Nunca se sabe que nos vamos a encontrar en las profundidades del mar. Cuando arde en el fondo de nuestra alma, un deseo de hallar lo que no sale de nuestro pensar, ese es el momento en que debemos parar esa bΓΊsqueda de algo que, si se rastrea, nunca podremos encontrar. Justo en ese instante, en que por fin paramos de buscar, llegarΓ‘ a nosotros lo que siempre se quiso alcanzar; por aquellas dichas, profundidades del mar.