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ZOO Dec 2016
needling by the lake, she seeks me deafly,  
pure warm, and watery grave, gently released me of the week
to sleep, and to my flesh, I put to work, I kiss.
to be just with idleness or just with  laughter.

whose blue eyes are fairy, like the landscape
and with each day, I come to seek you,
she finds in me the cures,
oh gently, let's me down to you mirra, mirra, mirra.
sleeping beauty
Barton D Smock Jul 2012
show me my mother’s back, and her elbows.
the faucet’s spit on neck.
eye black to eye black my brothers checking
for teeth.
show me insomnia, the pacing witch hats
of a dog’s great attention.
my father, but don’t
take sides.
Barton D Smock Jul 2012
sister spent the summer making a horror film.
she had begun to show and father was wanting to be sober.
the depth of our poverty knew no mirror. here’s how mom said it:
mirra, mirra. it made us laugh, leave, and come back.
En la isla en que detiene su esquife el argonauta
del inmortal Ensueño, donde la eterna pauta
de las eternas liras se escucha -isla de oro
en que el tritón elige su caracol sonoro
y la sirena blanca va a ver el sol- un día
se oye el tropel vibrante de fuerza y de harmonía.

Son los Centauros. Cubren la llanura. Les siente
la montaña. De lejos, forman són de torrente
que cae; su galope al aire que reposa
despierta, y estremece la hoja del laurel-rosa.

Son los Centauros. Unos enormes, rudos; otros
alegres y saltantes como jóvenes potros;
unos con largas barbas como los padres-ríos;
otros imberbes, ágiles y de piafantes bríos,
y robustos músculos, brazos y lomos aptos
para portar las ninfas rosadas en los raptos.

Van en galope rítmico, Junto a un fresco boscaje,
frente al gran Océano, se paran. El paisaje
recibe de la urna matinal luz sagrada
que el vasto azul suaviza con límpida mirada.
Y oyen seres terrestres y habitantes marinos
la voz de los crinados cuadrúpedos divinos.
 
Calladas las bocinas a los tritones gratas,
calladas las sirenas de labios escarlatas,
los carrillos de Eolo desinflados, digamos
junto al laurel ilustre de florecidos ramos
la gloria inmarcesible de las Musas hermosas
y el triunfo del terrible misterio de las cosas.
He aquí que renacen los lauros milenarios;
vuelven a dar su lumbre los viejos lampadarios;
y anímase en mi cuerpo de Centauro inmortal
la sangre del celeste caballo paternal.
 
Arquero luminoso, desde el Zodíaco llegas;
aun presas en las crines tienes abejas griegas;
aun del dardo herakleo muestras la roja herida
por do salir no pudo la esencia de tu vida.
¡Padre y Maestro excelso! Eres la fuente sana
de la verdad que busca la triste raza humana:
aun Esculapio sigue la vena de tu ciencia;
siempre el veloz Aquiles sustenta su existencia
con el manjar salvaje que le ofreciste un día,
y Herakles, descuidando su maza, en la harmonía
de los astros, se eleva bajo el cielo nocturno...
 
La ciencia es flor del tiempo: mi padre fue Saturno.
 
Himnos a la sagrada Naturaleza; al vientre
de la tierra y al germen que entre las rocas y entre
las carnes de los árboles, y dentro humana forma,
es un mismo secreto y es una misma norma,
potente y sutilísimo, universal resumen
de la suprema fuerza, de la virtud del Numen.
 
¡Himnos! Las cosas tienen un ser vital; las cosas
tienen raros aspectos, miradas misteriosas;
toda forma es un gesto, una cifra, un enigma;
en cada átomo existe un incógnito estigma;
cada hoja de cada árbol canta un propio cantar
y hay un alma en cada una de las gotas del mar;
el vate, el sacerdote, suele oír el acento
desconocido; a veces enuncia el vago viento
un misterio; y revela una inicial la espuma
o la flor; y se escuchan palabras de la bruma;
y el hombre favorito del Numen, en la linfa
o la ráfaga encuentra mentor -demonio o ninfa.
 
El biforme ixionida comprende de la altura,
por la materna gracia, la lumbre que fulgura,
la nube que se anima de luz y que decora
el pavimento en donde rige su carro Aurora,
y la banda de Iris que tiene siete rayos
cual la lira en sus brazos siete cuerdas, los mayos
en la fragante tierra llenos de ramos bellos,
y el Polo coronado de cándidos cabellos.
El ixionida pasa veloz por la montaña
rompiendo con el pecho de la maleza huraña
los erizados brazos, las cárceles hostiles;
escuchan sus orejas los ecos más sutiles:
sus ojos atraviesan las intrincadas hojas
mientras sus manos toman para sus bocas rojas
las frescas bayas altas que el sátiro codicia;
junto a la oculta fuente su mirada acaricia
las curvas de las ninfas del séquito de Diana;
pues en su cuerpo corre también la esencia humana
unida a la corriente de la savia divina
y a la salvaje sangre que hay en la bestia equina.
Tal el hijo robusto de Ixión y de la Nube.
 
Sus cuatro patas bajan; su testa erguida sube.
 
Yo comprendo el secreto de la bestia. Malignos
seres hay y benignos. Entre ellos se hacen signos
de bien y mal, de odio o de amor, o de pena
o gozo: el cuervo es malo y la torcaz es buena.
 
Ni es la torcaz benigna, ni es el cuervo protervo:
son formas del Enigma la paloma y el cuervo.
 
El Enigma es el soplo que hace cantar la lira.
 
¡El Enigma es el rostro fatal de Deyanira!
MI espalda aun guarda el dulce perfume de la bella;
aun mis pupilas llaman su claridad de estrella.
¡Oh aroma de su ****! ¡O rosas y alabastros!
¡Oh envidia de las flores y celos de los astros!
 
Cuando del sacro abuelo la sangre luminosa
con la marina espuma formara nieve y rosa,
hecha de rosa y nieve nació la Anadiomena.
Al cielo alzó los brazos la lírica sirena,
los curvos hipocampos sobre las verdes ondas
levaron los hocicos; y caderas redondas,
tritónicas melenas y dorsos de delfines
junto a la Reina nueva se vieron. Los confines
del mar llenó el grandioso clamor; el universo
sintió que un nombre harmónico sonoro como un verso
llenaba el hondo hueco de la altura; ese nombre
hizo gemir la tierra de amor: fue para el hombre
más alto que el de Jove; y los númenes mismos
lo oyeron asombrados; los lóbregos abismos
tuvieron una gracia de luz. ¡VENUS impera!
Ella es entre las reinas celestes la primera,
pues es quien tiene el fuerte poder de la Hermosura.
¡Vaso de miel y mirra brotó de la amargura!
Ella es la más gallarda de las emperatrices;
princesa de los gérmenes, reina de las matrices,
señora de las savias y de las atracciones,
señora de los besos y de los corazones.
 
¡No olvidaré los ojos radiantes de Hipodamia!
 
Yo sé de la hembra humana la original infamia.
Venus anima artera sus máquinas fatales;
tras sus radiantes ojos ríen traidores males;
de su floral perfume se exhala sutil daño;
su cráneo obscuro alberga bestialidad y engaño.
Tiene las formas puras del ánfora, y la risa
del agua que la brisa riza y el sol irisa;
mas la ponzoña ingénita su máscara pregona:
mejores son el águila, la yegua y la leona.
De su húmeda impureza brota el calor que enerva
los mismos sacros dones de la imperial Minerva;
y entre sus duros pechos, lirios del Aqueronte,
hay un olor que llena la barca de Caronte.
 
Como una miel celeste hay en su lengua fina;
su piel de flor aun húmeda está de agua marina.
Yo he visto de Hipodamia la faz encantadora,
la cabellera espesa, la pierna vencedora;
ella de la hembra humana fuera ejemplar augusto;
ante su rostro olímpico no habría rostro adusto;
las Gracias junto a ella quedarían confusas,
y las ligeras Horas y las sublimes Musas
por ella detuvieran sus giros y su canto.
 
Ella la causa fuera de inenarrable espanto:
por ella el ixionida dobló su cuello fuerte.
La hembra humana es hermana del Dolor y la Muerte.
 
Por suma ley un día llegará el himeneo
que el soñador aguarda: Cenis será Ceneo;
claro será el origen del femenino arcano:
la Esfinge tal secreto dirá a su soberano.
 
Naturaleza tiende sus brazos y sus pechos
a los humanos seres; la clave de los hechos
conócela el vidente; Homero con su báculo,
en su gruta Deifobe, la lengua del Oráculo.
 
El monstruo expresa un ansia del corazón del Orbe,
en el Centauro el bruto la vida humana absorbe,
el sátiro es la selva sagrada y la lujuria,
une sexuales ímpetus a la harmoniosa furia.
Pan junta la soberbia de la montaña agreste
al ritmo de la inmensa mecánica celeste;
la boca melodiosa que atrae en Sirenusa
es de la fiera alada y es de la suave musa;
con la bicorne bestia Pasifae se ayunta,
Naturaleza sabia formas diversas junta,
y cuando tiende al hombre la gran Naturaleza,
el monstruo, siendo el símbolo, se viste de belleza.
 
Yo amo lo inanimado que amó el divino Hesiodo.
 
Grineo, sobre el mundo tiene un ánima todo.
 
He visto, entonces, raros ojos fijos en mí:
los vivos ojos rojos del alma del rubí;
los ojos luminosos del alma del topacio
y los de la esmeralda que del azul espacio
la maravilla imitan; los ojos de las gemas
de brillos peregrinos y mágicos emblemas.
Amo el granito duro que el arquitecto labra
y el mármol en que duermen la línea y la palabra...
 
A Deucalión y a Pirra, varones y mujeres
las piedras aun intactas dijeron: "¿Qué nos quieres?"
 
Yo he visto los lemures florar, en los nocturnos
instantes, cuando escuchan los bosques taciturnos
el loco grito de Atis que su dolor revela
o la maravillosa canción de Filomela.
El galope apresuro, si en el boscaje miro
manes que pasan, y oigo su fúnebre suspiro.
Pues de la Muerte el hondo, desconocido Imperio,
guarda el pavor sagrado de su fatal misterio.
 
La Muerte es de la Vida la inseparable hermana.
 
La Muerte es la victoria de la progenie humana.
 
¡La Muerte! Yo la he visto. No es demacrada y mustia
ni ase corva guadaña, ni tiene faz de angustia.
Es semejante a Diana, casta y virgen como ella;
en su rostro hay la gracia de la núbil doncella
y lleva una guirnalda de rosas siderales.
En su siniestra tiene verdes palmas triunfales,
y en su diestra una copa con agua del olvido.
A sus pies, como un perro, yace un amor dormido.
 
Los mismos dioses buscan la dulce paz que vierte.
 
La pena de los dioses es no alcanzar la Muerte.
 
Si el hombre -Prometeo- pudo robar la vida,
la clave de la muerte serále concedida.
 
La virgen de las vírgenes es inviolable y pura.
Nadie su casto cuerpo tendrá en la alcoba obscura,
ni beberá en sus labios el grito de la victoria,
ni arrancará a su frente las rosas de su gloria...
 
Mas he aquí que Apolo se acerca al meridiano.
Sus truenos prolongados repite el Oceano.
Bajo el dorado carro del reluciente Apolo
vuelve a inflar sus carrillos y sus odres Eolo.
A lo lejos, un templo de mármol se divisa
entre laureles-rosa que hace cantar la brisa.
Con sus vibrantes notas de Céfiro desgarra
la veste transparente la helénica cigarra,
y por el llano extenso van en tropel sonoro
los Centauros, y al paso, tiembla la Isla de Oro.
Pasas por el abismo de mis tristezas
como un rayo de luna sobre los mares,
ungiendo lo infinito de mis pesares
con el nardo y la mirra de tus ternezas.
Ya tramonta mi vida; la tuya empiezas;
mas, salvando del tiempo los valladares,
como un rayo de luna sobre los mares
pasas por el abismo de mis tristezas.
No más en la tersura de mis cantares
dejará el desencanto sus asperezas;
pues Dios, que dio a los cielos sus luminares,
quiso que atravesaras por mis tristezas
como un rayo de luna sobre los mares.
Craig Dotti May 2011
Antares,
Mirra,
Octans
Sun

Form into
shapes
so very beautiful
that it makes me stare in a way that I know I am star

Parts of me burning hot and bright
Parts of me fading away





⁃ QΩ
Saffo, antica maestra e disperata
portatrice d'amore,
Saffo di viole incoronata e altera
rendimi sciolta e in volo poi che accolga
la tua grande parentesi nel cuore.
Le mie notti deserte io le conosco
già dai tuoi grandi, morbidi giacigli
ove amore avventava alle tue labbra
mirra e miele. Anche io non sono sazia
come tu fosti ma mi aggiro eterna
dentro anime aperte ad ogni lutto.
Anche io ** l'amor mio che mi disdegna,
Saffo mia grande e inutile maestra
perché mi lasci e impoverisci il seno
delle tue offerte? Giacerò infeconda
anche stanotte e intorno a me i costanti
fedelissimi aspetti
di cupido apriranno dentro l'ali
rapidissimi inviti cui rifuggo
rimpiangendo e scoperta e innamorata.
Saffo rendimi pura e innominata
Come le parole, ove non cada
lacrima e tempo, ove non misuri
religione i suoi passi, ch'io non crolli
come crollasti tu dalle tue rupi...
Cristal, oro y rosa. Alba en Palestina.
Salen los tres reyes de adorar al rey,
flor de infancia llena de una luz divina
que humaniza y dora la mula y el buey.
Baltasar medita, mirando la estrella
que guía en la altura. Gaspar sueña en
la visión sagrada. Melchor ve en aquella
visión la llegada de un mágico bien.
Las cabalgaduras sacuden los cuellos
cubiertos de sedas y metales. Frío
matinal refresca belfos de camellos
húmedos de gracia, de azul y rocío.
Las meditaciones de la barba sabia
van acompasando los plumajes flavos,
los ágiles trotes de potros de Arabia
y las risas blancas de negros esclavos.
¿De dónde vinieron a la Epifanía?
¿De Persia? ¿De Egipto? ¿De la India? Es en vano
cavilar. Vinieron de la luz, del Día,
del Amor. Inútil pensar, Tertuliano.
El fin anunciaban de un gran cautiverio
y el advenimiento de un raro tesoro.
Traían un símbolo de triple misterio,
portando el incienso, la mirra y el oro.
En las cercanías de Belén se para
el cortejo. ¿A causa? A causa de que
una dulce niña de belleza rara
surge ante los magos, todo ensueño y fe.
¡Oh, reyes! -les dice-. Yo soy una niña
que oyó a los vecinos pastores cantar,
y desde la próxima florida campiña
miró vuestro regio cortejo pasar.
Yo sé que ha nacido Jesús Nazareno,
que el mundo está lleno de gozo por El,
y que es tan rosado, tan lindo y tan bueno,
que hace al sol más sol, y a la miel más miel.
Aún no llega el día... ¿Dónde está el establo?
Prestadme la estrella para ir a Belén.
No tengáis cuidado que la apague el diablo,
con mis ojos puros la cuidaré bien.
Los magos quedaron silenciosos. Bella
de toda belleza, a Belén tornó
la estrella y la niña, llevada por ella
al establo, cuna de Jesús, entró.
Pero cuando estuvo junto a aquel infante,
en cuyas pupilas miró a Dios arder,
se quedó pasmada, pálido el semblante,
porque no tenía nada que ofrecer.
La Madre miraba a su niño lucero,
las dos bestias buenas daban su calor;
sonreía el santo viejo carpintero,
la niña estaba temblando de amor.
Allí había oro en cajas reales,
perfumes en frascos de hechura oriental,
incienso en copas de finos metales,
y quesos, y flores, y miel de panal.
Se puso rosada, rosada, rosada...
ante la mirada del niño Jesús.
(Felizmente que era su madrina un hada,
de Anatole France o el doctor Mardrús).
¡Qué dar a ese niño, qué dar sino ella!
¿Qué dar a ese tierno divino Señor?
Le hubiera ofrecido la mágica estrella,
la de Baltasar, Gaspar y Melchor...
Mas a los influjos del hada amorosa,
que supo el secreto de aquel corazón,
se fue convirtiendo poco a poco en rosa,
en rosa más bella que las de Sarón.
La metamorfosis fue santa aquel día
(la sombra lejana de Ovidio aplaudía),
pues la dulce niña ofreció al Señor,
que le agradecía y le sonreía,
en la melodía de la Epifanía,
su cuerpo hecho pétalos y su alma hecha olor.
Nos densos odores de um incenso de mirra,
embriagado pelo entediante vazio da bagunça de meu quarto,
devaneio-me pelos arredores dum mundo marginal
concebido da tristeza que em fogo me cala

Num sopro de arrependimento as brasas se queimam
e a fumaça toxica que respiro, exala-se pelos poros

Deleitando-me em singelo prazer
espero as cinzas se formarem
Observo atentamente a destruição da matéria,
pois somente assim vejo meu destino,
e talvez,
não de bom grado,
num sopro,
aceite as últimas cinzas da vida caírem no
Sujo e bagunçado chão de meu quarto( mundo).
Johnny Noiπ Oct 2018
Oh, naked white movie star,
is ordered to state to die in
the eyes and face of the big
boy of the city,  who has a
green donkey in the depths
of darkness, and a beautiful
  snooch

Magical and long lost compounds work differently
from the way they walked through the windows of the AP
strong,                                        blind and staying children
in the ***** desert reading ***** headlines
                             of sweet secret gardens
[Aquarius Bilex] fall kisses rich in Judea been in the course
of Mirra or gay,    but there are many phases of Alchemy's brainwave
play,                 the hacksaw invisible to the bus lady full of sensation;
her friend the second dancer to speaking French in his arms;
in the members of the other the dead bored,
much like the cats, guys in the alley of the sandy shadows
phone in to the Chinese kitchen for food, and down to the cellar
for violence,            cigarette language,
dog's company,                           needing money for beds played,
maritime living mandates and angel-robots' memories;  
Bob goes to the south side
to meet rose pink smoke to go sailing;
scooting the wrong way when science Fri morning comes
and the prophet briefs the modern computer
                                        in the park to paint
your complete hardwood floor,
Club Glovanni's revolution
does not know where the angel's sinister
International Center looketh, teething and playing on the ground;
the restaurant is in EVA, paradise serves intelligence to the panel,
constituting waiting for the public corporal punishment
to be administered
                                                    ­|   to the bride,  |
L.                  if the city wins the legs of support and says, fool,
by known means,      the saint stopped in the dark,
and the chest is the abstract,    for good according
to the murders,
massacres, the price for them,
the praises of a song,
of the joy of the bouncing *******,
Akati a monster of a girl,
was empty,                    with women's hands and messy hair,
firing upon Maecenas' warriors in the wind,          as I ****** a hairy man,
   and in turn started the way a lot of things
                                   that use the freshness
                               of the song as much as possible, for Satan is a stranger,
the body of sweat, the more he drank,          until  the evening's **** sock;
                                                                ­       the elements all in place;  

                                                              
­Control: That is to say, does not make mistakes;
Renewing the players from heaven, magic, magic,                       true
persons to whom the hearing, but
It is a good thing. This can be very good. night
in the night, a synonym for: amazing amazing
the city is incredible. There is a wonderful, wonderful
is amazing and inspired by the incredible beauty haul
a great people. An old, sad, wonderful
I am surprised that God is not able to operate,
and a good man he was seen of to say,       for example,
the I am, I am, disobedient, Saniya: power, if there is love,
authors study the gods more beautifully,     attractive form
A rabbit, a beautiful and pleasant second Paradise,
a beautiful blue, adjectives paradise garden
If, that is, the company generated a non-residential
lifestyle but it is something at work,               it is the form
in the most unbelievable, incredible;         |          The heart
symbol of the present wind ... Well, magic culture
charming and bright beauty and harmony
of the heavenly gods;            The wonderful surprise, is ...

                            In the movement of when
                                                                ­         the one who loves
                            is enough,            I look forward to a new song
                                                        of the
                                                                ­   country and that they
                           improve the conditions
                                                        of the gods by other factors.
Fresquísimas violas.
Bandadas de rubores levantados
por este don de lágrimas que enlaza
la muchedumbre de las viejecillas
con la niña y el niño de mi frente.

Fresquísimas violas. Sí. Del aire,
del aire por el aire sin tu cristal,
coros en aspa fija en un punto.
Apagado el incendio quedó el templo en ruinas...
Hiedra en vez de brocado. Las lívidas arañas
con sus hilos envuelven las santas bizantinas.

De los rotos mosaicos brotan plantas extrañas,
plantas de los abismos... Y la humedad sombría
pone manchas verdosas en muros y peañas.

Tras vidrio de colores, una Virgen María,
como un rayo de luna, lilial y cansada,
en las sombras se yergue de la iglesia vacía

Por las lágrimas muestra la mejilla surcada;
su lividez de tísica da a las almas pavura,
y hay tristezas de ángeles en su dulce mirada.

Siete espadas al rostro dan sello de amargura;
los anillos, sin piedras, guardan sólo el engaste,
y su pálida boca, temblorosa murmura:


-«Oh Jesús! Oh hijo mío! Por qué me abandonaste
en medio de estas ruinas de calma aterradora,
do la luna es fantasma y es el sol un contraste?

»Mi vestido y mi manto son harapos ahora;
mi diadema, sin joyas, ya cual antes no brilla,
y mi boca es un astro que la luz lo colora.

»Ya, contricto, a mis plantas ninguno se arrodilla;
nadie cirios me trae... y tan sólo oraciones
oigo aquí de las almas que el pecado mancilla.

»Nadie viene a pedirle dulces consolaciones,
bálsamo para el alma por el dolor herida ...
Soy ahora, hijo mío, Vírgen de los Ladrones.

»Las lágrimas dejaron ya mis ojos sin vida;
yo que siempre refugio fui de humanos dolores,
hoy aquí de murciélagos soy tan sólo guarida!

»Oh mi altar de otros días con sus luces y flores!...
Oh música del órgano! ... Templo siempre aromado
del incienso y la mirra con los gratos olores!...

»Hizo un búho en mis brazos suave nido abrigado,
y amé el búho (Los búhos son aves
desgraciadas) y crié sus polluelos con materno cuidado.

»Pero un día su vuelo por las ruinas calladas
levantaron... y huyeron... De este abismo de espanto
todos huyen por siempre... menos estas espadas!

»Oh Jesús, hijo mío! No te mueve mi llanto!
Quiero en vez de lluvia, la tristeza y el viento,
incensarios y música, y jazmines y canto!

»De mis penas apiádate, de mi duro tormento!
Por qué sola me dejas, y por qué no me abrigas,
por qué, tú eres suave cual perfumado ungüento?

»Mas si debo, con frío, quedarme aquí entre ortigas,
si tal es el mandato de tus fallos divinos,
dame un manto... Este manto parece de mendigas.

»Dame anillos, rubíes, diamantes peregrinos...
Los ladrones, a veces, tienen hambre, cuidalos!
Tienen hambre, y no pueden robar en los caminos.

»Dame flores... No armiños!... lirios embalsamados;
la flor azul del lino; y miosótis en donde
tiemble el rocío; rosas, y claveles rosados!»

Así habló... mas ninguno a la Virgen responde.
Todo es paz y silencio... La noche es negra y fría.
Y Jesús qué se hizo... ¿Duerme acaso, o se esconde?

Está triste la noche cual tu alma, oh María!...
Los murciélagos vuelan... Melancólicamente
van pasando fantasmas por la obscura arquería.

Más de pronto la luna se destaca en Oriente,
y robando colores a los altos vitrales,
ilumina, en las sombras, a la Virgen doliente.

A sus pies pone flores y fulgentes cendales;
cambia en llamas el cinto y el manto hecho jirones;
le da anillos y joyas de esplendores astrales.

De la Virgen María cantan las Ilusiones
en las dulces pupilas. Y clama entre guirnaldas:
«¡Oh ladrones! ¡Oh amigos! ¡Venid, venid, ladrones!»
Mientras la sombra pasa de un santo amor, hoy quiero
poner un dulce salmo sobre mi viejo atril.
Acordaré las notas del órgano severo
al suspirar fragante del pífano de abril.Madurarán su aroma las pomas otoñales,
la mirra y el incienso salmodiarán su olor;
exhalarán su fresco perfume los rosales,
bajo la paz en sombra del tibio huerto en flor.Al grave acorde lento de música y aroma,
la sola y vieja y noble razón de mi rezar
levantará su vuelo suave de paloma,
y la palabra blanca se elevará al altar.
B Nithya lakshmi Feb 2016
My pen writes in blue,  
But my thoughts are in black,
My life is like an ink, when spills on paper spreads like water.
My dreams never full-filled like an empty glass.
My joys added, sorrows subtracted, worries divided and happiness multiplied.
Mirra.
¡Si atracción de aventuras tus sueños arrebata,
Conquistador, sal pronto! ¿Quiere tu alma sedienta
La conquista, el peligro, la gloria o la tormenta?
¡Parte, para que sacies la ambición que te mata!

Verás surgir, radiante, del mar que la retrata,
A Cathay, donde el tumbo de las olas revienta,
y verás a Cipango, fabulosa, opulenta,
Levantar a los cielos sus torres de oro y plata.

Irás hermosas perlas hollando indiferente;
De marfil, de diamantes y de mirra, cargadas
Verás las carabelas sobre la mar rugiente;

y señor aclamado de Tierras y de Mares,
Los reyes que dominen las islas conquistadas
Besarán, humillados, el suelo que pisares...
En lágrimas el rostro, la mirada sombría,
Angustiadas, y suelta la cabellera al viento,
Las mujeres de Biblos, con canto que es lamento,
Van desfilando en fúnebre y lenta Theoría.

Porque en lecho de anémonas, donde la mano fría
De la muerte los ojos le cerró, macilento
Reposa, y perfumado con mirra y suave ungüento,
El que fue de las Vírgenes de Siria la alegría.

Hasta la aurora el coro siguió en triste gemido;
Pero Astarté lo llama, y se alza sonriente
El esposo que duerme de cinamomo ungido.

¡Resucitó el hermoso y amado adolescente!
Y es como rosa inmensa el cielo refulgente
Que un celestial Adonis con su sangre ha teñido.
Saffo, antica maestra e disperata
portatrice d'amore,
Saffo di viole incoronata e altera
rendimi sciolta e in volo poi che accolga
la tua grande parentesi nel cuore.
Le mie notti deserte io le conosco
già dai tuoi grandi, morbidi giacigli
ove amore avventava alle tue labbra
mirra e miele. Anche io non sono sazia
come tu fosti ma mi aggiro eterna
dentro anime aperte ad ogni lutto.
Anche io ** l'amor mio che mi disdegna,
Saffo mia grande e inutile maestra
perché mi lasci e impoverisci il seno
delle tue offerte? Giacerò infeconda
anche stanotte e intorno a me i costanti
fedelissimi aspetti
di cupido apriranno dentro l'ali
rapidissimi inviti cui rifuggo
rimpiangendo e scoperta e innamorata.
Saffo rendimi pura e innominata
Come le parole, ove non cada
lacrima e tempo, ove non misuri
religione i suoi passi, ch'io non crolli
come crollasti tu dalle tue rupi...
La mirra ha perfumado sus miembros indolentes,
Y sueñan en la plácida tibieza decembrina;
y el brasero de bronce que la estancia ilumina
arroja luz y sombras a sus pálidas frentes.

En púrpuras y cojines sobre lechos lucientes,
un cuerpo a veces, róseo, o de piel ambarina.
Se  mueve, se Incorpora en un codo, o se inclina.
Voluptuosa la túnica marca formas turgentes.

Sintiendo por su carne correr efluvio cálido,
una mujer de Asia, de bello rostro pálido,
despereza los brazos en fastidio sereno.

Y las hijas de Ausonia, rebaño de alegría,
se embriagan con la rica y salvaje armonía
de cabellos que ruedan sobre  un torso moreno.
Saffo, antica maestra e disperata
portatrice d'amore,
Saffo di viole incoronata e altera
rendimi sciolta e in volo poi che accolga
la tua grande parentesi nel cuore.
Le mie notti deserte io le conosco
già dai tuoi grandi, morbidi giacigli
ove amore avventava alle tue labbra
mirra e miele. Anche io non sono sazia
come tu fosti ma mi aggiro eterna
dentro anime aperte ad ogni lutto.
Anche io ** l'amor mio che mi disdegna,
Saffo mia grande e inutile maestra
perché mi lasci e impoverisci il seno
delle tue offerte? Giacerò infeconda
anche stanotte e intorno a me i costanti
fedelissimi aspetti
di cupido apriranno dentro l'ali
rapidissimi inviti cui rifuggo
rimpiangendo e scoperta e innamorata.
Saffo rendimi pura e innominata
Come le parole, ove non cada
lacrima e tempo, ove non misuri
religione i suoi passi, ch'io non crolli
come crollasti tu dalle tue rupi...

— The End —