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Pensó
          ojalá que no
pero esta vez acaso sea la última.

Con el deseo más tierno que otras noches
tentó las piernas de la mujer nueva
        que afortunadamente no eran de carrara
posó toda su palma sobre la hierbabuena
        y sintió que su mano agradecía
viajó moroso y sabio por el vientre
        se conmovió con valles y colinas
se demoró en el flanco y su hondonada
        que siempre era su premio bienvenido
anduvo por los pechos eligiendo al azar
        y allí se quedó un rato descifrando
con el pulgar y el índice reconoció los labios
        que afortunadamente no eran de coral
y deslizó una mano por debajo del cuello
        que afortunadamente no era de alabastro.

Pensó
            ojalá que no
pero puede ser la última.

Y si después de todo
es la última vez.

Entonces cómo         cómo haré mañana
de donde sacaré la fuerza y el olvido
para tomar distancia de esta orografía
de esta comarca en paz
de esta patria ganada
                                      apenas y a penas
                                      a tiempo y a dulzura
                                      a ráfagas de amor.
Lord Eretzva Sep 2015
Salvajes

Estas ahí en medio de la multitud, me voy aproximando, ya te estoy besando, ahora estamos solos,  tú estas brillando en la obscuridad con los ojos cerrados en goce, tus labios están liberando energía, sujeto a tus muslos azotamos nuestras frentes y dejamos que se nos derrame un beso. Dos salvajes fieras están librando una batalla.

Perfume

03:07 a.m. En este momento inhalo y pienso... Hay polvo a nuestro alrededor brotando debajo de nosotros, que si tuviera luz, nos haría ver en las estrellas.

Revolver

Estoy sujetando tu cuello como si sujetara un revolver, mi pulgar esta en tu labio y lo acaricio como a tu frente mientras duermes en mi pecho, el otro dedo quiere jalar el gatillo pero no sabe si esta en tu yugular, escondido entre tus cabellos o en algún lugar de tu nuca, una gota de sudor cae... Al mismo tiempo que nosotros, abatidos dejando que todo se moje con nuestra lluvia.
David Ehrgott Aug 2015
Thirty-six years ago
Singing in the rain
My mind filled with dreams of singing inside

Somewhere
Maybe should have left that dream
Dream somewhere
Maybe somewhere
Like on a Winnipeg farm
Somewhere

Then I left my dream
Somewhere
I fought in secret wars for my country
Somewhere
But, there is no record of it
Anywhere

But, Somehow I managed to glean other dreams
with some (of them) having every color of the rainbow
I guess that that would be all of the colors
Not all the colors are true

I've been told to watch my timbre
How can I see what belongs to the ear?
So, I tell them where to put their pulgar
and number ten my amplitude
  
Here goes
  
Go Ahead and chuck-up Miss Bulimia
You're running way too high
Like A12 hertz
I haven't hit and absolute since high school
and that one came with too much f**ng dirt
  
The true witch, Miss Bulimia
With pendulums for breast
Wanted to entrapped me, slap
Some bracelets 'round my fists
  
I never could paste saccharin on to dog ****
And if I could it would not change the taste
I hope you find the one you want
Someone that never catches you
While I sit here
and slash both of my wrists
  
Cutting is such a natural, no frills high
Doesn't cost you much
But you could die
Better than a drug
You bleed your heart
every time you remember
how it starts
  
A dream
  
of love
  
gone
  
forever
  
Goodbye Miss Bulimic USA
You never could be true is what you said
Still living in a lie
If you got fat, you'd probably die
A head that gives
Is only just a head
Make fun of me
But, wait until I'm dead
¿Existirá? ¡Quién sabe!
Mi instinto la presiente;
dejad que yo la alabe
previamente.
Alerta el violín
del querubín
y susceptible al
manzano terrenal,
será a la vez risueña
y gemebunda,
como el agua profunda.
Su índice y su pulgar,
con una esbelta cruz,
esbelto persignar.
Diagonal de su busto,
cadena alternativa
de mirtos y nardos,
mientras viva.
Si en el nardo canónico
o en el mirto me ofusco,
Ella adivinará
la flor que busco;
y, convicta e invicta,
esforzará su celo
en serme, llanamente,
barro para mi barro
y azul para mi cielo.
Próvida cual ciruela,
del profano compás
siempre ha de pedir más.
Retozará en el césped,
cual las fieras del Baco
de Rubens;
y luego... la paloma
que baja de las nubes.
Riéndose, solemne;
y quebrándose, indemne.
Que me sea total
y parcial,
periférica y central;
y que al soltar mi mano
la antorcha de la vida,
con la antorcha caída
prenda fuego a mis lacios
cabellos, que han sido antes
ludibrio de las uñas
de las bacantes.
Que me rece con rezos abundantes
y con lágrimas pocas;
más negra de su alma
que de sus tocas.

— The End —