Submit your work, meet writers and drop the ads. Become a member
Me costaba trabajo desatar aquel nudo,
aquel viejo vestigio de una vieja ilusión,
que no sé todavía cómo pudo
enredar sus raíces sobre mi corazón.

Era un nudo tan firme,
tan imperioso y cruel,
que pensé muchas veces que al morirme
moriría con él.

Me costaba trabajo
y el tiempo se me iba
vanamente doblándolo hacia abajo
vanamente torciéndolo hacia arriba.

¡Ah, castigo final de los amantes,
que es el dolor más terco y más agudo:
doloroso castigo de las manos sangrantes
queriendo deshacer un viejo nudo!

Luchar porfiadamente,
ciegamente quizás
y comprender un día, de repente,
que al tratar de aflojarlo se apretó más y más.

Pero ahora voy cantando por la vida
despreocupadamente una canción,
aunque tengo una herida
una pequeña herida sobre mi corazón.
Y es que quizás fui rudo,
como quien ciega un pozo,
como quien parte un gajo
pero ya me dolía tanto el nudo
que lo corté de un tajo.
Elué R G Feb 2020
Me estremezco con tus aguas
Que me devuelven las ganas
De volver a enredar lenguas
Y perderme en tus cavernas
Marques Aug 23
Algunas personas solo aparecen de paso,
Permanecen menos tiempo de lo que nos gustaría.
En un lapso, se vuelve la cara
Y cuando volvemos a reparar
Chocamos de frente
Con un lugar vacante.
Las palabras de la conversación a medio terminar,
Sin diálogo que enredar,
Se van acumulando en la boca
Y cuelan el trago
Indeleble del inconcluso.

Con la misma sorpresa de esa partida,
Un día, al abrir el cajón más olvidado,
Vemos que nos confiaron un mapa
Para seguir el hilo de la intriga
En los intersticios de la geografía del evidente.
Poco a poco,
Recogemos las pistas subliminales
Antes huidas entre los dedos.
Somos guiados al tesoro que su venida destinó,
Porque nada viene por casualidad,
Ni nada se va por casualidad.
Poema en el libro "Rastros de Existencia"

— The End —