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Wow babygirl, 6 meses passaram depressa, e antes que eu me desse conta estava verdadeiramente vivo. Cada um desses dias foi único. Cada briga, cada sorriso, cada termo que inventamos, cada momento que tivemos, como você fazendo baby talk várias vezes sem querer, imitar animais (tão fofa imitando uma baleia) fazer os ditos "olhões" pra mim, correr por mim, chorar por mim, lutar por mim, e infelizmente até mesmo morrer por mim. A forma que andamos de mãos dadas meio que nos abraçando, você ter medo da Disney, eu aprender a andar de ônibus, ir na sua casa escondido, contar pros meus pais sobre você, contar pros seus pais que queria ser seu namorado, suas mixes, nossas músicas, coisas sobre o mundo que aprendi, na verdade aprendi muitas coisas sobre mim mesmo com você, algumas bem~ (cordas dizem tudo), eu comecei a amar minha vida por ter você comigo. Errei muito, fiz muitas coisas que sempre vou me arrepender, perdi sua confiança várias vezes té o ponto que estamos, e brigamos MUITO cara, como você costuma dizer não deve ter uma semana que não brigamos. E sinceramente acredito que isso vai mudar logo. Sei que nunca vai esquecer, e sempre vamos falar sobre os meus erros, eu te magoei e seria infernalmente horrível eu te obrigar a guardar tudo dentro de si, eu mereço ouvir essas coisas, são meus erros, e vou passar o resto da minha vida lutando pra me redimir por eles. Espero conseguir...

Ah, acho que devia ter dito isso no inicio, mas esse texto não vai ser separado em 100 coisas, mas vai ser tão bom quanto, e escrito em um dia, um dia pra eu escrever tudo que sinto por você. Sinceramente, acho que nem em mil anos conseguiria...Você me ensinou o que é o amor, e foi muito mais incrível do que eu pensava. Quando era menor, acreditava que se tirasse boas notas eu podia ficar rico e que isso me faria feliz. Mas ai você veio pra minha vida, e me mostrou como estava errado, eu largaria tudo por você, qualquer emprego, qualquer coisa, minha vida é sua, em todos os sentidos que possa imaginar. Eu quero ser tudo que você precisa. E vou sempre ser, ok? Mas, como disse no começo, passou tudo muito rápido. Pra mim, ainda somos como na 6ª série, apenas crianças juntas e se divertindo, eu gostando de você e você gostando de mim. Ainda sinto aquele mesmo sentimento. Você é meu primeiro e único amor, sempre vai ser, e não deve ter coisa melhor que isso. Logo no início mencionei estar verdadeiramente vivo, acho que já te contei isso algumas vezes, mas você me deu todos os tipos de sentimentos, você me fez sentir o mundo e sua beleza; sua beleza, ou seja, você. Você é a minha felicidade, e eu vou viver pra te fazer feliz. Você perdeu a fé em mim, mas eu te prometo, nunca vamos nos separar meu amor, nunca, e definitivamente vamos casar. E espero que essa seja a última vez que se faça necessário pedir, mas...Acredita em mim?

Tenho muito medo de te decepcionar, sabia? Tipo, você vive dizendo que sou perfeito, e que eu sou capaz de qualquer coisa, e que você acredita em mim, mas eu me sinto tão pouco. Não sou sequer capaz de escrever um bom texto pra você. Ou de passar uma semana sem brigar. Provavelmente não vou ter um emprego que te dê orgulho, não vou me sentir perfeito, mas eu também acredito em você, e por isso acredito que eu sou perfeito pra você. Mas isso não muda que eu tenho que me esforçar ao máximo pelo nosso futuro. Quero ficar com você pra sempre meu amor, e dar vários selinhos na sua boca até você sorrir, ou pegar nos seus pés quando você menos esperar, pular na cama e no sofá, brincar com você, namorar com você, comer com você, assistir filmes, tomar leite em pó, te amarrar e várias outras coisas que vamos fazer~ várias coisas, que de pouco em pouco e juntas, vão te fazer feliz.

É impressionante o quanto vivemos, e o quão rápido vivemos, e de pensar que foram apenas 6 meses...e que vamos ficar juntos esse mesmo tempo mais infinitas vezes, 1 ano, 2 anos, 20 anos, para sempre Rebeca.

Feliz aniversário de 6 meses amor da minha vida. (please see notes)
Prom?
En Burgos está el buen rey   asentado a su yantar,
cuando la Jimena Gómez   se le vino a querellar;
cubierta paños de luto,   tocas de ***** cendal;
las rodillas por el suelo,   comenzara de fablar;
-Con mancilla vivo, rey;   con ella vive mi madre;
cada día que amanece   veo quien mató a mi padre
caballero en un caballo   y en su mano un gavilán;
por hacerme más enojo   cébalo en mi palomar;
con sangre de mis palomas   ensangentó mi brial.
¡Hacedme, buen rey justicia,   no me la queráis negar!
Rey que non face justicia   non debía de reinar,
ni comer pan a manteles,   ni con la reina folgar.
 El rey cuando aquesto oyera   comenzara de pensar:
«Si yo prendo o mato al Cid,   mis cortes revolverse han;
pues, si lo dejo de hacer,   Dios me lo demandará».
 Allí habló doña Jimena   palabras bien de notar:
-Yo te lo diría, rey,   como lo has de remediar.
Mantén tú bien las tus cortes,   no te las revuelva nadie,
y al que mi padre mató   dámelo para casar,
que quien tanto mal me hizo   sé que algún bien me fará.
-Siempre lo he oído decir,   y ahora veo que es verdad,
que el seso de las mujeres   no era cosa natural:
hasta aquí pidió justicia,   ya quiere con él casar.
Mandaré una carta al Cid,   mandarle quiero llamar.
 Las palabras no son dichas,   la carta camino va;
mensajero que la lleva   dado la había a su padre.
Tú, que estás la barba en la mano
meditabundo,
¿has dejado pasar, hermano,
la flor del mundo?Te lamentas de los ayeres
con quejas vanas:
¡aún hay promesas de placeres
en los mañanas!Aún puedes casar la olorosa
rosa y el lis,
y hay mirtos para tu orgullosa
cabeza gris.El alma ahíta cruel inmola
lo que la alegra,
como Zingua, reina de Angola,
lúbrica negra.Tú has gozado de la hora amable,
y oyes después
la imprecación del formidable
Eclesiastés.El domingo de amor te hechiza;
mas mira cómo
llega el miércoles de ceniza;
Memento, ****...Por eso hacia el florido monte
las almas van,
y se explican Anacreonte
y Omar Kayam.Huyendo del mal, de improviso
se entra en el mal,
por la puerta del paraíso
artificial.Y no obstante la vida es bella,
por poseer
la perla, la rosa, la estrella
y la mujer.Lucifer brilla. Canta el ronco
mar. Y se pierde
Silvano, oculto tras el tronco
del haya verde.Y sentimos la vida pura,
clara, real,
cuando la envuelve la dulzura
primaveral.¿Para qué las envidias viles
y las injurias,
cuando retuercen sus reptiles
pálidas furias?¿Para qué los odios funestos
de los ingratos?
¿Para qué los lívidos gestos
de los Pilatos?¡Si lo terreno acaba, en suma,
cielo e infierno,
y nuestras vidas son la espuma
de un mar eterno!Lavemos bien de nuestra veste
la amarga prosa;
soñemos en una celeste
mística rosa.Cojamos la flor del instante;
¡la melodía
de la mágica alondra cante
la miel del día!Amor a su fiesta convida
y nos corona.
Todos tenemos en la vida
nuestra Verona.Aun en la hora crepuscular
canta una voz:
«Ruth, risueña, viene a espigar
para Booz!»Mas coged la flor del instante,
cuando en Oriente
nace el alba para el fragante
adolescente.¡Oh! Niño que con Eros juegas,
niños lozanos,
danzad como las ninfas griegas
y los silvanos.El viejo tiempo todo roe
y va de prisa;
sabed vencerle, Cintia, Cloe
y Cidalisa.Trocad por rosas azahares,
que suena el son
de aquel Cantar de los Cantares
de Salomón.Príapo vela en los jardines
que Cipris huella;
Hécate hace aullar a los mastines;
mas Diana es bella;y apenas envuelta en los velos
de la ilusión,
baja a los bosques de los cielos
por Endimión.¡Adolescencia! Amor te dora
con su virtud;
goza del beso de la aurora,
¡oh juventud!¡Desventurado el que ha cogido
tarde la flor!
Y ¡ay de aquel que nunca ha sabido
lo que es amor!Yo he visto en tierra tropical
la sangre arder,
como en un cáliz de cristal,
en la mujerY en todas partes la que ama
y se consume
como una flor hecha de llama
y de perfume.Abrasaos en esa llama
y respirad
ese perfume que embalsama
la Humanidad.Gozad de la carne, ese bien
que hoy nos hechiza,
y después se tornará en
polvo y ceniza.Gozad del sol, de la pagana
luz de sus fuegos;
gozad del sol, porque mañana
estaréis ciegos.Gozad de la dulce armonía
que a Apolo invoca;
gozad del canto, porque un día
no tendréis boca.Gozad de la tierra que un
bien cierto encierra;
gozad, porque no estáis aún
bajo la tierra.Apartad el temor que os hiela
y que os restringe;
la paloma de Venus vuela
sobre la Esfinge.Aún vencen muerte, tiempo y hado
las amorosas;
en las tumbas se han encontrado
mirtos y rosas.Aún Anadiódema en sus lidias
nos da su ayuda;
aún resurge en la obra de Fidias
Friné desnuda.Vive el bíblico Adán robusto,
de sangre humana,
y aún siente nuestra lengua el gusto
de la manzana.Y hace de este globo viviente
fuerza y acción
la universal y omnipotente
fecundación.El corazón del cielo late
por la victoria
de este vivir, que es un combate
y es una gloria.Pues aunque hay pena y nos agravia
el sino adverso,
en nosotros corre la savia
del universo.Nuestro cráneo guarda el vibrar
de tierra y sol,
como el ruido de la mar
el caracol.La sal del mar en nuestras venas
va a borbotones;
tenemos sangre de sirenas
y de tritones.A nosotros encinas, lauros,
frondas espesas;
tenemos carne de centauros
y satiresas.En nosotros la vida vierte
fuerza y calor.
¡Vamos al reino de la Muerte
por el camino del Amor!
En París está doña Alda,   la esposa de don Roldán,
trescientas damas con ella   para la acompañar:
todas visten un vestido,   todas calzan un calzar,
todas comen a una mesa,   todas comían de un pan,
si no era doña Alda,   que era la mayoral;
las ciento hilaban oro,   las ciento tejen cendal,
las ciento tañen instrumentos   para doña Alda holgar.
Al son de los instrumentos   doña Alda dormido se ha;
ensoñado había un sueño,   un sueño de gran pesar.
Recordó despavorida   y con un pavor muy grande;
los gritos daba tan grandes   que se oían en la ciudad.
Allí hablaron sus doncellas,   bien oiréis lo que dirán:
-¿Qué es aquesto, mi señora?   ¿quién es el que os hizo mal?
-Un sueño soñé, doncellas,   que me ha dado gran pesar:
que me veía en un monte   en un desierto lugar:
do so los montes muy altos   un azor vide volar,
tras dél viene una aguililla   que lo ahínca muy mal.
El azor, con grande cuita,   metióse so mi brial,
el aguililla, con gran ira,   de allí lo iba a sacar;
con las uñas lo despluma,   con el pico lo deshace.
Allí habló su camarera,   bien oiréis lo que dirá:
-Aquese sueño, señora,   bien os lo entiendo soltar:
el azor es vuestro esposo   que viene de allén la mar,
el águila sedes vos,   con la cual ha de casar,
y aquel monte es la iglesia,   donde os han de velar.
-Si así es, mi camarera,   bien te lo entiendo pagar.
Otro día de mañana   cartas de fuera le traen:
tintas venían por dentro,   de fuera escritas con sangre,
que su Roldán era muerto   en caza de Roncesvalles.
Fontefrida, Fontefrida,   Fontefrida y con amor,
do todas las avecicas   van tomar consolación,
si no es la tortolica   que está viuda y con dolor.
Por ahí fuera pasar   el traidor del ruiseñor,
las palabras que él decía   llenas son de traición;
-Si tú quisieses, señora,   yo sería tu servidor.
-Vete de ahí, enemigo,   malo, falso, engañador,
que ni poso en ramo verde,   ni en prado que tenga flor,
que si hallo el agua clara,   turbia la bebía yo;
que no quiero haber marido,   porque hijos no haya, no,
no quiero placer con ellos,   ni menos consolación.
Déjame, triste enemigo,   malo, falso, mal traidor,
que no quiero ser tu amiga   ni casar contigo, no.
Trataron de casar a Dorotea
Los vecinos con Jorge el extranjero,
De mosca en masa gran sepulturero
Y el que mejor pasteles aporrea.
Ella es verdad que es vieja, pero fea,
Docta en endurecer pelo y sombrero;
Faltó el ajuar y no sobró dinero,
Mas trájole tres dientes de librea.
Porque Jorge después no se alborote
Y tabique ventanas y desvanes,
Hecho tiesto de cuernos el cogote,
Con un guante, dos moños, tres refranes
Y seis libras de zarza, llevó en dote
Tres hijas, una suegra y dos galanes.
-¡Afuera, afuera, Rodrigo,   el soberbio castellano!
Acordársete debría   de aquel buen tiempo pasado
que te armaron caballero   en el altar de Santiago,
cuando el rey fue tu padrino,   tú, Rodrigo, el ahijado;
mi padre te dio las armas,   mi madre te dio el caballo,
yo te calcé espuela de oro   porque fueses más honrado;
pensando casar contigo,   ¡no lo quiso mi pecado!,
casástete con Jimena,   hija del conde Lozano;
con ella hubiste dineros,   conmigo hubieras estados;
dejaste hija de rey   por tomar la de un vasallo.

 En oír esto Rodrigo   volvióse mal angustiado:
-¡Afuera, afuera, los míos,   los de a pie y los de a caballo,
pues de aquella torre mocha   una vira me han tirado!,
no traía el asta hierro,   el corazón me ha pasado;
¡ya ningún remedio siento,   sino vivir más penado!
Tu paz -¡oh paz de cada día!-
y mi dolor que es inmortal,
se han de casar, Amada mía,
en una noche cuaresmal.
Quizá en un Viernes de Dolores,
cuando se anuncian ya las flores
y en el altar que huele a lirios
el casto pecho de María
sufre por nos siete martirios;
mientras la luna, Amada mía,
deja caer sus tenues franjas
de luz de ensueño sideral
sobre las místicas naranjas
que, por el arte virginal
de las doncellas de la aldea,
lucen banderas de papel
e irisaciones de oropel
sobre la piel que amarillea.
Fuensanta: al amor aventurero
de cálidas mujeres, azafatas
súbditas de la carne, te prefiero
por la frescura de tus manos gratas.
Yo te convido, dulce Amada,
a que te cases con mi pena
entre los vasos de cebada
la última noche de novena.
Te ha de cubrir la luna llena
con luz de túnica nupcial
y nos dará la Dolorosa
la bendición sacramental.
Y así podré llamarte esposa,
y haremos juntos la dichosa
ruta evangélica del bien
hasta la eterna gloria.
                                        AMÉN.
Branquias quisiera tener
porque me quiero casar
mi novia vive en el mar
y nunca la puedo ver.

Madruguera, plantadora,
allá en los valles salinos.
¡Novia mía, labradora
de los huertos submarinos!

¡Yo nunca te podré ver
jardinera en tus jardines
albos del amanecer!
Me dijo un amigo ayer:
-Aquel que pueda llegar
a cierta hora en que a tentar
sale a veces Lucifer,
hallará en toda mujer
la mujer de Putifar.
El asunto está en saber
cuándo el reloj va a sonar.
Ahora ¡vamos a ver!
¿siempre te vas a casar?
Campana, alegre campana,
Que estás a misa llamando:
En la radiosa mañana
Sigue, sigue repicando.

Campana, brilla el altar,
Casi comienza la misa,
Y como va comulgar,
Repica largo y aprisa.

Campana, que vibre y suene
Tu toque en el campanario.
¡Qué hermosa la niña viene!...
Viene a rezar el rosario.

Campana, tu repicar
Es cual doble en un desierto.
Con otro se va a casar...
Que toques más bien a muerto.

— The End —