imposible y lo posible, a desaparecerse
en el otro, envuelto en su luz, y su belleza, y la
debilidad y maldad de aquellas chicas mondego,

solo apuraron la debacle, me bato solo
frente a sus errores, riendo y contestando
a las mentiras, sus mentiras y anatemas,
se volvieron en su contra, la verdad limpio el agua,
y el fuego hizo el vapor, completando el ciclo de vida.

asi, mediante el deseo, y  la mutua pasion, ocurrioze
lo imposible, en pos de la vida, y el amor.
la quimera del deseo, nunca borro, aquella vez
que nos tocamos, a pesar de las diferencias, plenos,
salvajes.

generando el vapor, cogiendo, gruñendo, bramando,
en mi mente y en la tuya, el mismo deseo,
la inconmesurable verdad, nuestra verdad,
y la incomprensible mentira, fatua, el eco de lo falso,
y sus mentiras infecciosas, corrompiendo, y enlutando
lo que siempre fue luz y vida.

la falsa nocion de amor, en el yerro, y sus
secuazes, con su engaño de la no aceptacion,
la necedad, u la locura, fatuos oscuros incompletos.
clauditis inspirativa
Y está tu corazón
próximo prójimo
hermano a borbotones
ensimismado dócil triste exangüe
con terribles secretos en tu fondo
con tu ebria soledad acompañada

próximo
algunas veces lejanísimo prójimo
cuantos rostros me diste
me estás dando
sobreviviente atroz sobreviviente
de esta herida sin labios
de esta hiedra sin muro

qué maga
qué sin trenzas viniste
ah prójimo-muchacha la primera
a instalarte delante de mis ojos de niño
que no sabía nada
que no sabía nada
mi dialecto era verte y anunciar para siempre
entre diez compañías de soldados de plomo
mi gran amor deslumbre
mi pobre amor a cuerda

vino el amigo absorto
sin percances
y no se habló de muertes
en su cercado limbo
tan sólo se jugaba
al más allá
y el sábado
era una bruma pero sin reloj
sin llave urgente ni contradicciones
amigo nada más
amigo muerto

los padres
claro
como un gran suburbio
amor congénito en mansa barbarie
subordinado e invasor
amor ciego o miope o astigmático
aún puedo abrigarme en sus imágenes
están aquí al alcance
viejo
vieja
un poco sordos para su propia incógnita
pero siempre pendientes
de mi nueva llegada

venga maestro
no lo olvido
usted me abrió los cielos
colonizó mi alma
con el meñique se alisó la barba
y miró el mundo
(yo estaba en el mundo)
con un desprecio cruel
no le perdono
SU vocación de estafa
ni aun ahora
que está bien muertecito
dios mediante

prójimo
hermano literal
quién sabe
dónde quedó el momento en que jugamos
lanzando al aire nuestros ocho años
de diferencia o de encadenamiento
duermes y duermo
el sueño y el espanto
viajan de tu fatiga a mi fatiga
y viceversa vuelven a viajar
hasta que al fin también
ellos se duermen

prójimo mí enemigo
que me conoce y finge no saberme
y en su tedio descubre
ese rencor enorme y tan minúsculo
por cierto no lo envidio
cuando pronuncia vida y piensa muerte
cuando repite cristo y piensa judas
a esta altura tal vez ya esté oxidado
su resentido embuste didascálico
quizá contemporice y diga ciencia
por no decir conciencia

estás en el pupitre
como yo desterrado
en tanto que en el patio
llueve diagonalmente
el alemán rechina y tú divagas
hasta que la trompada
ese viejo argumento
cae sobre tu oreja que es la mía
y tu alarído estalla para siempre
y ahora la lluvia es sólo vertical

mi mujer está aquí
pero antes mucho antes
se acercó por un patio
de baldosas en rombos
y allí empecé a tomar tremendas decisiones
entonces fui a mirarla desde buenos aires
yo era su prójimo sin lugar a dudas
volví y le dije
piénsalo
pero ella dijo
no necesito pensarlo

prójimo el admirable
el cándido
el impuro
te vi una vez pero nunca me viste
no capitularé ni capitularemos
tan importante como julio verne
vas tripulando una nave una isla
un cuerpo extraño inverosímil nuevo
pero en un lustro apenas
será el cuerpo de todos
ojalá y cotidiano

prójimo en que me amparo
tu compacta amistad
tu vida un tanto mustia
tu faro de confianzas
tus vísperas de solo
son para mí el contorno imprescindible
prójimo-muro gris acribillado
prójimo-pasamano en que me apoyo
cuando desciendo la escalera y temo
que algún peldaño pueda estar podrido

rostro herido heridor
ojos que lo supieron
aduana de la dulce simetría
olvidada presencia inolvidable
estás en algún sitio
en algún tríptico de resignaciones
yo pienso en ti cuando la noche clava
para siempre qué suerte para siempre
otra lanza-nostalgia
en mi costado
y está curazón
próximo prójimo
no te avergüences de su llanto.

la cabeza hace trizas el pasado
fríamente coloca sus razones invictas
divide en lotes la melancolía
negocia cautamente tus acciones en alza
desorganiza para siempre tu magia
te despoja del cándido futuro
amuebla los infiernos que te esperan
después del provisorio desamparo
te hace lúcido y hueco
cruel y lúcido
voraz y pobre lúcido

pero también
por suerte
está tu corazón

ese embustero
ese piadoso
ese mesías.
MJ L Oct 2019
Santa patrona de los
Cirujanos plásticos y las
Escaras
Por ti merodeamos más cerca al
infierno

No hay que hacerse ilusiones
Por ti mediante
El cielo se mantiene libre
De hombres y expectativas

Nos pegaste al barro
Y al cemento
Condenados a la calvicie
Y a las rodillas en carne viva

El hecho de vivir de pie
Puede parecer una herejía  
Frente a tu maldita y relativa
Omnipotencia
Victor D López Dec 2019
Aunque estoy parado en los hombros de gigantes, no veo mucho más lejos que el puente de mi nariz.
La culpa es mía. La vergüenza es mía.  Pues no soy digno de ustedes, mis queridos muertos.

Parte I - Emilio (abuelo materno)
Su crimen fue su inteligencia y su posesión de una conciencia social,
Que le hizo anhelar ver a su amada España permanecer libre y le impidió tolerar a fascistas.
No porto armas, aborrecía todo tipo de violencia. No incito la rebelión,
Aunque se rebeló contra los enemigos de la libertad nacionales y extranjeros.

Fue apasionadamente un idealista que, en un tiempo de oscuridad, se aferraba a la
Creencia en la perfectibilidad del espíritu humano.  No pudo soportar las mentiras que los periódicos Regionales llevaban diariamente y tradujo noticias de los periódicos estadounidenses y británicos sobre La creciente tormenta, compartiendo la verdad libremente con todos los que le escuchaban.

Dio discursos y escribió discursos dados por otros en apoyo a un condenada República,
Derrumbándose bajo el peso de su propia incompetencia y corrupción.
Le avisaron amigos de su inminente arresto y le ofrecieron pasaje a Estados Unidos o a
Buenos Aires donde muchos de sus amigos ya habían encontrado refugio.

Pero no conseguirían pasaje para su esposa y nueve hijos, y se negó a abandonarlos a su suerte.
Ellos vinieron por usted, como siempre, en medio de la noche, esos cobardes con rostros severos Escondidos detrás de ametralladoras.  Le llevaron preso, no por la primera vez, al Castillo de San Antón, una fortaleza en una bahía hermosa y tranquila, y lo transfirieron a otros calabozos.

Le arrancaron las uñas, una por una, y esos sus más tiernas caricias, mientras le pidieron nombres.
Lo que soportó, solo Dios lo sabe, mediante meses, y fue condenado a muerte como un traidor.
Le abrían fusilado en La Plaza de María Pita. Pero la República tenía amigos, hasta entre algunos oficiales Fascistas, y uno de ellos le abrió la puerta de su celda en la víspera de su ejecución.

Había sido transferido al Castillo de San Antón a esperar su sentencia. No obstante de haber contraído Tuberculosis entonces, sin embargo, según mi abuela, logro nadar de A Coruña a Sada a través de la Bahía en una noche sin luna, a la seguridad en el hogar de otro patriota que arriesgo su vida y la de su Familia para esconderle en su sótano y realizo un viaje de muchos kilómetros a pie para encontrar a su esposa.

Encontró su casa y le informo a su esposa del inesperado aplazamiento, y le pidió que enviara alguna
Ropa y zapatos para reemplazar sus trapos sucios.  Su hija mayor, María, insistió en
Acompañar a ese honrado desconocido, llevando cuanta ropa, comida y afectos personales
Pudo rápidamente recoger para llevárselos, sin saber cuándo le podría volver a ver.
De vez en cuando acepto la hospitalidad de una noche de estancia en el desván o ático de un Simpatizante republicano, los cuales no eran difíciles de encontrar en una Galicia
Ferozmente independiente bajo el yugo de uno de los suyos.
Pero sobre todo vivido en el bosque, con guerrilleros activos durante años.

Vivió con todas las comodidades de un animal cazado con otros que no cederían,
Cuyo mayor delito consistió en estar en el lado equivocado de una causa perdida.
Espero que le diese algo de consuelo el saber que estabas en el lado derecho de la historia.
No se lo dio a su esposa ni a sus nueve hijos.

Usted pagó muchos inimaginables sacrificios como penitencia por su conciencia.
Una vez al mes o más, después de pasado algún tiempo, visitó su esposa e hijos. Le introdujeron a los Más pequeños como un tío que vivía lejos. No sabían ellos que el barbudo salvaje que pagaba estas Visitas en media noche y se despedía antes de amanecer llevando puesta la ropa vieja y limpia de papa.

Los más mayores, María, Josefa, Juan y Toñita, todos aun en su adolescencia, les decían a los más Pequeños que su "tío" portaba noticias de su padre. Los niños más jóvenes, aun vistiendo los mantos Deshilachados de su inocencia, aceptaban esto, no cuestionando por qué se quedaba en el cuarto de Mamá toda la noche y se había ido siempre antes que despertaron la mañana siguiente.

No puedo concebir la profundidad de su angustia en tener que interpretar el papel de un extraño en su Propia casa, de no poder abrazar a sus hijos más pequeños quienes adoraba, para prevenir que los Vecinos fascistas quienes trataban a menudo de adquirir informes de ellos con pasteles y dulces en Tiempos de hambre, tratando de usar su Inocencia como un arma contra usted.

Sus padres eran relativamente ricos empresarios que cultivan el mar pero lo desheredaron—
Tal vez por su forma de actuar, tal vez por elegir a emigrar, negándose a unirse a la empresa familiar o Tal vez por casarse por amor en la ciudad de Nueva York con una joven sumamente trabajadora pero De clase humilde y estación social inferior en los ojos de sus padres.

Vivió lo suficiente para ver el fin de la guerra civil, pero no a su amada España liberada de sus cadenas.
Falleció antes de sufrir las consecuencias de la guerra cuyo fin fue el preludio de décadas de
Angustiantes cosechas de angustia y Amargura a quienes la sobrevivieron.
No se salvaron de esa cosecha su esposa y sus hijos.

No hay libros que graben su nombre. La mayoría de quienes le conocieron están muertos.
No obstante, siete décadas después de su fallecimiento aun aparecen en su nicho flores en el Cementerio de Fontan que guarda sus cenizas y las de su hijo mayor, Juan y su hija,
Toñita, quienes murieron aún mucho más jóvenes que usted, a los 19 y 15 años.

También yacen allí las cenizas de su esposa, Remedios, donde el
Honor, la bondad, la decencia, y un Corazón puro y deshecho en su
Muy corta vida por un mundo muy poco merecedor de su
Presencia finalmente descansan en paz.

____
Translated from my English original poem "Unsung Heroes -- Part I: Emilio (Maternal Grandfather)" available in its original English version here: https://hellopoetry.com/poem/2904353/unsung-heroes-1-emilio-maternal-grandfather/
My reading of this poem in its English original version is available at https://www.youtube.com/watch?v=5FXkhtOltEc
NOYM NDMJ Sep 2021
¿Dónde estoy?
No me encuentro.
¿Porque me fui?
No sé.

Estoy sola.
No me entiendo.
No me entienden.
Estoy perdida.
Estoy rota,
Y perdí las piezas.
No sé cómo repararme.

La noche cae,
Y el día viene.
El sol y la luna,
Tienen su camino.
Yo no.

Quiero ser yo,
Y solo yo.
No soy lo que no quiero ser,
pero no sé qué quiero.

Todos nacemos con un fuego por dentro,
Que de vez en cuando se apaga.
El mío se apaga más de lo que quiero,
Y no he visto sus llamas realmente florecer,
en lo que parece ser un tiempo eterno.
Solo deja unas cenizas,
que gritan un llanto que nadie oye.
La gente es sorda,
A lo que no entiende.

Quiero ver a ese fuego siempre bailando,
contento dentro de mí.
Pero cuando se apaga,
no sé cómo prenderlo.

Y llega ella,
de pronto, la oigo.
Me encuentro,
Siento, lloro, río.
Vuelvo a conocerme.
Mi mente, a mi alma
vuelve a pertenecerle,
Y no al revés.
Encuentro las piezas,
Y me reconstruyo.

Con cada verso que canto,
Me envuelvo más en las armonías,
Y veo el mundo,
Mediante ojos llenos de paz.

Pero la canción muere,
Pues todo morirá algún día,
Vuelvo a perderme.
Ya no me reconozco.
Vuelvo a romper,
Y las piezas quedan en la oscuridad.
¿Dónde estoy?
Estoy perdida.
Viajé por las tinieblas para inventar la llama,
mediante el deshielo de las estalactitas.

Era alegre el oficio de descubrir el mundo
y las tortugas de oro nacían de la espuma. 1

Olvidé entre las rosas la sal y la ceniza,
y recorrí en el alba la ruta del rocío.

¡Ya sopló el viento oscuro que apaga las hogueras
viajero de las sombras con las manos vacías!
martin v Mar 2021
se supone que es sencillo el olvido
mediante días, semanas, meses de esfuerzo y distracción
y seamos justos; un par de días solamente han transcurrido

he dado luz a exorbitantes cantidades de tabaco industrialmente empaquetado que en el resto de mi vida

ni siquiera me gusta como sabe, ni como las propiedades afectan mi conciencia y mi equilibrio
solamente que, al saborear el
humo
y verlo desde lejos sin que nadie lo contemple
logro una fúnebre réplica de las mariposas que en algún día lluvioso de agosto plantaste en mis entrañas

"¡oh mariposas, espero nunca mueran!" clamaba un yo casi tan ingenuo como idealista: unos cuántos meses atrás

tu contagiosa alegría y empatía
tu calurosa caricia, delicada pero confiada, en ninguna noche me volverá a encontrar
a pesar de que la noche más fría sea

incertidumbre, añoro tu felicidad
la dualidad de mi deseo es clara
mi corazón es roto por la distópica fantasía de que tu sonrisa alegre la mañana de alguien más

pero
¿es inevitable, no?
Una de las lamentables carencias de información que han padecido los
hombres y mujeres de todas las épocas se relaciona con el **** de los
ángeles. El dato, nunca confirmado, de que los ángeles no hacen el amor
quizás signifique que no lo hacen de la misma manera que los mortales.

Otra versión, tampoco confirmada pero más verosímil, sugiere que si
bien los ángeles no hacen el amor con sus cuerpos (por la mera razón de que carecen de los mismos) lo celebran en cambio con palabras, vale
decir con las adecuadas.

Así, cada vez que Ángel y Ángela se encuentran en el cruce de dos transparencias, empiezan por mirarse, seducirse y tentarse mediante el intercambio de miradas que, por supuesto, son angelicales.

Y si Ángel, para abrir el fuego, dice: "Semilla", Ángela, para atizarlo, responde: "Surco". Él dice: "Alud", y ella tiernamente: "Abismo".

Las palabras se cruzan, vertiginosas como meteoritos o acariciantes como copos.

Ángel dice: "Madero". Y Ángela: "Caverna".

Aletean por ahí un Ángel de la Guarda, misógino y silente, y un ángel de la Muerte, viudo y tenebroso. Pero el par amatorio no se interrumpe,
sigue silabeando su amor.

Él dice: "Manantial". Y ella: "Cuenca".

Las sílabas se impregnan de rocío y, aquí y allá, entre cristales de nieve, circulan el aire y su expectativa.

Ángel dice: "Estoque", y Ángela, radiante: "Herida".

Él dice: "Tañido", y ella: "Rebato".

Y en el preciso instante del orgasmo ultraterreno, los cirros y los cúmulos, los estratos y nimbos, se estremecen, tremolan, estallan, y el amor de los ángeles llueve copiosamente sobre el mundo.
Victor D López Dec 2019
He sembrado palabras en tierra fértil,
Los regué con sudor y lágrimas,
Fertilizados con sueños muertos,
Y crecieron, florecieron y prosperaron.

Una rica cosecha tengo ahora,
Cestas repletas de hojas muertas y prensadas,
Encuadernadas en coloridas cubiertas,
Que otros puedan repasar a voluntad.

Me brindan recompensas y algo de alegría,
Me sobrevivirán, aunque no mucho,
Y ayudaran a otros a aprender,
Y quizás a mejorar sus vidas.

Ojalá hubiera sembrado menos palabras,
Cosechado menos fanegas de hojas,
Y elegido sembrar otras semillas,
Que habrían florecido en almas.

En un instante intercambiaría
Celemines de bonitas hojas muertas,
Por una hija mía,
Amada mediante toda mi vida.

Lo hecho no se puede deshacer,
Aunque senderos no tomados me llamen todavía,
Al menos sé que cuándo me vaya,
Las hojas muertas nunca llorarán.
Translated from my poem, "As We Sow, Thus Do We Reap"

— The End —