Soy huellas que no secan en el vacío interminable de tu pecho como marca hecha en desiertos por el cadáver sediento de tu cuerpo
Soy un jugador con sonrisa de plata que se burla a escondidas, y se cree ganador de todo lo perdido aceptando el trofeo en secreto
sabiendo que ha hecho bien en romper silencios, cadenas, el alma, y ha hecho jirones la camisa de un amante, en busca del elixir divino
Soy quien encontró ambrosía en labios rosas como almohadas celestiales que bajan a su encuentro entre noches perdidas, secretas, sedientas
Soy quien ríe al último con honestidad y el alma limpia pues no tengo nada que perder ya que he dado todo y regresó en migajas en platos rotos y en realidades que no concuerdan con los sueños
y no me arrepiento de nada la historia me absuelve como algún matón cubano dijo alguna vez en algún lugar pues todos los asesinos tienen su razón justificada.