Eres de esas realidades que no son lo que parecen, eres imposible de controlar; impredecible, como las ondas del mar, profunda como un abismo, oscura como el pasado, memorable, una leyenda, un cuento para dormir. No puedo decir quién eres, te conozco como conozco el cielo, como entiendo la existencia, como un milagro, te conozco sin conocerte, superficial pero tan profunda, inexplicable como la belleza, con precisión aleatoria, como el destino y la suerte. Te conozco como yo soy, otro ente, dentro de tu percepción.