Submit your work, meet writers and drop the ads. Become a member
Si para recobrar lo recobrado
debí perder primero lo perdido,
si para conseguir lo conseguido
tuve que soportar lo soportado,
si para estar ahora enamorado
fue menester haber estado herido,
tengo por bien sufrido lo sufrido,
tengo por bien llorado lo llorado.
Porque después de todo he comprobado
que no se goza bien de lo gozado
sino después de haberlo padecido.
Porque después de todo he comprendido
por lo que el árbol tiene de florido
vive de lo que tiene sepultado.
Hasta cuándo estaremos esperando lo que
no se nos debe... Y en qué recodo estiraremos
nuestra pobre rodilla para siempre! Hasta cuándo
la cruz que nos alienta no detendrá sus remos.
Hasta cuándo la Duda nos brindará blasones
por haber padecido!...
Ya nos hemos sentado
mucho a la mesa, con la amargura de un niño
que a media noche, llora de hambre, desvelado...
Y cuándo nos veremos con los demás, al borde
de una mañana eterna, desayunados todos!
Hasta cuándo este valle de lágrimas, a donde
yo nunca dije que me trajeran.
De codos
todo bañado en llanto, repito cabizbajo
y vencido: hasta cuándo la cena durará.
Hay alguien que ha bebido mucho, y se burla,
y acerca y aleja de nosotros, como negra cuchara
de amarga esencia humana, la tumba...
Y menos sabe
ese oscuro hasta cuándo la cena durará!
Una de las lamentables carencias de información que han padecido los
hombres y mujeres de todas las épocas se relaciona con el **** de los
ángeles. El dato, nunca confirmado, de que los ángeles no hacen el amor
quizás signifique que no lo hacen de la misma manera que los mortales.

Otra versión, tampoco confirmada pero más verosímil, sugiere que si
bien los ángeles no hacen el amor con sus cuerpos (por la mera razón de que carecen de los mismos) lo celebran en cambio con palabras, vale
decir con las adecuadas.

Así, cada vez que Ángel y Ángela se encuentran en el cruce de dos transparencias, empiezan por mirarse, seducirse y tentarse mediante el intercambio de miradas que, por supuesto, son angelicales.

Y si Ángel, para abrir el fuego, dice: "Semilla", Ángela, para atizarlo, responde: "Surco". Él dice: "Alud", y ella tiernamente: "Abismo".

Las palabras se cruzan, vertiginosas como meteoritos o acariciantes como copos.

Ángel dice: "Madero". Y Ángela: "Caverna".

Aletean por ahí un Ángel de la Guarda, misógino y silente, y un ángel de la Muerte, viudo y tenebroso. Pero el par amatorio no se interrumpe,
sigue silabeando su amor.

Él dice: "Manantial". Y ella: "Cuenca".

Las sílabas se impregnan de rocío y, aquí y allá, entre cristales de nieve, circulan el aire y su expectativa.

Ángel dice: "Estoque", y Ángela, radiante: "Herida".

Él dice: "Tañido", y ella: "Rebato".

Y en el preciso instante del orgasmo ultraterreno, los cirros y los cúmulos, los estratos y nimbos, se estremecen, tremolan, estallan, y el amor de los ángeles llueve copiosamente sobre el mundo.
Tal vez ya no le importa mi gemido
en el indiferente edén callado
en que el espíritu desencarnado
vive como dormido...
Tal vez ni sabe ya cómo he llorado
ni cómo he padecido.

En profundo quietismo,
su alma, que antes me amara de tal modo,
se desliza glacial por ese abismo
del eterno mutismo,
olvidada de sí, de mí, de todo...
¡Cuántos, pues, habrán amado
como mi alma triste amó...
y cuántos habrán llorado
como yo!

¡Cuántos habrán padecido
lo que padecí,
y cuántos habrán perdido
lo que perdí!

Canté con el mismo canto,
lloro con el mismo llanto
de los demás,
y esta angustia y este tedio
ya los tendrán sin remedio
los que caminan detrás.

Mi libro sólo es, en suma,
gotícula entre la bruma,
molécula en el crisol
del común sufrir, renuevo
del Gran Dolor: ¡Nada nuevo
bajo el sol!

Mas tiene cada berilo
su manera de brillar,
y cada llanto su estilo
peculiar.
Jessica Apr 2020
Me pregunto dónde has estado
Hacia dónde has huido
Me pregunto qué te ha definido
Y qué has padecido
Me pregunto qué te ha hecho estremecer

Cuando abres la boca
Huelo a dolor
Cómo si soñar te doliese
Y cuando abres los ojos
Percibo cómo te autotorturas
Con quién sos
no te comprendo, nunca te comprendi, ayudame a comprenderte
I've given you all that I held dear,
My memories, my feelings, my truth laid bare.
Now my words are my testament.
I stripped my soul to gift it to you,
I've wept to wring myself dry,
To extract my essence,
Condensed.
I've shed my skin,
I've forsaken my breath for you,
The one I'll never know, nor wish to.
I've given the best of my being,
I don't want to know what you're like,
So I won't be disillusioned.
I don't want to know anything about others,
I've dreamt of gifting myself,
Of giving myself in waves,
Waves of me.
I know now,
There's nothing to do,
Too human,
To become light,
But I unleafed myself in words.
You can't imagine how I suffered donating myself,
What I've endured, disintegrated, naked,
In those nights of my days for you,
I gave you the best of me,
And you never knew.
It's sad,
So much work,
To be a futility,
But I tried with my heart,
That imperfect heart that thought of you.
For so many hearts that will be thirsty for love,
That love I carry so deeply that I overflowed in verses,
Those words, no matter what they're called,
Were created with such pain,
To whisper my life to you,
And you'll think,
That I was,
Like you.
Just someone,
Someone who once beat,
Who had dreams and nightmares,
And in the end, we are the same,
I am one more, I am like you,
And I felt like you,
I am you, too,
A part of you,
despite,
everything.


----
Soy tú

Te he entregado todo lo valioso que he tenido,

mis recuerdos, mis sentimientos, mi verdad.

ahora mis palabras son mi testamento.

Desvestí mi alma para regalártela,

he llorado para exprimirme,

y sacar mi esencia

condensada.

Me he dejado la piel,

he dejado mi respirar para ti,

ese al que nunca conoceré, ni quiero.

He dado todo lo mejor que tenía de mi ser,

no quiero saber cómo eres

para no desilusionarme.

No quiero saber nada de los demás,

he soñado con regalarme,

en darme en olas,

olas de mí.

Ya sé,

que no hay,

nada que hacer,

demasiado humano,

para convertirme en luz,

pero me deshojé en palabras.

Ni te imaginas lo que sufrí donándome,

lo que he padecido, desintegrado, desnudo

en esas noches de mis días para ti,

te regalé lo mejor de mí,

y nunca lo supiste.

Es triste,

tanto trabajo,

para ser una inutilidad,

pero yo lo intenté con mi corazón,

ese corazón imperfecto que pensaba en ti.

En tantos corazones que estarán sedientos de amor,

ese amor que llevo tan dentro que me desbordé en versos,

esas palabras que da igual como se denominen,

que fueron creados con tanto dolor,

para susurrarte mi vida,

y que pensarás,

que era,

como tú.

Alguien sin más,

alguien que latió alguna vez,

que tuvo sueños y pesadillas,

y que en el fin somos iguales,

soy uno más, soy como tú,

y me sentí como tú,

soy tú también,

parte de ti,

a pesar,

de todo.



-----

14 de Julio de 2025

— The End —