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la vida se disuelve
y la calor de ayer persiste
en las temporadas adequadas
y al imaginar tu cara frente a la mia
yo tambien
me quiero disolver
      
          d
                i
                    s
            ­    o
            l
          v
             e
              r

entre esta primavera
con la esperanza que mi coctel de átomos
llegase como postal a tu dirreccion  

en noches como estas el pacto que hizo el alma
con el cuerpo se quiere deshacer
pues me gustaria ser libre
para ir a sostenerte

y preguntarte <<¿Que te pesa?>>  
<<¿Te puedo ayudar a cargarlo?>> 
 y finalmente decirte
con sinceridad que <<por ti no me rindo>>
por ti, en tiempos como estos, me deshago
Fa Be O Jan 2013
Como te agrego a esta historia?
a este relato de lo que es mi vida,
este cuento imaginario
de lo que quisiera que fuera?
te tejo de entrada a salida
en punto derecho o al revés
en forma de corazoncillos,
y para que?
en la noche los deshago
nudo por nudo
como si eso quitara
el mas grande en mi garganta
y me quedo sin nada mas
que un hilo enredado…
te pego como papel,
con unas gotas de resistol
y mucha paciencia,
a la superficie de mi alma,
y llegan las lagrimas
a mojarte y deshacerte
en la madrugada…
te amarro a mi ser,
con besos y caricias,
y en la noche
te libero de esas cadenas,
y espero inocente
a que te mantengas conmigo
aun sin ellas…
despierto en el frió
de la oscuridad,
y un poco sorprendida
volteo a no encontrarte
junto a mi…
y entonces,
solo fue un sueño?
3/27/12
Luis Haller Sep 2014
NO
No te dejo de pensar.
Como es que serás?
Me ilusiona tu mirar,
Me emociona que te pueda crear.

No te dejo de pensar.
Y, no dejo de ver tu retrato.
No dejo de pensar en tu encanto,
Pues tu cerebro me ha cautivado.

Hablar contigo es lo mejor que me ha pasado,
Por que me has inspirado.
Te pienso en letras
Y te quiero con poemas.

Me molesta que sólo quepas en mi cabeza,
Pues mis brazos y mis ojos te desean
Me molesta la distancia
Y me deshago en palabras.

No te dejo de pensar.
Ni un segundo he dejado escapar
Pues la realidad me aburre
Una vez que te he conocido
No dejo de imaginar.

No me quejo, pero esto me empieza a hartar
Como quisiera estar allá
Del otro lado del final
Donde estas tu
Donde te puedo encontrar

Y es que...
No te dejo de pensar.
Distinta tú serías a todas las mujeres,
Si hacerte y rehacerte, cada vez que lo quieres,
El alma no supieras. Lo haces con una nada;
Y tu arte es tal, que cada
Ocasión que te veo,
Me subyugas, y que eres otra mujer yo creo.

Tú sabes que en lo vida todo se va gastando,
Que nuestro amor es viejo, y es siempre entonces cuando
Engaño e ingenio luces, que en ti son inherentes,
Y ante mí te presentas con ojos diferentes.
El brillo de tu rostro se ve más bello y vivo
Entre capa de pieles; con mayor atractivo
Renaces de la seda, de un bien cortado traje
y de rondas de encaje;
Y después... los sombreros. Algo más llamativo
En ti siempre descubro. Y eso es, precisamente,
Por los grandes sombreros, lo que hace que los ojos
Aparezcan más negros, pues ocultan la frente.
Porque muy bien comprendes, con tu sabiduría
E ingenio despejado,
Que debes, cuando observas mi amor ya fatigado,
Confeccionarte un alma, que no te conocía.
Al verte en ese instante,
Los labios te saqueo con mis besos nerviosos,
Y tomo tu semblante.
En mis manos febriles, y agito tus undosos
Cabellos, y me río... más feliz, más amante.
Pero cuando los rizos te deshago, y encuentro
Tus verdaderos ojos, y el alma reconcentro,
Veo que son los mismos. Y cuando febrilmente
Agito con los dedos tu rubia cabellera
Y asoma tu cabeza revuelta de repente,
Reveo con profundo desencanto tu frente,
La de la vez primera.
¡Eres tú, la de siempre, pues no has cambiado nada!
Y aquella tu alma efímera con mis ósculos trato
De reanimar. Mas huye mi ilusión disipada,
Y entonces me pareces de tu madre el retrato.
Adriana Feb 2020
Me deshago en gotas,
Brotes de invierno
Ajustados al punto de su tornar azul.

Agitada el agua, se mueve roja y escrupulosa
Socava mi respiración desde un vértice hasta el vacío.

Vacilas tus hojas en ramas de verano
en un recuerdo fútil.

Innegable tentación,
Sudaste y despertaste en el cuenco de mi lengua

Y te veía dormido en un espejismo
De esa extraña sensación de conocerte
Sin poder anticipar el movimiento de tus labios.

Era una mentira que guardaba
tu sutileza
Aquella misma que no me deja describirte
Porque fuiste ausente en tu acecho
Y aún así dejaste tu olor en mi tejido.

Me ahogo intentando contar tus lunares, en la incertidumbre de las horas cercanas y lejanas
Que ahorita empiezan a contar kilómetros y no suspiros.

No eres tú en tus colores tímidos
No soy yo en mis obsesiones ruidosas
No es ni el afuera ni el adentro

Son las cosas extrañas que van a la deriva en mi agua salada.
Flotan para encontrarlas y se quedan brillantes hasta que la sal las carcome.

— The End —