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Santiago Nov 2015
En mi corazón hay una canción
Que demuestra mi pasión
Para mi Rey y mi Señor
Para Aquél que me amó\

\Hermoso eres mi Señor
Hermoso eres Amado mío
Tú eres la fuente de mi vida
Y el anhelo de mi corazón\

\En mi corazón hay una canción
Que demuestra mi pasión
Para mi Rey y mi Señor
Para Aquél que me amó\

\Hermoso eres mi Señor
Hermoso eres amado mío
Tú eres la fuente de mi vida
Y el anhelo de mi corazón
No puede ser, no lo creo,
Que te he desatendido
Tanto tiempo,
A veces pasan los días
Como si fuesen solo minutos,
Pero no creas que te he olvidado
Aunque no estés en mi cabeza
Siempre estás en mi corazón,
Bajo llave bajo candado
Como en una de esas cajas fuertes
Para los relojes, las pistolas, las joyas
Todo lo valioso, porque eso eres tú
Lo más valioso para mí, y si no me crees
Pues intentaré demostrártelo nuevamente
Como cada nuevo día le demuestra al mundo
Que no lo olvida por la noche,  
¿Acaso no le deja una luz prendida
En la luna hasta al amanecer?
Así espero queden estas palabras
Clavadas como las luces que ponen
Las personas en el caminito hacia sus casas,
Cuando tus días se oscurecen, recuérdalas…
© okpoet
It can't be, I don't believe it,
That I've neglected you
So long,
Sometimes the days go by
Like they're only minutes,
But don't think I've forgotten you
Even if you are not in my head
You're always in my heart,
Under lock and key
Like in one of those safes
For watches, guns, jewelry
All that is valuable, because that is what you are
The most valuable thing to me, and if you don't believe me
Then I'll try and prove it to you anew
Like each new day proves to the world
That it hasn't forgotten it during the night,
Doesn't it leave a night light on
As the moon until the dawn?
That is how I hope these words stay
Planted like the lights placed
By people on their little paths to their homes,
When your days get dark, remember them...
El retorno a la tierra natal ha sido tan
sentimental, y tan mental, y tan divino,
que aún las gotas del alba cristalinas están
en el jazmín de ensueño, de fragancia y de trino.
Por el Anfión antiguo y el prodigio del canto
se levanta una gracia de prodigio y encanto
que une carne y espíritu, como en el pan y el vino.
En el lugar en donde tuve la luz y el bien,
¿qué otra cosa podría sino besar el manto
a mi Roma, mi Atenas o mi Jerusalén?
Exprimidos de idea, y de orgullo y cariño,
de esencia de recuerdo, de arte de corazón,
concreto ahora todos mis ensueños de niño
sobre la crín anciana de mi amado León.
Bendito el dromedario que a través del desierto
condujera al Rey Mago, de aureolada sien,
y que se dirigía por el camino cierto
en que el astro de oro conducía a Belén.
Amapolas de sangre y azucenas de nieve
he mirado no lejos del divino laurel,
y he sabido que el vino de nuestra vida breve
precipita hondamente la ponzoña y la hiel.
Mas sabe el optimista, religioso y pagano,
que por César y Orfeo nuestro planeta gira,
y que hay sobre la tierra que llevar en la mano,
dominadora siempre, o la espada, o la lira.
El paso es misterioso. Los mágicos diamantes
de la corona o las sandalias de los pies
fueron de los maestros que se elevaron antes,
y serán de los genios que triunfarán después.
Parece que Mercurio llevara el caduceo
de manera triunfal en mi dulce país,
y que brotara pura, hecha por mi deseo,
en cada piedra una mágica flor de lis.
Por atavismo griego o por fenicia influencia,
siempre he sentido en mí ansia de navegar,
y Jasón me ha legado su sublime experiencia
y el sentir en mi vida los misterios del mar.
¡Oh, cuántas veces, cuántas oí los sones
de las sirenas líricas en los clásicos mares!
¡Y cuántas he mirado tropeles de tritones
y cortejos de ninfas ceñidas de azahares!
Cuando Pan vino a América, en tiempos fabulosos
en que había gigantes y conquistaban Pan
y Baco tierra incógnita, y tigres y molosos
custodiaban los templos sagrados de Copán,
se celebraban cultos de estrellas y de abismos;
se tenía una sacra visión de Dios. Y era
ya la vital conciencia que hay en nosotros mismos
de la magnificencia de nuestra Primavera.
Los atlántidas fueron huéspedes nuestros. Suma
revelación un tiempo tuvo el gran Moctezuma,
y Hugo vio en Momotombo órgano de verdad.
A través de las páginas fatales de la historia,
nuestra tierra está hecha de vigor y de gloria,
nuestra tierra está hecha para la Humanidad.
Pueblo vibrante, fuerte, apasionado, altivo;
pueblo que tiene la conciencia de ser vivo,
y que reuniendo sus energías en haz
portentoso, a la Patria vigoroso demuestra
que puede bravamente presentar en su diestra
el acero de guerra o el olivo de paz.
Cuando Dante llevaba a la Sorbona ciencia
y su maravilloso corazón florentino,
creo que concretaba el alma de Florencia,
y su ciudad estaba en el libro divino.
Si pequeña es la Patria, uno grande la sueña.
Mis ilusiones, y mis deseos, y mis
esperanzas, me dicen que no hay patria pequeña.
Y León es hoy a mí como Roma o París.
Quisiera ser ahora como el Ulises griego
que domaba los arcos, y los barcos y los
destinos. Quiero ahora deciros ¡hasta luego!
¡Porque no me resuelvo a deciros adiós!
Este perro.
Este perro.
¡Indescriptible!
¡Único!

(¿Quién diría la forma,
la intención,
el tamaño
de todas sus membranas,
sus vértebras,
sus células,
sin olvidar su aliento,
sus costumbres,
sus lágrimas?)

Este perro.
Este perro,
semejante a otros perros
y a la vez tan distinto
a su padre,
a su madre,
sus hermanos,
sus hijos,
a los perros ya muertos,
y a todos los que existen.

Este perro increíble,
con su hocico,
su rabo,
sus orejas,
sus patas,
inédito,
viviente;
modelado,
compuesto
a través de los siglos
por un esfuerzo inmenso,
constante,
incomprensible,
de creación,
de armonía,
de equilibrio,
de ritmo.

Este perro.
Este perro,
cotidiano, inaudito,
que demuestra el milagro,
que me acerca al misterio...
que da ganas de hincarse,
de romper una silla.
Taijitu Jan 2018
Te dejo ir
Soy fiel creyente de que los corazones deben ser libres
Retener nunca ha sido para mi una expresión de amor,
por el contrario, solo demuestra egoísmo cuando ya no se quiere estar mas en un lugar
No mentiré
Escribo y puedo sentir mi corazón desintegrarse como pólvora dentro de mi
Es siempre mas difícil respirar cuando no encuentras razón para seguir haciéndolo
Buscando aliento, pienso en tus besos y recobro la tranquilidad
Por un segundo todo vuelve a tener sentido y te siento nuevamente junto a mi
Te Amo.
Se que lo has escuchado muchas veces, pero te aseguro, jamas con la misma intensidad
Te Amo.
Y podría decir que es por el verde color de tus ojos que me deslumbran el alma, o por tu sonrisa que cada vez eriza  mas mi piel
Pero la verdad es que te amo aun en los momentos en que tus ojos no me miran o aun cuando no estas de humor para sonreír
Así te amo... porque si
Y presiento sera así para toda la vida
Aunque, como lei hace poco, este sera el amor que llega envuelto en el Karma
El paso a ciegas que puede dejarte destrozada al fondo del precipicio o regalarte las mas hermosas alas que te enseñen a volar
Duele que ahora solo queda sentarme a orillas del nunca sera
Sintiendo la brisa de tu ausencia. Escuchando las palabras resonantes de tu Adios
Ojala volver fuera tan fácil como dar vuelta al reloj de arena
A veces el amor no es suficiente y las acciones no se pueden siempre retactar
Te dejo ir.
Pretendiendo que soy demasiado buena para imponerme en tu ahora, en tu después, hasta el final de esta puta vida
Lo Siento
Te Amo
Adios
Tu boca jugosa y fragante.
Su risa coqueta reía.
Tan fresca la risa fluía,
que su agua la fuente sonante
por ti detenía...

Tu boca reía... tu boca,
que tiene humedad de ambrosía,
que tanto promete y provoca:
Tu boca de miel y armonía,
reía...

Y vino una abeja dorada,
de mieles ansiosa,
y quiso, creyéndola rosa,
posarse en tu boca encarnada,
fragante y jugosa...

Y en tanto la abeja volaba
buscando la miel de la rosa,
riendo una risa nerviosa,
tu boca el ataque esquivaba
medrosa...

Tu boca reía y gemía
de angustia. La abeja de oro,
en pos de la rosa que huía,
ritmaba su vuelo sonoro.

Y, al cabo, la abeja
posóse en tu boca riente:
Tu risa fue grito doliente,
fue queja...
Decidme, señora, si es justa
la cólera vuestra;
decir si merezco esta adusta
mirada que ira demuestra.

Al ver vuestro aprieto, un instante,
quedóse mi mente perpleja:
¡No había manera galante
de darle muerte a la abeja!

Verdad que os besé; pero en eso
no hay sombra de culpa:
Matar una abeja de un beso,
tal beso disculpa.

No fue, mi señora, osadía,
besar vuestros labios, rosados:
La abeja me hirió en su agonía:
Miradme los labios hinchados.

Cierto es que bendigo
a la abeja traidora,
mas, ved cuánto sufro, en castigo
de haberos besado, señora.
Reíd vuestra risa nerviosa,
reíd vuestra risa coqueta;
que ría la boca jugosa,
que ría la húmeda rosa
que adora el poeta...

Reíd y pensad un instante
si el beso una injuria refleja:
¿Había otro modo galante
de darle muerte a la abeja?

— The End —