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The voice Nov 2014
Aquel el dolor sigue presente, Logró marcar un precedente…
Y hoy, hoy sigues mal…
Aquel recuerdo esta en tu mente, Como si fuera ayer lo sientes…
Y hoy, hoy sigues mal…
Confiabas en el tiempo como aliado para sanar tus heridas…
Mientras vives encerrado en el recuerdo y no encuentras la salida…

Y te destruye como el veneno que gota a gota llena la tasa…
Y la amargura es como un trueno que estremece toda tu casa…
Y la venganza entro en acción pero aquí te presento el perdón…
"Porque el perdón es…"
Es más que un sentimiento, es más que una emoción
El tiempo no te ayuda, tuya es la de decisión…
Enfrenta ese tormento, y sal de esa prisión
Porque no fue tu culpa, otorga el perdón...


Aquello que pasó, aquel suceso duro te marcó
Pensaste que lo habías olvidado pero no
Que ya no te afectaba ni pasaba por tu mente
Pero volvió a afectarte y todavía está latente…

Desde aquel momento has continuado por la vida
Esperando que sea el tiempo el que sane las heridas
A veces lo has recordado y con nada de templanza
Haz pensando en la opción de acudir a la venganza…

Si, fue doloroso, no fue nada bueno
Pero el resentimiento es similar a un veneno
Que gota a gota tomas para no enfrentar la pena
Pero termina contigo te destruye y te envenena…

Como tóxico que acaba con el alma y corazón
Que te presenta el odio como una gran opción
Pero al final tú eres quien recibe la aflicción
Pues se enfermó tu cuerpo por la falta de perdón…

Y te destruye como el veneno que gota a gota llena la tasa…
Y la amargura es como un trueno que estremece toda tu casa…
Y la venganza entro en acción pero aquí te presento el perdón…
"Porque el perdón es…"
Es más que un sentimiento, es más que una emoción
El tiempo no te ayuda, tuya es la de decisión…
Enfrenta ese tormento, y sal de esa prisión
Porque no fue tu culpa, otorga el perdón...


Perdona y saca todo veneno guardado
Permite la salida del rencor acumulado
Perdona, reacciona y regresa al presente
Lo que pasó se fue ya no lo tengas pendiente
Quizás hayas pensado que no hay una razón
Que no fuiste culpable de lo de tu corazón…

Pero en ocasiones el perdón por algo trágico
Habrá que darlo aunque suene ilógico
Como aquel caballero que por ti fue mal herido
Tomando tu lugar te dio un regalo inmerecido…

No suena razonable tampoco apetecible
Pero te perdonó y hoy por eso tú eres libre
Y que mejor ejemplo que la vida de Jesús
Que no tenia que hacerlo; pero en una cruz
Llevó toda la culpa que agobió su corazón
Pero con todo y eso recibiste su perdón…

**Y te destruye como el veneno que gota a gota llena la tasa…
Y la amargura es como un trueno que estremece toda tu casa…
Y la venganza entro en acción pero aquí te presento el perdón…
"Porque el perdón es…"
Es más que un sentimiento, es más que una emoción
El tiempo no te ayuda, tuya es la de decisión…
Enfrenta ese tormento, y sal de esa prisión
Porque no fue tu culpa, otorga el perdón...
Song by Alex Zurdo, just thought that somethings are better shared. i cant stop listening to this! Love it. Forgive!
Marco Raimondi Jun 2017
Narrador:
O sol, fadando aos seus desmaios,
Em falta de luz aureolava
A face natura com seus distantes raios;
A areia qual aos clarões brilhava,
Neste sol d'agora dorme junto às figueiras
Às terras, aos vales, às distantes matas altaneiras

Gaia, que nas folhas de carvalho
Rompe a escuridão do céu vultuoso
E jorra em seu corpo as águas d'orvalho
Cobre-se, nas horas, d'um véu moroso;
Quando olham ao zênite, estrelas podem ver
Como áureo tesouro a na escuridão se irromper

Por este turvo azul sidéreo,
Entre as florestas tem-se o canto,
E dos troncos retorcidos, um mistério
Cuja noite predomina em seu encanto,
Cobrindo as nuvens do olhar,
Com seu etéreo resplendor lunar

Divagam as almas que dormem
E divagam as que repousam, sob o sentir de fantasia
As mais atormentadas, que de sonhos envolvem,
Veem nos vastos pesadelos dores de uma visão sombria;
Se em prantos, quando dormem, não podem culminar
Vezes quebram, em gritos e desatino, um longo calar

Destes prantos, cujas lágrimas caem nas profundezas
Ressoam em uma perdição do infinito
Entoando pérolas e cânticos desta proeza
Que é constituir, no espírito, o próprio mito;
Tudo não mais cintila, Gaia se cobre,
Os olhos da matéria se fecham após tanto obre

Enfim, fez-se da natureza uma realidade escrava
Na qual os dias, tão somente o tempo envenena
Mas Gaia, quando os serenos campos lava
A realidade, a mudança é ela quem condena,
À miséria dos povos, as glórias, a graça
Tudo é ao tempo, que a natureza trespassa

O lar dos sentires se silencia sob aurora
Todos desprezos, amores e outros enganos
Agrados, estupores, inclemências de outrora
Contiguamente extinguem-se, ao eclipsar dos raios meridianos
O som enleia as serranias noturnas
Sussurrando longínqua a madrugada soturna

É a glória do Destino! Ânsia abissal e dolorida,
Aprisionando a natureza em seu prazer de ilusão
Subitamente, em brumas, um estirpe que é vida
Das lembranças renovadas, canções d'uma visão
Logo o sol nascerá em amplitude
E clarear-se-á o dia em suas virtudes

Idália, a vaguear nos cúmulos imaginários
Vê as estrelas em umedecidos rochedos
A ecoarem devaneios visionários
As névoas quais, do delírio, são divinos segredos,
Empíreo enigma, perpetua-se em infinita imensidade,
Que há de trovejar os pensamentos na obscura eternidade
Wörziech May 2013
Sou peste que borbulha e transborda em poluídos rios,
pelo ódio e pela mágoa,
no mais profundo de sua alma.

Sou a tralha que marcha e caminha movida pelo ópio;
o próprio ópio que envenena minha mente,
que sustenta os meus pés
e me coloca sempre um passo atrás.

Acima de tudo, o que me faz são suas palavras;
eu sou a hipocrisia diluída em boas porções de guilhotinas e navalhas ensanguentadas,
juntamente servidas com meu já cometido suicídio de amor.

Sou a natureza doentia que mata,
eu sou você.
Inés es joven: en su faz hermosa,
Luchando están como Hércules y Anteo,
El carmín pudibundo de la rosa,
Con la avarienta lumbre del deseo.

Torna los corazones en despojos,
Pues tiene en su diabólico albedrío,
Miel en sus frases, dardos en sus ojos
El alma en ascuas y el semblante frío.

Es blanca en su exterior como azucena
Negra en su fondo cual la noche oscura;
Roja adelfa es su boca, que envenena
Al que una gota de su miel apura.

A fuerza de sufrir, lleva consigo
Tal odio al mundo que su planta pisa,
Que, engañando al amante y al amigo,
Usa como una máscara la risa.

Visita los altares, y allí brota
De sus labios y en público la queja:
Que por ganar la fama de devota,
Ha dado, siendo joven, en ser vieja.

Cansada al fin de dar funesto ejemplo,
Suelta un ***** mantón sobre su talle,
Y aunque igual en la calle y en el templo,
Hoy ha cambiado el templo por la calle.

En la humildad con que su rostro juega,
Se juntan lo piadoso y lo pagano:
Un correcto perfil de estatua griega,
Y el colorido del pincel romano.

Tan modesta se viste, y tan seguido
Se la mira en el templo lacrimosa,
Que son juntos su faz y su vestido,
Hábito y faz de austera religiosa.

Cuando se haiia en el templo arrodillada,
Rezando en alta voz con gran tristeza,
La gente que la ve dice asombrada:
«Inés es muy devota porque reza».

Los ojos bajos y la faz contrita,
Trémulos y turbados sus acentos,
Toma y lleva a su frente agua bendita,
Para ahuyentar los malos pensamientos.

Se ven correr las cuentas del rosario
Entre sus dedos de alabastro y grana,
Como en el blanco lirio solitario
Las perlas de la púdica mañana

Cuantos miran a Inés rezar sumisa,
Y oyen la voz con que piedad implora,
Y ven que, puesta en cruz, toda la misa,
Solloza, ruega, se estremece y llora;

Al ver su rostro en lágrimas deshecho,
Con santa unción resplandecer ufano;
Las reliquias que cuelgan de su pecho,
Las novenas que tiemblan en su mano;

Juzgan verdad su devoción sagrada,
Cierta juzgan su mística tristeza,
E ignoran que la dama arrodillada
No viene a orar... y, sin embargo, reza.

Entre orar y rezar hay un abismo,
Que ni medir ni escudriñar me toca:
El rezo y la oración no son lo mismo,
Que no es lo mismo el alma que la boca.

Inés, del templo en la imponente calma,
Por rendir culto a Dios, le infiere agravios:
Su rezo está en la boca, no en el alma...
¡La oración en el alma, no en los labios!

La dulce fe de sus primeros días
Mataron en Inés los desengaños,
Y hoy reza en alta voz Avemarías
Iguales: ¡ay! a las de aquellos años.

¿Qué son las tiernas frases de su boca?
Gritos que aturdirán su propio duelo...
Flores con que su afán cubre una roca
Coronada de témpanos de hielo.

Víctima de su gracia y su belleza,
Tiene Inés una historia de dolores.
Y recuerda su historia cuando reza,
Queriendo despertar tiempos mejores.

Rezando sin orar, en voz muy alta,
Ofende al templo del Señor, sagrado,
Pues pone allí, para encubrir su falta,
El rezo como escudo del pecado.

Es incrédula, y júzganla creyente;
Llena con falso culto el alma hueca,
Y así a la faz de Dios rezando miente,
Y el mundo ignora que rezando peca.

¡El mundo! Vedlo... toma como ejemplo
De santa unción a Inés que está llorando...
¿Ejemplo? Sí: de las que van al templo,
Hijas del mal, para pecar rezando.

¿Cómo ensalzar sus aparentes galas
De misticismo y devoción? -¡Del cielo
Es la oración, que, al agitar sus alas
Ni polvo ni rumor alza en el suelo!
Nadie debe hacer ruido en el secreto corazón. Amo las apariencias del no ser natural. La verdadera nada es el espejo que envenena los rostros del deseo, convierte a la memoria en cuerpo fugitivo de la unión. Desde que nací estoy lleno y vacío de mí mismo y así conozco que la verdad más inocente es un destino.
Carolina Dec 2017
En mis sueños me atormentas,
e incluso en ellos te vas.
Me dejas sola, abandonada en la fría oscuridad.
Juro ya no hacerlo,
prometo no caer,
pero una dulce sonrisa me vuelve a convencer.
Y ahí voy, una vez más, pensando que vale la pena.
Fingiendo no ser consciente que tu cariño envenena.
Con un estúpido mensaje me desarmo, lloro y muero.
Con otro insignificante mensaje revivo y me río, pero sé que no es lo que quiero.
Quiero un cuerpo a mi lado, anhelo una mente llena de universos.
Deseo un toque, un roce, un cálido abrazo.
Sólo pido una conversación, que deje tu mente al desnudo, que nos enrede en un lazo.

Papi tiene razón. Papi sabe bien.
Él me explica, me aconseja, me hace despertar.
Pero como una niña caprichosa tengo que chocarme contra la pared un millón de veces más y mi cabeza reventar.

Cuando el tornado se vuelva brisa
y ya no tenga lágrimas que llorar.
Hasta que mi corazón ya no soporte,
y aprenda a sumergir mis pies en el río en vez de hundirme en el mar.
Oh mar, enorme mar, corazón fiero
De ritmo desigual, corazón malo,
Yo soy más blanda que ese pobre palo
Que se pudre en tus ondas prisionero.
Oh mar, dame tu cólera tremenda,
Yo me pasé la vida perdonando,
Porque entendía, mar, yo me fui dando:
«Piedad, piedad para el que más ofenda».
Vulgaridad, vulgaridad me acosa.
Ah, me han comprado la ciudad y el hombre.
Hazme tener tu cólera sin nombre:
Ya me fatiga esta misión de rosa.
¿Ves al ******? Ese ****** me apena,
Me falta el aire y donde falta quedo,
Quisiera no entender, pero no puedo:
Es la vulgaridad que me envenena.
Me empobrecí porque entender abruma,
Me empobrecí porque entender sofoca,
¡Bendecida la fuerza de la roca!
Yo tengo el corazón como la espuma.
Mar, yo soñaba ser como tú eres,
Allá en las tardes que la vida mía
Bajo las horas cálidas se abría...
Ah, yo soñaba ser como tú eres.

Mírame aquí, pequeña, miserable,
Todo dolor me vence, todo sueño;
Mar, dame, dame el inefable empeño
De tornarme soberbia, inalcanzable.
Dame tu sal, tu yodo, tu fiereza.
¡Aire de mar!... ¡Oh, tempestad! ¡Oh enojo!
Desdichada de mí, soy un abrojo,
Y muero, mar, sucumbo en mi pobreza.
Y el alma mía es como el mar, es eso,
Ah, la ciudad la pudre y la equivoca;
Pequeña vida que dolor provoca,
¡Que pueda libertarme de su peso!
Vuele mi empeño, mi esperanza vuele...
La vida mía debió ser horrible,
Debió ser una arteria incontenible
Y apenas es cicatriz que siempre duele.
Yo tuve un ideal, ¿en dónde se halla?
Albergué una virtud, ¿por qué se ha ido?
Fui templario, ¿do está mi recia malla?
¿En qué campo sangriento de batalla
me dejaron así, triste y vencido?
¡Oh, Progreso, eres luz! ¿Por qué no llena
su fulgor mi conciencia? Tengo miedo
a la duda terrible que envenena,
y me miras rodar sobre la arena
¡y, cual hosca vestal, bajas el dedo!
¡Oh!, siglo decadente, que te jactas
de poseer la verdad, tú que haces gala
de que con Dios, y con la muerte pactas,
devuélveme mi fe, yo soy un Chactas
que acaricia el cadáver de su Atala...
Amaba y me decías: «analiza»,
y murió mi pasión; luchaba fiero
con Jesús por coraza, triza a triza,
el filo penetrante de tu acero.
¡Tengo sed de saber y no me enseñas;
tengo sed de avanzar y no me ayudas;
tengo sed de creer y me despeñas
en el mar de teorías en que sueñas
hallar las soluciones de tus dudas!
Y caigo, bien lo ves, y ya no puedo
batallar sin amor, sin fe serena
que ilumine mi ruta, y tengo miedo...
¡Acógeme, por Dios! Levanta el dedo,
vestal, ¡que no me maten en la arena!
johnny petsum lloraba por las tardes
en el w.c. de la "Coronation Inc Corp"
pero poco lloraba
atento al gran señor de la cadena

el gran señor no era
el capataz o dueño o accionista montado en un burro de fuego
el gran señor era un sonido hosco duro vivo patrón
en la cadena que andaba y andaba

mientras uno ponía el tornillo otro la tuerca y todos
el alma el cuerpo la memoria el horror
de olvidar
el día -no la noche- en que los bellos muchachos servían
sus amores

y tres aves chiquitas cantaban
por el amor por dolor por la ceguera
¡ah johnny petsum! habrá navío que te lleve a dormir
alzó las velas para volver a la ciudad

allí johnny petsum mató
al carcelero del rosal
al que envenena las pechugas de ave
al que ensuciaba boca a boca los aires del río

antes de irse a la muera escribió carta
"¿de qué llorás niña blanca?" decía y es cierto
nunca supo de qué
con la ceguera de johnny petsum hicieron un asado

con su amor y dolor hicieron un asado
la niña blanca lloraba debajo de sus besos no dados justamente
de los que un día nacieron altos brillos
ya tarde johnny oh

menos para las aves chiquitas
menos para las aves menos mal
que cantaban cantaban
ya ciegas mucho ciegas
Las playas, parameras
Al rubio sol durmiendo,
Los oteros, las vegas
En paz, a solas, lejos;

Los castillos, ermitas,
Cortijos y conventos,
La vida con la historia,
Tan dulces al recuerdo,

Ellos, los vencedores
Caínes sempiternos,
De todo me arrancaron.
Me dejan el destierro.

Una mano divina
Tu tierra alzó en mi cuerpo
y allí la voz dispuso
Que hablase tu silencio.

Contigo solo estaba,
En ti sola creyendo;
Pensar tu nombre ahora
Envenena mis sueños.

Amargos son los días
De la vida, viviendo
Sólo una larga espera
A fuerza de recuerdos.

Un día, tú ya libre
De la mentira de ellos,
Me buscarás. Entonces
¿Qué ha de decir un muerto?

— The End —