¿Podrías besarme el rostro a pesar
de ser horrendo y tener
la cara llena de espinillas y granos?
Oh, mi pequeña puta, ésta
noche manché las sábanas sin querer,
de nuevo -lo lamento-, con mi sangrado nasal
descontrolado
y mi ***** desgraciado.
Ya no me molesto en limpiarme,
creo que hace tiempo dejó de importarme.
No tiene caso, nada lo tiene,
nada lo tuvo.
¿O sí?
Siento desapego, si te soy sincero, creo que
tengo un poco de miedo.
Quisiera que estuvieses aquí, tal vez así,
podría dormir.
Realmente, no quisiera morir.
A veces me pides que te cuente cosas
y la verdad, a veces sólo quisiera contarte
tus lunares.
Desencantado de estar
desencantado.
Ya no veo la hora
de ver la hora.