Dulce miel, esa de tu boca, que arropa mi piel desatando una furia peligrosa.
Como dulce caramelo te comes mis deseos, tus labios tienen el calor preciso para derretirme en tu regodeo.
Mi sal no te asusta pues tu miel en mi piel me envuelve en dulzura.
Tú mi dulce jinete, dulce complemento para esta amazona, versado en jadear mi cuerpo y, en tus brazos pierdo…toda mi bravura.
Confeccionas lentamente el cocido de mi pasión, elevando mis respiros.., desnivelando mi intuición.
Como dulce caramelo elasticidad soy en tus manos moldeando mi cuerpo a tu agrado. Dulce y salada, tierna y antojada, Me subes la mirada-confirmándome “Que tú eres quien manda”.
Tú suculenta y acaramelada boca me derrite en ensueños, y, evidenciada siempre quedo…. cuando el azúcar de mi piel deja rastros en tu cuerpo.