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Josias Barrios Jul 2012
El instante en que te vi me di cuenta que eras muy especial lo que no sabia era lo afortunado que habia sido yo el momento que nuestros caminos se cruzaron. No tengo palabras para explicarte lo que me haces sentir cuando estoy contigo, tu sonrisa y tu dulzura inspiran muchas cosas dentro de mi, tu energia me renueva y quisiera estar mas cerca de ti. Tus labios me explicaron que sentias la misma atraccion y tus ojos me contaron lo dificil que es dejar entrar a alguien en tu ser. Eres mi secreto prohibido, cuando te veo, quisiera tomarte entre mis brazos y darte el beso mas profundo de alma a alma, pero tengo que conformarme con un rozo de tu mano, una mirada picara o una sonrisa juguetona. Pasan las horas, cuento los minutos y deseo que los segundos se disuelvan para yo estar junto a ti otra vez.
yanci colon Aug 2012
Situaciones intenso
Espero hasta el dia que comienzo
Que intenso...
Negue lo claro por Menso
ó que suspenso tan inmenso
No vo aclarar mi nombre, solo llama me Lorenzo
Lorenzo tiene un dolor intenso
Explicarte? No se, donde comienzo...
La  situación  esta tan intenso....
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p
a
n
g
l
i
s
h
Translation:
This situation is so intense
I'm waiting for the day to commence
I neglected whats clear, because I had no sense
O this suspense is so intense
Explain?  Still don't know where to commence
This Situation is so intense...
Una noche invernal, de las más bellas
Con que engalana enero sus rigores
Y en que asoman la luna y las estrellas
Calmando penas e inspirando amores;
Noche en que están galanes y doncellas
Olvidados de amargos sinsabores,
Al casto fuego de pasión secreta
Parodiando a Romeo y a Julieta.

En una de esas noches sosegadas,
En que ni el viento a susurrar se atreve,
Ni al cruzar por las tristes enramadas
Las mustias hojas de los fresnos mueve
En que se ven las cimas argentadas
Que natura vistió de eterna nieve,
Y en la distancia se dibujan vagos
Copiando el cielo azul los quietos lagos;

Llegó al pie de una angosta celosía,
Embozado y discreto un caballero,
Cuya mirada hipócrita escondía
Con la anchurosa falda del sombrero.
Señal de previsión o de hidalguía
Dejaba ver la ***** de su acero
Y en pie quedó junto a vetusta puerta,
Como quien va a una cita y está alerta.

En gran silencio la ciudad dormida,
Tan sólo turba su quietud serena,
Del Santo Oficio como voz temida
Débil campana que distante suena,
O de amor juvenil nota perdida
Alguna apasionada cantilena
O el rumor que entre pálidos reflejos
Suelen alzar las rondas a lo lejos.

De pronto, aquel galán desconocido
Levanta el rostro en actitud violenta
Y cual del alto cielo desprendido
Un ángel a su vista se presenta
-¡Oh Manrique! ¿Eres tú? ¡Tarde has venido!
-¿Tarde dices, Leonor? Las horas cuenta.
Y el tiempo que contesta a tal reproche
Daba el reloj las doce de la noche.

Y dijo la doncella: -«Debo hablarte
Con todo el corazón; yo necesito
La causa de mis celos explicarte.
Mi amor, lo sabes bien, es infinito,
Tal vez ni muerta dejaré de amarte
Pero este amor lo juzgan un delito
Porque no lo unirán sagrados lazos,
Puesto que vives en ajenos brazos.

»Mi padre, ayer, mirándome enfadada
-Me preguntó, con duda, si era cierto
Que me llegaste a hablar enamorado,
Y al ver mi confusión, él tan experto,
Sin preguntarme más, agregó airado:
Prefiero verlo por mi mano muerto
A dejar que con torpe alevosía
Mancille el limpio honor de la hija mía.

»Y alguien que estaba allí dijo imprudente:
¡Ah! yo a Manrique conocí en Sevilla,
Es guapo, decidor, inteligente,
Donde quiera que está resalta y brilla,
Mas conozco también a una inocente
Mujer de alta familia de Castilla,
En cuyo hogar, cual áspid, se introdujo
Y la mintió pasión y la sedujo.

Entonces yo celosa y consternada
Le pregunté con rabia y amargura,
Sintiendo en mi cerebro desbordada
La fiebre del dolor y la locura:
-¿Esa inocente víctima inmolada
Hoy llora en el olvido su ternura?
Y el delator me respondió con saña:
-¡No! La trajo Manrique a Nueva España.

»Si es la mujer por condición curiosa
Y en inquirir concentra sus anhelos,
es más cuando ofendida y rencorosa
siente en su pecho el dardo de los celos
Y yo, sin contenerme, loca, ansiosa,
Sin demandar alivios ni consuelos,
Le pregunté por víctima tan bella
Y en calma respondió: -Vive con ella.

»Después de tal respuesta que ha dejado
Dudando entre lo efímero y lo cierto
A un corazón que siempre te ha adorado
Y sólo para ti late despierto,
Tal como deja un filtro envenenado
Al que lo apura, sin color y yerto:
No te sorprenda que a tu cita acuda
Para que tú me aclares esta duda».

Pasó un gran rato de silencio y luego
Manrique dijo con la voz serena
-«Desde que yo te vi te adoro ciego
Por ti tengo de amor el alma llena;
No sé si esta pasión ni si este fuego
Me ennoblece, me salva o me condena,
Pero escucha, Leonor idolatrada,
A nadie temo ni me importa nada.

»Muy joven era yo y en cierto día
Libre de desengaños y dolores,
Llegué de capitán a Andalucía,
La tierra de la gracia y los amores.
Ni la maldad ni el mundo conocía,
Vagaba como tantos soñadores
Que en pos de algún amor dulce y profundo
Ven como eterno carnaval el mundo.

»Encontré a una mujer joven y pura,
Y no sé qué la dije de improviso,
La aseguré quererla con ternura
Y no puedo negártelo: me quiso.
Bien pronto, tomó creces la aventura;
Soñé tener con ella un paraíso
Porque ya en mis abuelos era fama:
Antes Dios, luego el Rey, después mi dama.

»Y la llevé conmigo; fue su anhelo
Seguirme y fue mi voluntad entera;
Surgió un rival y le maté en un duelo,
Y después de tal lance, aunque quisiera
Pintar no puedo el ansia y el desvelo
Que de aquella Sevilla, dentro y fuera,
Me dio el amor como tenaz castigo
Del rapto que me pesa y que maldigo.

»A noticias llegó del Soberano
Esta amorosa y juvenil hazaña
Y por salvarme me tendió su mano,
Y para hacerme diestro en la campaña
Me mandó con un jefe veterano
A esta bella región de Nueva España...
¿Abandonaba a la mujer aquella?
Soy hidalgo, Leonor, ¡vine con ella!

»Te conocí y te amé, nada te importe
La causa del amor que me devora;
La brújula, mi bien, siempre va al norte;
La alondra siempre cantará a la aurora.
¿No me amas ya? pues deja que soporte
A solas mi dolor hora tras hora;
No demando tu amor como un tesoro,
¡Bástame con saber que yo te adoro!

»No adoro a esa mujer; jamás acudo
A mentirle pasión, pero tú piensa
Que soy su amparo, su constante escudo,
De tanto sacrificio en recompensa.
Tú, azucena gentil, yo cardo rudo,
Si ofrecerte mi mano es una ofensa
Nada exijo de ti, nada reclamo,
Me puedes despreciar, pero te amo».

Después de tal relato, que en franqueza
Ninguno le excedió, calló el amante,
Inclinó tristemente la cabeza;
Cerró los ojos mudo y anhelante
Ira, celos, dolor, miedo y tristeza
Hiriendo a la doncella en tal instante
Parecían decirle con voz ruda:
La verdad es más negra que la duda.

Quiere alejarse y su medrosa planta
De aquel sitio querido no se mueve,
Quiere encontrar disculpa, mas le espanta
De su adorado la conducta aleve;
Quiere hablar y se anuda su garganta,
Y helada en interior como la nieve
Mira con rabia a quien rendida adora
Y calla, gime, se estremece y llora.

¡Es el humano corazón un cielo!
Cuando el sol de la dicha lo ilumina
Parece azul y vaporoso velo
Que en todo cuanto flota nos fascina:
Si lo ennegrece con su sombra el duelo,
Noche eterna el que sufre lo imagina,
Y si en nubes lo envuelve el desencanto
Ruge la tempestad y llueve el llanto.

¡Ah! cuán triste es mirar marchita y rota
La flor de la esperanza y la ventura,
Cuando sobre sus restos solo flota
El ***** manto de la noche obscura;
Cuando vierte en el alma gota a gota
Su ponzoñosa esencia la amargura
Y que ya para siempre en nuestra vida
La primera ilusión está perdida.

Leonor oyendo la ****** historia
Del hombre que encontrara en su camino,
Miró eclipsarse la brillante gloria
De su primer amor, casto y divino;
Su más dulce esperanza fue ilusoria,
Culpaba, no a Manrique, a su destino
Y al fin le dijo a su galán callado:
-«Bien; después de lo dicho, ¿qué has pensado?

»Tanta pasión por ti mi pecho encierra
Que el dolor que me causas lo bendigo;
Voy a vivir sin alma y no me aterra,
Pues mi culpa merece tal castigo.
Como a nadie amaré sobre la tierra
Llorando y de rodillas te lo digo,
Haz en mi nombre a esa mujer dichosa,
Porque yo quiero ser de Dios esposa.

Calló la dama y el galán, temblando,
Dijo con tenue y apagado acento:
-«Haré lo que me pidas; te estoy dando
Pruebas de mi lealtad, y ya presiento
Que lo mismo que yo te siga amando
Me amarás tú también en el Convento;
Y si es verdad, Leonor, que me has querido
Dame una última prueba que te pido.

»No tu limpia pureza escandalices
con este testimonio de ternura
No hay errores, ni culpas, ni deslice
Entre un hombre de honor y un alma pura;
Si vamos a ser ambos infelices
Y si eterna ha de ser nuestra amargura,
Que mi postrer adiós que tu alma invoca
Lo selles con un beso de mi boca».

Con rabia, ciega, airada y ofendida,
-«No me hables más,- repuso la doncella
Sólo pretendes verme envilecida
Y mancillarme tanto como a aquélla.
Te adoro con el alma y con la vida
Y maldigo este amor, pese a mi estrella,
Si hidalgo no eres ya ni caballero
Ni debo amarte, ni escucharte quiero».

Manrique, entonces la cabeza inclina,
Siente que se estremece aquel recinto,
Y sacando una daga florentina,
Que llevaba escondida bajo el cinto
Como un tributo a la beldad divina
Que amó con un amor jamás extinto,
Altivo, fiero y de dolor deshecho
Diciendo: -«Adiós, Leonor», la hundió en su pecho.

La dama, al contemplar el cuerpo inerte
En el dintel de su mansión caído,
Maldiciendo lo ***** de la suerte,
Pretende dar el beso apetecido.
Llora, solloza, grita ante la muerte
Del hombre por su pecho tan querido,
Y antes de que bajara hasta la puerta
La gente amedrentada se despierta.

Leonor, a todos sollozando invoca
Y les pide la lleven al convento
Junto a Manrique, en cuya helada boca
Un beso puede renovar su aliento.
Todos claman oyéndola: «¡Está loca!»
Y ella, fija en un solo pensamiento
Convulsa, inquieta, lívida y turbada
Cae, al ver a su padre, desmayada.

Y no cuentan las crónicas añejas
De aquesta triste y amorosa hazaña,
Si halló asilo Leonor tras de las rejas
De algún convento de la Nueva España.
Tan fútil como todas las consejas,
Si ésta que narro a mi le lector extraña,
Sepa que a la mansión de tal suceso,
Llama la gente: «El Callejón del Beso».
Fa Be O Jan 2013
escribo mil palabras,
y todas dicen lo mismo;
letras y letras y letras,
y mucho mas horas,
y solo me repito:
te quiero.
y se que pierdo mi tiempo,
pierdo mi sueño,
gasto mi tinta,
desgasto mi alma...
yo lo se.
pero tengo esta necesidad,
de explicarle
a las paredes,
al aire,
de explicar
por que
y
como...
se que son sencillos
mis versos,
y se que sabes
que así soy en todo;
se que mis letras
se pierden,
que tal vez no las leerás;
así hablo con mi misma,
así trato de entenderme:
mas allá de explicarte,
quiero inmortalizar
esto, a ti, a mi
en estos instantes
que yo se
que aunque los vivamos juntos,
para ti significan
algo completamente
diferente
que a mi.
por eso escribo,
para que no olvide
lo que tu no recuerdas,
para que queden
aunque sea mis letras
como cenizas,
de algo que
se incendio dentro de mi.
1/12/13


really lost track of *** i was writing about in this one O.o
Para que nunca haya malentendidos
para que nada se interponga
voy a explicarte lo que mi amor convoca

tus ojos que se caen de desconcierto
y otras veces se alzan penetrantes y tibios
tienen tanta importancia que yo mismo me asombro

tus lindas manos mágicas
que te expresan a veces mejor que las palabras
tan importantes son que no oso tocarlas

y si un día las toco es solamente
para retransmitirte ciertas claves

tu cuerpo pendular
que duda en recibirse o entregarse
y es tan joven que enseña a pesar tuyo
es un dato del cual me faltan datos
y sin embargo ayudo a conocerlo

tus labios puestos en el entusiasmo
que dibuja palabras y promete promesas
son en tu imagen para mí los héroes
y son también el ángel enemigo

en mi amor estás toda o casi toda
me faltan cifras pero las calculo
faltan indicios pero los descubro

sin embargo en mi amor hay otras cosas
por ejemplo los sueños con que muevo la tierra
la pobre lucha que libré y libramos
los buenos odios esos que ennoblecen
el diálogo constante con mi gente
la pregunta punzante que me hicieron
las respuestas veraces que no di

en mi amor hay también corajes varios
y un miedo que a menudo los resume
hay hombres como yo que miran tras las rejas
a una muchacha que podrías ser vos

en mi amor hay faena y hay descanso
sencillas recompensas y complejos castigos
hay dos o tres mujeres que forman tu prehistoria
y hay muchos años demasiados años
de inventar alegrías y creerlas
después a pie juntillas

querría que en mi amor vieras todo eso
y que vos muchachita
con paciencia y cautela
sin herirme ni herirte
rescataras de allí la luna el río
los emblemas rituales
los proyectos de besos o de adioses
el corazón que aguarda pese a todo.
Leydis Oct 2017
No tenemos que ser iguales,
solo respetarnos como tales,
amarnos iguales, y permíteme explicarte.

No preciso que me ames como te amo,
pero, preciso que me AMES!
Que te entregues a plena,
que me ames sin reservas,
que me extrañez aun cuando a tu costado me tengas,
que necesites mi roce,
que en mis besos siempre encuentres goce.
que me mires y te asombres
de que estamos juntos,
amando nuestras diferencias,
amándonos sin prejuicios,
amándonos en libertad y
amándonos con sinceridad
amando nuestras debilidades..
diferentes, pero, igual,
siempre amándonos...
****************­*****
We don't have to be the same,
just respect me as such.
Love the same way, but, please let me explain,
You don’t need to love me the way I love you
But, you must LOVE me as well!

You need to fully surrender,
love me without reservation,
miss me even if I’m beside you,
you must need my friction,
bask in my kisses
and in them always find enjoyment.

You must look at me with reverence and amazement,
marvel at the fact that we are together,
loving our differences,
loving US without prejudice,
loving us in our freedom,
and loving us sincerely,
loving our weaknesses...
and yes, differently, but equally, always loving...

LeydisProse
10/11/2017
https://www.facebook.com/LeydisProse/
Alan Eshban Jun 2017
Un momento te pido, en el que estemos tú y yo a solas
En el que podamos platicar libremente
En el que nadie más nos pueda molestar
Porque tengo mil cosas que decirte y explicarte otras Mil cosas que ni en varias horas podría terminar. Entiende que me tienes loco, entiende que eres mi gran tesoro en donde yo soy el pirata y tú El Oro.
Ser un pirata que no tiene dinero ni fama, por la forma en que no logra encontrar ese cofre que está lleno de diamantes en lo profundo de los mares, no es nada lindo pero jurare por dios y por mi santa madre que algún día hallaré la forma de encontrarte.
Sí, me quieres... Es cierto. ¡Qué amable!... ¡Muy amable!
Pero hay días -lo sabes-, te lo digo sin riña,
En que, cansado, siento que me pongo irritable
Al verte que haces cosas como si fueras niña.

Risas y chanzas siempre... Todo eso es agradable,
Todo eso nos encanta: nunca te lo he negado,
Pero en la vida humana jamás eso ha bastado.

Quizá no es nada, pero... mal ahora me siento,
Y a ti no se te oculta que me encuentro enervado;
y hasta llorar podría,  sin motivo, al momento.
Cállate, pues. Te agitas. Y de hablar no has cesado.

Tu voz de pajarito me irrita y me hace mal.
¿El forro de tu capa no te gustó tal vez?
De esas cosas no entiendo. Todo eso me es igual…
¿Y por qué esas miradas de tragedia esta vez?

Te digo francamente que no estoy enojado.
No creas que esto es cólera ¡No!... ¡No!... Te explicaré.

Nada te he dicho ahora con acento irritado.
Tengo ataque de nervios. ¿Quieres saber por qué?
¡Dios mío! ¡Es este tiempo!...
Más no encuentro manera de explicarte.
Es fatiga, y un fastidio tenaz.
Pero, por hoy siquiera,
Óyeme: deja un poco tus sombreros en paz.

— The End —