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Natalia Rivera Jan 2015
Una luz tenue me levanto, ¿qué hora será? Miro el rejo y son las 4:50 de la madrugada de algún martes. Me volteo para verlo plasmado, la obra de arte más bella del mundo; el. Esta dormido profundamente, debido a su insomnio es cosa de celebrar así que lo dejo dormir y tomo el abrigo que hay en el suelo. El bonito abrigo color azul de rayas que tanto me encanta, el mismo abrigo que horas antes me quito con la ternura y pasión de dos amantes. Una pequeña sonrisa brota de mis labios y continúo para la sala, atravieso el pasillo forrado de fotos. Fotos de él, fotos mías, fotos familiares, sus pinturas, llego a la cocina y miro por la ventana, ya casi amanece. Me sirvo un poco de agua en mi taza con forma de gato, en la mesa de la sala están las copas y el vino de anoche.
El estaba sentado en el sofá, con su camisa color negra y sus mahonés grises. Con la mitad de la copa vacía me miraba indescifrablemente. Yo estaba sentada en el suelo cerca de la chimenea, usaba mi lindo vestido de flores junto a su abrigo color azul de rayas y el pelo alborotado (como siempre).
-¿Qué te trae bailando en el cinturón de Orión? dice dándole el último sorbo a su copa.
- En lo bien que se te ven esos mahonés le contesto; seguido de unas miradas disfrazadas y unas cuantas risas  me anime a contarle lo que me pasaba realmente.
-Hay días que el miedo me invade, mi vida era bastante simple antes de tu aparición. Nada me quitaba el sueño, vivía viajando en mis libros y mis prioridades era mantener con vida a mi pez y conseguir dinero al final de día para poder sustentarme. Pero apareciste, de la nada, porque si y mi mundo fue un caos. Cartas, besos, caricias, charlas, malos hábitos, terrible humor, un artista, un genio, un sádico, un romántico, egocéntrico y niño. De eso se componían mis pensamientos, pase de depender de cómo terminaba el final de un libro a como terminaba cada una de sus palabras. Estaba enamorada como nunca antes y eso me asustaba. Estoy enamorada de ti y todas tus mañas, pero quiero que te quedes para siempre.

Podía verlo, la luz del fuego enfocaba su rostro a la perfección, el silencio era agobiante. Permanecía sentada de alguna forma extraña hasta que al fin lo vi caminar hacia mí; se sentó junto y me miraba con ojos perdidos, tomo mi rostro en sus deliciosas manos y me besó. Me besó despacio, permitiéndome respirar su aroma y saborear su alma. Entre caricias, besos y suspiros terminamos en la cama, aún vestidos, aún con ganas. Lentamente baja la cremallera del abrigo y me lo quita con esa sonrisa de picardía, como un niño comenzando una travesura. Una vez que el abrigo cae al suelo me mira y me dice “Te amo, mi pequeña niña y mi inmensa mujer”
El resplandor del sol hizo que retornara a la realidad, eran las 5:20 de la mañana y el seguía durmiendo. Abrí la puerta del balcón para saludar a mi madre, danzaba en las olas y en los rayos del sol, radiante como siempre. La playa estaba desierta, estaba desnuda así como me gusta; decidí entrarme en ella así camine hasta la orilla del agua y me senté.  Me sentía viva pero me di cuenta que algo me cubría de pies a cabeza; la melancolía. Lo quería, si lo miraba sabia que ese era el hombre al que amaría por el resto de mis días y tenía miedo. Miedo a que el no sintiera lo mismo, que no me viera como yo lo veo. Mi desfile de pensamientos fue interrumpido por un cálido beso en la cabeza, mi artista de había levantado. Traía una manta y un bulto,  la extendió y cubriéndome me pregunto ¿Qué haces medio desnuda con este frió sentada ahí? Necesitaba brisa con sabor a playa, le dije. Se quedo junto a mi callado durante un rato. Vimos como del océano brotaban las nubes y danzaban hasta llegar a lo más alto del cielo, también, a lo lejos en el muelle vimos a una pareja sacar su pequeño bote para pasar lo que parecía ser un excelente día.
Inesperadamente el toma mi mano y la besa, me acerca a él y al oído casi susurrando me dice
- Jamás encuentro las palabras correctas para expresarte cuán importante eres, y cuando las encuentro se me pierde el coraje para decirlas. La otra noche vi tu alma desnuda, te vi a ti con todos tus miedos y con todo el amor que tienes, entonces supe nuevamente porque te escogí para pasar el resto de mis días contigo. Has estado en cada paso que doy, aun sabiendo que alguno de esos pasos me alejaba de ti. Fuiste mi brújula cuando me encontraba extraviado, mi amiga cuando deseo hablar de cosas que no te interesan y has sido toda una diosa para mí en aspectos que ambos sabemos.  No soy muy bueno en esto, y sé que estas no son las palabras que deseas oír solo sé que te amo y lo haré hasta que mis ganas de plasmar tu sonrisa en un canva se vayan, hasta que me haya cansado de hacerte el amor, hasta el día en que me muera. Te amo, y no dejare que te marches de mi vida nunca.
El sonido de las olas cubría mis sollozos, las lagrimas bajaban por mis mejillas y las palabras no me salían. Lo mire y el tenia una inmensa sonrisa y sus ojos me miraban con ternura. Me quito ambas mantas y del bulto saco su abrigo azul de rayas, me lo puso y me dijo:
-Quédate conmigo para siempre.
Y le dije:
-Me quedare contigo hasta en las ocasiones que quieras estar solo.
Lo beso y le digo:
-Te amo, renacuajo
Me besa y me dice:
-Te amo, mi niña.
Segunda historia.
Leydis Jun 2017
Yo no te imputo toda culpa.
Yo sé que también falle.
Yo sé que también claudique.
Yo sé que también me bañe en un mar de Ego.
Yo sé que aposte nuestro amor al Señor tiempo.
Yo sé que te hice pedazos en un acto de rebeldía.
Que te devolví cada rechazo día por día.
Que maldecí haberte conocido.
Que fabrique una imagen de ti que no existía.
Que exigí a veces más de lo que daba.

¿Y tú?
¡Tú también fallaste!
Deshonraste mi amor desde principio.
Te encargaste de descuartizar mi alma,
De pisotear mi dignidad,
De tiranizarme en soledades infinitas.

Te convertiste en la astilla de vidrio que uno pisa,
que duele, pero es tan profundo y pequeño y no se ve.
Cuando intentas sacarlo, cada presión a la lesión causa que se incruste más en la piel.
Cada intento en un agobiante momento donde se desangra la piel.
Uno grita, uno pide auxilio, duele pisar
pero nada vale, solo tenerle paciencia,
ahogarlo en agua tibia, que se hinche
que salga el trozo por sí mismo.

Hoy por hoy todavía estoy paralizada
todavía duele los trozos de vidrio que se incrustaron en mi alma.
Todavía estoy en el suelo.
Todavía duele este duelo.

Yo no pretendo inculparte.
Yo no pretendo tomar toda la culpa.
Me quedo con los trozos que dejaste.
Me quedo con pedazos rotos que te deje.

Todavía estoy en el suelo.
Todavía duele este duelo.
Pero siento una presencia de agua bendita,
que está excretando de mi alma,
los pedazos rotos que adquirí en la ardua batalla que fue amarte
y entregarte mi vida.

LeydisProse
6/23/2017
https://m.facebook.com/LeydisProse/
Fa Be O Nov 2017
tu corazón que latía en mi palma,
como una flor en la brisa del mar,
con la sal de mis lagrimas vivas,
esquiva como la arena entre dedos.

como te extraño mi corazón lindo,
dentro muy dentro de mi,
si te hubiera tenido en mis brazos,
que no podría yo hacer hoy?

todo, todo ese blanco,
estéril y frió y sola,
entre tantas personas aisladas,
sola, contigo, me despedí.

te despedí sola, entre todo ese blanco,
con ese miedo y dolor,
y ese sonido agobiante
que no me deja dormir.

tu no tenias pensamiento,
yo no tenia valor,
te quise sin conocerte,
te quise sin que fueras aun.

algún día regresaras a mi,
un arco iris de luz,
algún día dejare de escuchar
el vació de algo que cae
en metal, vibración vacía.

yo te anhelo,
por ser algo nuestro,
por que pudiste ser,
por que yo te quiero.
Leydis Oct 2017
Un amor que se encontró en un pensamiento,
entre líneas de un verso escrito al viento,
deseando algo más etéreo,
algo más completo como lo es el firmamento.

Amantes que diseñaron su amor en un silencio,
en una revelación divina,
una tenue luz guiando su pluma,
trazando línea tras rima,
soñando despiertos logran disipar aquella
inquietante agonía de ¡que si algún día llegaría¡
eso tan preciado, ese sueño tan añorado.

Ese sentimiento depositado…a veces en un cuerpo erizado,
a veces en el hechizo de un pasado,
a veces en el ímpetu viento,
y fueron plasmando letras con dueños sin caras,
pero dueños en almas,
que no se reconocían,
mas siempre se escribían,
llamándolos con el pensamiento,
por si estaban listos,
por si ya habían aprendido,
por si ya les premiaba el destino.

Siempre con una constante esperanza
de que hubiese alguien que supiera descifrarlo,
esos códigos disfrazados en prosa,
ese poema largo, como lo es el océano,
ya que larga fue la espera..,
un escrito, un poema, una canción llena de sensibilidad,
llena de erotismo,
llena de un amor que se añeja como el vino,

Y
escribían sus prosas esperando un mundo distinto.
En un instante de agonía por pensar que ya habían escrito sus últimos  versos,
cansados de embozos disfrazados de amor,
en una agobiante desolación,
escribieron un último verso lleno de resignación.

Y vuelve el destino, tarde pero justo a tiempo,
leen un verso escrito a un tiempo sin dirección,
que les ha relevado que sus últimos versos serán escrito
en el reencuentro de cuerpos rimando de deseo y amor.
LeydisProse
10/18/2017

https://www.facebook.com/LeydisProse/
Alekj Nov 2024
El calor puede ser frustrante, desesperante, estresante, agobiante, irritante, sofocante... odio el calor.
Pero hay una excepción, tú eres una excepción. Amo el calor de tus miradas, tus cálidos abrazos, el de tus manos tocando y acariciando mi cabello y mis mejillas. Amo tu calor. Amo el calor que me transmites. Pues es el refugio que acoge mi alma y la llena de vida y armonía.

— The End —