teñida de rojo llegas a casa todas las noches, todas las mañanas de agua salada creció un río en mi alma y un sepulcro debajo de tu cama a la hora de dormir cuento puñaladas y me arrulla el crujir de tu espina fracturada el eco reverbera en el cañón de mis entrañas en mis sueños con tus últimas palabras niña ponte tu falda favorita y suelta a tu hermana no le temas a la noche que muerta ya no pasa nada.