Patas de perro con mi primacho Miguel en Pereira, buscando un hotel pa pagar la estancia de una cuartico cerca al centro o a poca distancia del burdel.
Nos tomamos un jugo de caña y como ya tengo la maldita maña, llamamos al Toro porque sin esa hierbita jamás cerraría pestaña
Dándole vueltas al centro, esperándolo a él Vi un lindo edificio y le dije a Miguel: "un segundo hermano que me gustó ese hotel, voy a entrar a ver si hay cupo" y a cuánto estaba una noche en aquél.
Me mira bien serio y me deja pasar quedándose afuera pa disimular.
"Buenas tardes caballero, bien pueda... ¿En que le puedo servir?"
"Busco un cuartico que mi primo y yo pensamos quedarnos en Pereira esta noche, ¿a cuánto están?"
¿Cómo así? me contesta y como creía que no me había entendido... repiti la encuesta. Otra vez ....¿Cómo así?
En eso momento, que pendejo te cuento, me di cuenta que no era un hotel. De un salón a la izquierda salían los llantos seguidos por un desfile en ***** de luto..... y yo hijueputa ¡"que bruto"!
Volteaba a ver si el primo ya sabía que pasaba cuando soltó la gran carcajada.
Huí sin mu decir buscando la risa de Miguel que decía uy... ¿que pasó no es hotel?
Pero se la hice también cuando nos recogió el torito y comenzamos a fumar y fumar. Tantos baretos estilo Bob Marley que ya no nos podíamos ver.
Cuando se escapó todo el humo Miguel se detuvo antes de casi caer. Con ojos cruzados y labios babeados empecé a burlarme también.
Story bout my cousin letting me make a fool of myself in Pereira Colombia by asking the front desk at a funeral home if they had rooms for the night. And how I got him back