Llevo la justicia entre las piernas, un par de caricia en las venas, un beso juguetón, y una sedienta necesidad de amarte; que me enferma, que me enerva, que me exacerba, que me escurre la vergüenza.
Es que, quiero besarte sobria, y que tus flujos me embriaguen la memoria, mientras chorreo esta catarata de pasión despacio en tus adentros, y, agitadamente en las madrigueras de tu boca descargar todo este ensueño que seria, quedar completamente libertada en tus regazos.