Submit your work, meet writers and drop the ads. Become a member
Wörziech May 2014
Vindouras lágrimas de outras dimensões, de aleatórias caixas, de onde emanam as palavras que sustentam o tempo passado pensando e perdido em certa densa desordem por mim criada e alimentada; confusão estendida e desfocada que me faz, ainda hoje, perder o senso, obscurece a visão e me torna apropriadamente observador do incompreensível momentâneo. A tentar não expor o que não compreendo, não vejo calmaria ostentável, plano exponencial de trajetória constante, não vejo a solução vendida em caras garrafas italianas previamente datadas.
Faço uso da máquina para aliviar sua tensão perante tolas invenções por mim proferidas; também consulto meus cálculos lógicos de verdadeira atração; me vejo então este pacifico vivente, com todas as respostas para não fazer perguntas. O silêncio está duradouro e enlouquecedor.
Todos han muerto.
Murió doña Antonia, la ronca, que hacía pan barato en el burgo.
Murió el cura Santiago, a quien placía le saludasen los jóvenes y las mozas, respondiéndoles a todos, indistintamente: «Buenos días, José! Buenos días, María!»
Murió aquella joven rubia, Carlota, dejando un hijito de meses, que luego también murió a los ocho días de la madre.
Murió mi tía Albina, que solía cantar tiempos y modos de heredad, en tanto cosía en los corredores, para Isidora, la criada de oficio, la honrosísima mujer.
Murió un viejo tuerto, su nombre no recuerdo, pero dormía al sol de la mañana, sentado ante la puerta del hojalatero de la esquina.
Murió Rayo, el perro de mi altura, herido de un balazo de no se sabe quién.
Murió Lucas, mi cuñado en la paz de las cinturas, de quien me acuerdo cuando llueve y no hay nadie en mi experiencia.
Murió en mi revólver mi madre, en mi puño mi hermana y mi hermano en mi víscera sangrienta, los tres ligados por un género triste de tristeza, en el mes de agosto de años sucesivos.
Murió el músico Méndez, alto y muy borracho, que solfeaba en su clarinete tocatas melancólicas, a cuyo articulado se dormían las gallinas de mi barrio, mucho antes de que el sol se fuese.

Murió mi eternidad y estoy velándola.
Felipe Thomas May 2014
as luzes e os sons da cidade
que nessa penumbra são meus fantasmas
atraem os sentidos da racionalidade
e repelem o instinto de minha consciência
o melhor dos meus acidentes e minha doença
a incurável, que me faz trabalhar a todo tempo
e que me faz saber o que só eu sei;
todos os bons rapazes de barbas feitas
com argumentos irrefutáveis e namoradas invejáveis
têm olhos tão bons quanto os de minha rola
eu sou falso, não me atrevo a debater
pois, afinal, por que lhes dar meu tempo?
eu o faria com algumas poucas pessoas
apenas as que me pudessem compreender
como as principais moças de meu inconsciente;
mas até que alguém assim me encontre
sigo caminhando sozinho no início de noite
tentando compreender o que é isso
e qual a importância de tudo que me circunscreve
enquanto sei que nada importa
andando a passos lentos
fazendo o que calho de fazer
encarando minha sombra recém criada
pela lua hasteada no céu de piche
sentindo o orvalho beijar minhas canelas
enquanto espero que alguém jamais se importe comigo.
De qué sirve, quisiera yo saber, cambiar de piso,
dejar atrás un sótano más *****
que mi reputación -y ya es decir-,
poner visillos blancos
y tomar criada,
renunciar a la vida de bohemio,
si vienes luego tú, pelmazo,
embarazoso huésped, memo vestido con mis trajes,
zángano de colemena, inútil, cacaseno,
con tus manos lavadas,
a comer en mi plato y a ensuciar la casa?
Te acompañan las barras de los bares
últimos de la noche, los chulos, las floristas,
las calles muertas de la madrugada
y los ascensores de luz amarilla
cuando llegas, borracho,
y te paras a verte en el espejo
la cara destruida,
con ojos todavía violentos
que no quieres cerrar. Y si te increpo,
te ríes, me recuerdas el pasado
y dices que envejezco.
Podría recordarte que ya no tienes gracia.
Que tu estilo casual y que tu desenfado
resultan truculentos
cuando se tienen más de treinta años,
y que tu encantadora
sonrisa de muchacho soñoliento
-seguro de gustar- es un resto penoso,
un intento patético.
Mientras que tú me miras con tus ojos
de verdadero huérfano, y me lloras
y me prometes ya no hacerlo.
Si no fueses tan puta!
Y si yo supiese, hace ya tiempo,
que tú eres fuerte cuando yo soy débil
y que eres débil cuando me enfurezco...
De tus regresos guardo una impresión confusa
de pánico, de pena y descontento,
y la desesperanza
y la impaciencia y el resentimiento
de volver a sufrir, otra vez más,
la humillación imperdonable
de la excesiva intimidad.
A duras penas te llevaré a la cama,
como quien va al infierno
para dormir contigo.
Muriendo a cada paso de impotencia,
tropezando con muebles
a tientas, cruzaremos el piso
torpemente abrazados, vacilando
de alcohol y de sollozos reprimidos.
Oh innoble servidumbre de amar seres humanos,
y la más innoble
que es amarse a sí mismo!
-Boscán, tarde llegamos -¿Hay posada?
-Llamad desde la posta, Garcilaso.
-¿Quién es? -Dos caballeros del Parnaso.
-No hay donde nocturnar palestra armada.
-No entiendo lo que dice la criada.
Madona, ¿qué decís? -Que afecten paso,
que obstenta limbos el mentido ocaso
y el sol depinge la porción rosada.
-¿Estás en ti, mujer? -Negóse al tino
el ambulante huésped-. ¡Que en tan poco
tiempo tal lengua entre cristianos haya!
Boscán, perdido habemos el camino,
preguntad por Castilla, que estoy loco,
o no habemos salido de Vizcaya.
Wörziech May 2013
Vindouras as lágrimas de outras dimensões, de aleatórias caixas, de onde emanam as palavras que sustentam o tempo passado pensando e perdido em certa densa confusão por mim criada e alimentada; confusão estendida e desfocada que me faz, ainda hoje, perder o senso, obscurece a visão e me torna apropriadamente observador do incompreensível momentâneo. A tentar não expor o que não compreendo, não vejo calmaria ostentável, plano exponencial de trajetória inconstante, não vejo a solução vendida em caras garrafas italianas previamente datadas. Faço uso da máquina para aliviar sua tensão perante tolas invenções por mim proferidas; também consulto meus cálculos lógicos de verdadeira atração... me vejo então este pacifico vivente, com todas as respostas para não fazer perguntas. O silêncio está duradouro e enlouquecedor. Preciso de um tempo, por favor.

— The End —