Como duele el pecho
cuando se sufre.
Ya no son mariposas
lo que guarda en su interior.
Siento hormigas talandrándome
hasta lo más profundo.
Como miles de cuchillas
cortando a la vez.
A veces quisiera
poder abrir mi pecho,
como si fuera una maleta.
Sacar mi corazón y esconderlo.
O para preguntarle
cómo puede ser tan estúpido,
por qué vuelve a lanzarse
al mismo vacío,
una y otra vez.