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Victor Marques Dec 2009
A nobreza de tua família, teus descendentes!
Fernando era teu nome, Deus te chamou...
Junto a água pura Deus te abençoou,
Os peixes estavam contentes,
Tua catedral resplandecente,
Santo do amor eterno e confiante.



A tua voz sagrada,
Em Pádua a vi idolatrada.
Teu túmulo que me fez chorar com amor,
Meu santo amigo, eterno confessor.



Contigo aprendi a ser humano e amigo,
Me deleito a orar contigo.
Rezo a Deus e busco tua sabedoria infinita,
Pois Deus a todos beatifica..


Victor Marques
- From Network, wine and people....
Hoy amanecí con los puños cerrados
pero no lo tomen al pie de la letra
es apenas un signo de pervivencia
declaración de guerra o de nostalgia
a lo sumo contraseña o imprecación
al ciclo sordomudo y nubladísimo

sucede que ya es el tercer año
que voy ele gente en pueblo
ele aeropuerto en frontera
ele solidaridad en solidaridad
de cerca en lejos
de apartado en casilla
de hotelito en pensión
de apartamentito casi camarote
a otro con teléfono y water-comedor

además
de tanto mirar hacia el país
se me fue desprendiendo la retina
ahora ya la prendieron de nuevo,
así que miro otra vez hacia el país

llena pletórica de vacíos
mártir de su destino provisorio
patria arrollada en su congoja
puesta provisoriamente a morir
guardada por sabuesos no menos provisorios

pero los hombres de mala voluntad
no serán provisoriamente condenados
para ellos no habrá paz en la tierrita
ni de ellos será el reino de los cielos
ya que como es público y notorio
no son pobres de espíritu

los hombres de mala voluntad
no sueñan con muchachas y justicia
sino con locomotoras y elefantes
que acaban desprendiéndose de un guinche ecuánime
que casualmente pende sobre sus testas
no sueñan como nosotros con primaveras y alfabetizaciones
sino con robustas estatuas al gendarme desconocido
que a veces se quiebran como mazapán

los hombres de mala voluntad
no todos sino los verdaderamente temerarios
cuando van al analista y se confiesan
somatizan el odio y acaban vomitando

a propósito
son ellos que gobiernan
gobiernan con garrotes expedientes cenizas
con genuflexiones concertadas
y genuflexiones espontáneas
minidevaluaciones que en realidad son mezzo
mezzodevaluaciones que en realidad son macro

gobiernan con maldiciones y sin malabarismos
con malogros y malos pasos
con maltusianismo y malevaje
con malhumor y malversaciones
con maltrato y malvones
ya que aman las flores como si fueran prójimos
pero no viceversa

los hombres de pésima voluntad
todo lo postergan y pretergan
tal vez por eso no hacen casi nada
y ese poco no sirve

si por ellos fuera le pondrían
un durísimo freno a la historia
tienen pánico (le que ésta se desboque
y les galopo por encima pobres
tienen otras inquinas verbigracia
no les gustan los jóvenes tú el himno
los jóvenes bah no es una sorpresa
el himno porque dice tiranos temblad
y eso les repercute en el duodeno
pero sobre todo les desagrada
porque cuando lo oyen
obedecen y tiemblan
sus enemigos son cuantiosos y tercos
marxistas economistas niños sacerdotes
pueblos y más pueblos
qué lata es imposible acabar con los pueblos
y casi cien catervas internacionales
due tienen insolentes exigencias
como pan nuestro y amnistía
no se sabe por qué
los obreros y estudiantes no los aman

sus amigos entrañables tienen
algunas veces mala entraña
digamos Pinochet y el apartheid
dime con quién andas y te diré go home

también existen leves contradicciones
algo así como una dialéctica de oprobio
por ejemplo un presidio se llama libertad
de modo que si dicen con orgullo
aquí el ciudadano vive en libertad
significa que tiene diez años de condena

es claro en apariencia nos hemos ampliado
ya que invadimos los cuatro cardinales
en venezuela hay como treinta mil
incluidos cuarenta futbolistas
en sidney oceanía
hay una librería de autores orientales
que para sorpresa de los australianos
no son confucio ni lin yu tang
sino onetti vilariño arregui espínola
en barcelona un café petit montevideo
y otro localcito llamado el quilombo
nombre que dice algo a los rioplatenses
pero muy poca cosa a los catalanes
en buenos aires setecientos mil o sea no caben más
y así en méxico nueva york porto alegre la habana
panamá quito argel estocolmo parís
lisboa maracaibo lima amsterdam madrid
roma xalapa pau caracas san francisco montreal
bogotá londres mérida goteburgo moscú
efe todas partes llegan sobres de la nostalgia
narrando cómo hay que empezar desde cero
navegar por idiomas que apenas son afluentes
construirse algún sitio en cualquier sitio
a veces           lindas
veces             con manos solidarias
y otras           amargas
veces               recibiendo en la nunca
la mirada xenófoba

de todas partes llegan serenidades
de todas partes llegan desesperaciones
oscuros silencios de voz quebrada
uño de cada mil se resigna a ser otro

y sin embargo somos privilegiados

con esta rabia melancólica
este arraigo tan nómada
este coraje hervido en la tristeza
este desorden este no saber
esta ausencia a pedazos
estos huesos que reclaman su lecho
con todo este derrumbe misterioso
con todo este fichero de dolor
somos privilegiados

después de todo amamos discutimos leemos
aprendemos sueco catalán portugués
vemos documentales sobre el triunfo
en vietnam la libertad de angola
fidel a quien la historia siempre absuelve
y en una esquina de carne y hueso
miramos cómo transcurre el mundo
escuchamos coros salvacionistas y afónicos
contemplamos viajeros y laureles
aviones que escriben en el cielo
y tienen mala letra
soportamos un ciclón de trópico
o un diciembre de nieve

podemos ver la noche sin barrotes
poseer un talismán         o en su defecto un perro
hostezar escupir lagrimear
soñar suspirar confundir
quedar hambrientos o saciados
trabajar permitir maldecir
jugar descubrir acariciar
sin que el ojo cancerbero vigile

pero
         y los otros
qué pensarán los otros
si es que tienen ánimo y espacio
para pensar en algo

qué pensarán los que se encaminan
a la máquina buitre         a la tortura hiena
qué quedará a los que jadean de impotencia
qué a los que salieron semimuertos
e ignoran cuándo volverán al cepo
qué rendija de orgullo
qué gramo de vida
ciegos en su capucha
mudos de soledad
inermes en la espera

ni el recurso les queda de amanecer puteando
no sólo oyen las paredes
también escuchan los colchones si hay
las baldosas si hay
el inodoro si hay
y los barrotes que ésos siempre hay

cómo recuperarlos del suplicio y el tedio
cómo salvarlos de la muerte sucedánea
cómo rescatarlos del rencor que carcome

el exilio también tiene barrotes

sabemos dónde está cada ventana
cada plaza cada madre cada loma
dónde está el mejor ángulo ele cíelo
cómo se mueven las dunas y gaviotas
dónde está la escuelita con el hijo
del laburante que murió sellado
dónde quedaron enterrados los sueños
de los muertos y también de los vivos
dónde quedó el resto del naufragio
y dónde están los sobrevivientes

sabemos dónde rompen las olas más agudas
y dónde y cuándo empalaga la luna
y también cuándo sirve como única linterna

sabemos todo eso y sin embargo
el exilio también tiene barrotes

allí donde el pueblo a durísimas penas
sobrevive entre la espada tan fría que da asco
y la pared que dice libertad o muer
porque el adolesente ya no pudo

allí pervierte el aire una culpa innombrable
tarde horrenda de esquinas sin muchachos
hajo un sol que se desploma como buscando
el presidente ganadero y católico
es ganadero basta en sus pupilas bueyunas
y preconciliar pero de trento
el presidente es partidario del rigor
y la exigencia en interrogatorios
hay que aclarar que cultiva el pleonasmo
ya que el rigor siempre es exigente
y la exigencia siempre es rigurosa
tal vez quiso decir algo más simple
por ejemplo que alienta la tortura

seguro el presidente no opinaría lo mismo
si una noche pasara de ganadero a perdidoso
y algún otro partidario kyric eleison
del rigor y la exigencia kyrie eleison
le metiera las bueyunas en un balde de mierda
pleonasmo sobre el que hay jurisprudencia

parece que las calles ahora no tienen baches
y después del ángelus ni baches ni transeúntes
los jardines públicos están preciosos
las estatuas sin **** de palomas

después de todo no es tan novedoso
los gobiernos musculosos siempre se jactan
de sus virtudes municipales

es cierto que esos méritos no salvan un país
tal vez haya algún coronel que lo sepa

al pobre que quedó a solas con su hambre
no le importa que esté cortado el césped
los padres que pagaron con un hijo al contado
ignoran esos hoyos que tapó el intendente

a juana le amputaron el marido
no le atañe la poda de los plátanos

los trozos de familia no valoran
la sólida unidad de las estatuas

de modo que no vale la gloria ni la pena
que gasten tanto erario en ese brillo

aclaro que no siempre
amanezco con los puños cerrados

hay mañanas en que me desperezo
y cuando el pecho se me ensancha
y abro la boca como pez en el aire
siento que aspiro una tristeza húmeda
una tristeza que me invade entero
y que me deja absorto suspendido
y mientras ella lentamente se mezcla
con mi sangre y hasta con mi suerte
pasa por viejas y nuevas cicatrices
algo así como costuras mal cosidas
que tengo en la memoria en el estómago
en el cerebro en las coronarias
en un recodo del entusiasmo
en el fervor convaleciente
en las pistas que perdí para siempre
en las huellas que no reconozco
en el rumbo que oscila como un péndulo

y esa tristeza madrugadora y gris
pasa por los rostros de mis iguales
Unos lejanos perdidos en la escarcha
otros no sé dónde       deshechos o rehechos

el viejo que aguantó y volvió a aguantar
la llaca con la boca destruida
el gordo al que castraron
y los otros los otros y los otros
otros innumerables y fraternos
mi tristeza los toca con abrupto respeto
y las otras las otras y las otras
otras esplendorosas y valientes
mi tristeza las besa una por una

no sé qué les debemos
pero eso que no sé
sé que es muchísimo

esto es una derrota
hay cine decirlo
vamos a no mentirnos nunca más
a no inventar triunfos de cartón

si quiero rescatarme
si quiero iluminar esta tristeza
si quiero no doblarme de rencor
ni pudrirme de resentimiento
tengo que excavar hondo
hasta mis huesos
tengo que excavar hondo en el pasado
y hallar por fin la verdad maltrecha
con mis manos que ya no son las mismas

pero no sólo eso
tendré que excavar hondo en el futuro
y buscar otra vez la verdad
con mis manos que tendrán otras manos

que tampoco serán ya las mismas
pues tendrán otras manos

habrá que rescatar el vellocino
que tal vez era sólo de lana
rescatar la verdad más sencilla
y una vez que la hayamos aprendido
y sea tan nuestra como
las articulaciones o los tímpanos
entonces basta basta basta
de autoflagelaciones y de culpas
todos tenemos nuestra rastra
claro
pero la autocrítica
                               no es una noria
no voy a anquilosarme en el reproche
y no voy a infamar a mis hermanos
el baldón y la ira los reservo
para los hombres de mala voluntad
para los que nos matan nos expulsan
nos cubren de amenazas nos humillan
nos cortan la familia en pedacitos
nos quitan el país verde y herido
nos quieren condenar al desamor
nos queman el futuro
nos hacen escuchar cómo crepita

el baldón y la ira
que esto quede bien claro
yo los reservo para el enemigo

con mis hermanos porfiaré
es natural
sobre planes y voces
trochas atajos y veredas
pasos atrás y pasos adelante
silencios oportunos       omisiones que no
coyunturas mejores o peores
pero tendré a la vista que son eso
hermanos

si esta vez no aprendemos
será que merecemos la derrota
y sé que merecemos la victoria

el paisito está allá
                              y es una certidumbre
a lo mejor ahora está lloviendo
allá sobre la tierra

y aquí
bajo este transparente sol de libres
aquella lluvia cala hasta mis bronquios
me empapa la vislumbre
me refresca los signos
lava mi soledad

la victoria es tan sólo
un tallito que asoma
pero esta lluvia patria
le va a hacer mucho bien
creo que la victoria estará como yo
ahí nomás germinando
digamos aprendiendo a germinar
la buena tierra artigas revive con la lluvia
habrá uvas y duraznos y vino
barro para amasar
muchachas con el rostro hacia las nubes
para que el chaparrón borre por fin las lágrimas

ojalá que perdure
hace bien este riego
a vos a mí al futuro
a la patria sin más

hace bien si llovemos mi pueblo torrencial
donde estemos
                            allá
                                   o en cualquier parte

sobre todo si somos la lluvia y el solar
la lluvia y las pupilas y los muros
la bóveda la lluvia y el ranchito
el río y los tejados y la lluvia

furia paciente
                        lluvia
                                  iracundo silencio
allá y en todas partes

ah tierra lluvia pobre
modesto pueblo torrencial

con tan buen aguacero
la férrea dictadura
acabará oxidándose

y la victoria crecerá despacio
como siempre han crecido las victorias.
Victor Marques Aug 2010
Deus, Nossa Senhora e Santo António

Acredito em Deus com amor, convicção,
Rezo com a fé do coração.
Na estrada da vida e da sorte,
Deus nos dá a vida e a morte….

Virgem Maria, eterna Mãe e companhia,
Me iluminas com luz resplandecente,
Durante a noite e o dia,
Hoje, amanhã e sempre.


Santo António, de Padova , Lisboa saudosista,
Dos doutores Deus te abençoo,
Amor do Teu Deus te santificou,
Doutor celestial meu predilecto,
És meu Santo com afecto….


Tua linda catedral,
Te toquei com encanto divinal,
És santo com doce ternura,
Tudo por ti tem cura…

Victor Marques
Celebro o medo através da poesia
O medo, não do mundo para o qual fugi,
Mas do inevitável retorno àquele que deixei para trás.
Celebro a despedida a Lisboa,
Menina e moça dos meus olhos,
De juventude esvaída.
Outrora casa e ser e essência
Perdeu a cidade a capacidade de amar
E de acolher amantes na sua calçada gasta
E assim, perdi eu a capacidade de a sentir um lar.
Desprendo-me, feroz, do seu abraço
Choro só a beleza de não lá ser mais
E aprendo (ou tento) amar outras fachadas.
Tudo o que em si importava -
o calor dos gestos, a poesia -
Morreu em mim.
Fiz do meu berço uma cidade vazia.
Jon Shierling Oct 2013
There was water near, her horse could smell it, and so could she after journeying so far. Seemingly small things regained their importance in an empty land such as this, for what use is wealth without water, or power without others to wield it upon? A strange thought, not like her at all. People changed in this desert though; she knew from the way she watched her horse’s stride, and how she could remember all the names of the constellations, something she had not been able to do since times long past. She would not allow her mount to make directly for the water source, a well most likely, and she was wary. Around the foot of this dune, and there it was, the expected well, and a single palm standing sentry beside it. She drew water, relished the sound as it sloshed around in the hide bag, relished the act of letting her horse drink first, the joy of uncomplicated companionship. She drank, refilled her own water skins, ate a few dates, and let her gaze wander. She had maybe an hour left of daylight and was in no hurry to arrive, wherever it was that she was going. A hawk cried as it stooped upon a hare two hundred yards to her right, a beautiful thing to her. And on the heels of that, a fear. A quarter mile away, outlined against the distant plateau, walked another rider.

She had been drifting, sailing almost into a sleep, and now she was awake. What was that sound? Guitar. Her guitar, played with unsure hands, hesitant and sad. Bodiless chords making their way through the open window. God it was hot, oppressive almost, and she could still see the sweat beading on Clara’s forehead. She would not get back to sleep now, not so uncomfortable. She wriggled out of bed, carefully moving out of Clara’s arms. Needlessly though, Clara never woke without a good shaking or a loud noise. She pulled her green sweater off of the chair where it had been thrown an hour before and paused before putting it on. Something she had forgotten to do maybe, something at the back of her mind. Nothing. Closing the door behind her, she padded through the small living room to the open balcony and stood behind the man sitting on an old barstool, rescued he said, from a bar in Alfama. She watched him try and play her guitar, watched him bent in concentration. There was a bottle of wine and two glasses, one empty, standing on the wicker table next to him. Picking up the empty one, he held it out to her without turning around. “I hope I didn’t bother you Ta’ra, I was in a mood and couldn’t help it.” “No,” she said, taking the offered glass, “It’s too hot to sleep.” It annoyed her that he always knew when someone was around him, and in she and Clara’s case, which one of them. Curling up on the loveseat opposite him, she gazed out at Lisboa in all of its late afternoon beauty. “Give that back, you’re butchering whatever the hell it is you’re trying to play,” holding her hand out for her guitar. He handed it back to her, shrugged and said something about it being a long time since he’d picked up an instrument. She smiled, drained her glass, and began to play an old song, barely remembered. “Çevrem, etrafım şen mutlu iken. Ben yine hüzünlüyüm” She had never heard the melody played with a guitar, but she knew it well enough to play it without any hesitation. A haunting thing, this song, in a dialect she only knew by proximity, but no less powerful for people who cared for such things. She cradled her guitar, intent only on the music, on where her fingers must go. He watched and listened. “Why talk. If you do not listen to me? Running away…”
Con ciudades y autores frecuentadosVenecia / Guanajuato / Maupassant /
Leningrado / Sousándrade / Berlín /
Cortázar / Bioy Casares / Medellín /
Lisboa / Sartre / Oslo / Valle Inclán / 

Kafka / Managua / Faulkner / Paul Celan /
Ítalo Svevo / Quito / Bergamín /
Buenos Aires / La Habana / Graham Greene /
Copenhague / Quiroga / Thomas Mann /

Onetti / Siena / Shakespeare / Anatole 
France / Saramago / Atenas / Heinrich Böll /
Cádiz / Martí / Gonzalo de Berceo /

París / Vallejo / Alberti / Santa Cruz
de Tenerife / Roma / Marcel Proust /
Pessoa / Baudelaire / Montevideo
WHY DO I HAVE
TO BE MYSELF
ALL OF THE TIMES

I WISH I WERE
ONE OF THOSE PEOPLE
WHO HAVE TWO LIVES
DRAG QUEENS WITH DAY JOBS
ACTORS GONE MAD
A BIGAMOUS, WITH FAMILIES
IN TWO DIFFERENT CITIES
THOSE VEILED WOMEN
OF TEHERAN
AN UNDERCOVER SPY
OR A LAP DANCER IN MIAMI,
AND SOMEWHERE ELSE
A PROFESSOR OF SOMETHING

WHY DOES IT HAVE TO BE LIKE THIS
ALWAYS
WHY DOES MY NATURE
HAVE TO BE SO
PREDICTABLE

WHY DO I FALL IN LOVE
WITH THE SAME KIND
OF UNSUITABLE MEN
ALL OF THE TIMES
AT TWENTY, THIRTY
AND FORTY FIVE

WHY DO I DO
WHAT I´M SUPPOSED
EXPECTED,
KNOWN
TO DO

AND CAN´T ESCAPE THE RULE
AND CAN´T ESCAPE THE RULE
AND CAN´T ESCAPE THE RULE
TO SAVE MY LIFE

WHY DO WE ALL HAVE TO LIVE IN THIS
PRISON INSIDE

WHY DO I HAVE TO LOVE
MUSICIANS, JAZZ
AND ALWAYS SAY NO
WHEN SOMEONE ASKS
ME TO GO SNORKELING, OR PARASAILING
WHY CAN´T I
SAY YES ONE DAY
TO LINING UP FOR HOURS
TO SEE THE SIXTINE CHAPEL
INSTEAD OF HAVING
A GLASS OF WINE BY TREVI
WITH A GOOD FRIEND FROM PORTUGAL

OR CHOOSE THE MOUNTAINS BEFORE THE BEACH
OR LEARN TO SKI, AND SCUBA DIVE

WHY CAN´T I
SAY I LOVE STOCKHOLM
AND NOT LISBOA
PREFER PARIS TO BERLIN
OR SAN FRANCISCO TO ISTANBUL, THAT´S IN MY HEART

WHY DON´T I MARRY
A BUREAUCRAT
WITH NOT A DROP OF PASSION IN HIS SOUL
AND A CONTEMPT FOR ART
BALDING AND CHEERFUL
TILL WE BOTH DIE

WHY DON´T I START
TO DRESS LIKE NUNS
AND HIDE MY SHOULDERS
AND MY LEGS
FROM PASSERS BY

OR I COULD
JOIN A CULT
BECOME RELIGIOUS
START BELIEVING
IN SOMETHING

WHY DO I HAVE TO BE SO **** SMART
AND TRY SO HARD
TO BE LOVED BY EVERYONE

WHY DO I HAVE TO CRY
WITH EVERYTHING THAT MAKES ME
CRY

WHAT IS THE GOOD OF AN INTELLIGENCE
WHEN IT REASONS ALWAYS THE SAME
WAY
AND ALWAYS REACHES
THE SAME CONCLUSION

I ENVY
THOSE OTHER PEOPLE
THE MURDERER
WHO BECAME A PHILANTROPIST
THE PRIESTESS
WHO BECAME A *******
THE OLD MAN
WHO CAME OUT OF THE CLOSET
AT EIGHTY FIVE
FIVE CHILDREN AND TWO WIVES

CHANGE
CHANCE
AND ALL THINGS
UNFORESEEN
AND YET ARRIVED

A CHANGING NATURE
CHAMELEON MINDS

CHANGE
THAT IS THE ONLY
INTELLIGENCE
THAT MAN CAN HAVE
Jon Shierling Mar 2014
Some hours later, night having fallen over Lisboa, It was Clara who sat in the loveseat while Ta'ra was asleep. Simon kept graveyard hours, partly from work, partly from an ingrained watchfulness that only ever left him in the small hours before dawn. So it was a usual occurrence for the two woman to sleep and wake and find him still active and awake, cooking or writing or at work, sometimes just staring aimlessly at the skyline of the Almafa. Clara was speaking of her loves and loyalties to him, no guitar for her though. Her gifts were the brush and her voice, both of which had always held a power over men. Her life had been one of passions only half felt, half lived, an object to be possessed by those she enraptured with a whisper in the ear or a sketch on a napkin.
"You speak of passion with such...disdain. As if it's something one could do without and be better off..." He looked up at her from the tile floor of the balcony where he was sitting crosslegged like some aesthetic. She smiled her full, rich smile down at him and then turned away, knowing this was a man she had tried to conquer, and failed. She had known he couldn't be swayed the way most were the first night in Tangier while waiting for the ferry. It had been her intention to barter passage from him for what most men think of as passion. Instead he brought them both to his apartment here as roommates, gotten papers for them, helped them start a life that wasn't that of a hunted thing. "Passion is a weakness that brings us away from ourselves, and presents us to someone else's lusts and wants and needs. In the end, we give all we have, and are emptied of life," she whispered, more to herself than Simon. He sighed as one who isn't sure whether he should speak or not. "You say that, and yet I'm attracted to that word, its implications, its many meanings to us. What you think of as passion is so different from what I think of it as, or Ta'ra for that matter." Clara gave a sharp ha! as response, as if she could divine something we mortals were ignorant of. "Isn't that what you two share," he asked, "passionate love? For eachothers' bodies? Your souls? I hear the two of you, envy it sometimes you know. I haven't been lost within someone completely like that in a very long time." Turning back and staring at him hard before speaking, she slowly and precisely told him that he would never understand what that really was between the two women, because he was a man.
Así, ternura de Lisboa en medio del espanto.
El mundo está nublado, menos aquí
donde se adensa la tristeza del mundo.
¿Tanta luz dejó el ángel que vuela
hacia la suspensión de la infancia
en el hueco de un canario dormido?
La lengua vive en la boca
calcinada por la curva del sol.
Junto al río o tajo que habla con la ciudad
hay algo de lejano implacable
en que pase lo que no pasa.
¿Cómo se ata lo que soy para mí
con lo que no soy para mí?
Aquí me cansa la muerte, que no tiene nada adentro,
y por mi cuarto se pasea uno que usa mi pasado.
Ah, transparencia mecida por
la huella animal
que busca lo encontrado. Decires
que velan lo que muestran. Lenta
felicidad de calles contagiadas
de lo que se espera.
Había una vez un poeta portugués
tenía cuatro poetas adentro y vivía muy preocupado
trabajaba en la administración pública y dónde se vio que un empleado público de portugal
gane para alimentar cuatro bocas

Cada noche pasaba lista a sus poetas incluyéndose a sí
mismo
uno estiraba la mano por la ventana y le caían astros allí
otro escribía cartas al sur qué están haciendo del sur
decía

De mi uruguay
decía
el otro se convirtió en un barco que amó a los marineros
esto es bello porque no todos los barcos hacen así
hay barcos que prefieren mirar por el ojo de buey

Hay barcos que se hunden
Dios camina afligido por el fenómeno ése
es que no todos los barcos se parecen a los poetas del portugués
salían del mar y se secaban los huesitos al sol

Cantando la canción de tus pechos
amada
cantaban que tus pechos llegaron una tarde con
una escolta de horizontes
eso cantaban los poetas del portugués para decir que te amo
antes de separarse
tender la mano al cielo
escribir cartas al uruguay

Que mañana van a llegar
mañana van a llegar las cartas del portugués y barrerán la tristeza
mañana va a llegar el barco del portugués al puerto de montevideo
siempre supo que entraba en ese puerto y se volvía más
hermoso

Como los cuatro poetas del portugués cuando se preocupaban
todos juntos por el hombre de la tabaquería de enfrente
el animal de sueños del hombre de la tabaquería de enfrente
galopando con como josé gervasio de artigas por el hambre mundial

El portugués tenía cuatro poetas mirando al sur
al norte
al muro
al cielo les daba a todos de comer con el sueldo del alma
él se ganaba el sueldo en la administración del país público
y también mirando el mar que va de lisboa al uruguay
Yo siempre estoy olvidando cosas
una vez me olvidé un ojo en la mitad de una mujer
otra vez me olvidé una mujer en la mitad de portugués
me olvidé el nombre del poeta portugués

De lo que no me olvido es de su barco navegando hacia el sur
de su manita llena de astros
golpeando contra la furia del mundo
con el hombre de enfrente en la mano
Lewis Bosworth Jun 2018
The alleyways of Ann’s arbor – a
reminiscence of myriad trips from
Lisboa to Cascais with stops at
the green lawns of the palace of
a desceased Portuguese nobleman.

Nine trips to the same country –
a welcome yearly journey to a
welcoming country – Portugal –
my gift to him, for his gift of
love to me, obrigado, T.

A bell tower decorating the campus
sky – under the stately protection of
a graduate universe – was home to
languages sought and tended to
reverently in their own building.

Across the diagonal heart of the
sunstruck pagan centerpiece –
libraries and hothouses cast their
shadows on the pedestal of the
flagpole, in its trite austerity.

The halls of the new residence
greeted a swarm of newly coined
experiments – immune from the
15 credits of drills visited on the
typical first-year initiates.

The typical pie chart had three
pieces – logic & language, frosh
seminar and foreign language –
a fourth piece could be elected,
and was, from a vast menu.

It was I, the almost doctoral kid,
who swept up the remnants of
French vocab and grammar for
the required classes needed to
be proficient by college rules.

I, who lamented his freedom, yet
came to classes – more than one –
fettered by guilt, if not burdened
with book-writing and admin tasks
which violated the Ph.D. goal.

That first class was a thrill per
conjugation and realia – nothing
was too much for the college –
and my recollection is of
a no-holds-barred classroom.

Only once before had I broken
a rule that then wasn’t even of
consequence – the post-grades-
turned-in frivolous date with
an ex-student, a male.

Language classes were not graded
in the college – so there was little
to dissuade the profs from an
up-front, public display of college
camaraderie – call it tutorials.

She was the perfect fit – a well-
educated daughter of a diplomatic
family – with manners, looks and
wit – and no apparent frosh
baggage to taint our time.

I think back, those fifty years ago,
of her as an exceptional friend, a
lovely, soft and caring woman –
a female who actually cared what
I thought, and liked my friends.

The recently redecorated college
halls greeted us with grace on this,
the fiftieth anniversary of inception –
I recognized my former colleagues
and students, wrinkles and all.

We said our names to each other –
as if they were fake news or as
if we wanted verification of the
physical existence of the elder
person standing face-to-face.

Then I made a necessary walk –
my walker and I – to the couch
in the lounge area, where I could
not resist asking about him – her
erstwhile boyfriend of the 60s.

Names, dates – more or less –
came to both of us – she knew
more than I about many men
who shared our lives – It was
my turn, then hers to recount.

Our college coterie was not
immune to the unacceptable –
there was Jay’s addiction, George B.’s
penchant for boys, my lunchtime
martinis, and bizarre Anita.

My forty-seven years were a
predictable journey – what else
do non-***** French teachers
do? – she a surprise package,
at least to me, a cause for envy.

These two lives joined only by
memories – the symmetry of
years together, and the unknowns
of years apart – except the names:
Chuck, Tom R., Mark, and Tom W.

The agenda called us back to our
raison d’ être – the need to go to
the next session, event, meal, etc.
We met at Stephen’s limnal space
crossing, and I went to hear music.

There were so many college “sardines”
seated at round tables at the festive,
closing dinner, that our meeting up
was almost accidental – she and I
both trying not to waste a moment.

In the days that followed our abrupt
goodbye, I spent trying to relive this
unique couple that she and I were –
student/teacher? Only briefly –
lay minister/clergyperson?  Yes.

But denominationally different and
worlds apart in miles, would a couple
of onetime friends – forget titles –  
now share their lives in a modest way
or drift apart forever?

We are technocrats, so the business
of staying together rests on electronic
mail – or phone numbers scribbled
on a napkin – hence I shudder at the
loss of a treasure such as she.

I cannot know the outcome – the
marriage of minds is complex,
especially for two aging ones –
but I am a hoper who takes his
clues from above.

A favorite author writes of “ghost
spots” –  staring out from my world
to her world – “Remember the way?”
I look her in the face and say:
“Call me by your name.”  Please.

© Lewis Bosworth 12/2017

— The End —