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Yolanda Smith Apr 2013
Cuando estas  muerto,
quiero su alma para mio.
Porque
Su alma es como el sol
Sin caprichos

Quiero saber que tu alma es para mi
Quiero que me asustes con
Lo radiente y lo bello de tu ceguera


This poem is a collaboration. Second couplet was assisted by Atalanta Undigested & Edourdo Siller
I know you
wanted a haiku.
Will this do?


Tags:  2nd Quadrant; engagement presents; Hopewell Diaries; spanish haiku by Daniel Smith and Yolanda; all aboard; I miss you; transcendental poetry; crack
©YJS 2013. All Rights Reserved.
Montevideo quince de noviembre
de mil novecientos cincuenta y cinco
Montevideo era verde en mi infancia
absolutamente vrede y con travías
muy señor nuestro por la presente
yo tuve un libro del que podía leer
veinticinco centímetros por noche
y después del libro del que podía leer
y yo quería pensar en cómo sería eso
de no ser de caer como piedra en un pozo
comunicamos a usted que en esta fecha
hemos efectuado por su cuenta
quién era ah sí mi madre se acercaba
y prendía la luz y no te asustes
y después la apagaba antes que no durmiera
el pago de trescientos doce pesos
a la firma Menéndez & Solari
y sólo veía sombras como caballos
y elefantes y monstruos casi hombres
y sin embargo aquello era mejor
que pensarme sin la savia del miedo
desaparecido como se acostumbra
en un todo de acuerdo con sus órdenes
de fecha siete del correinte
eran tan diferente era verde
absolutamnte verde y con tranvís
y qué optimismo tener la ventanilla
sentirse dueño de la calle que baja
lugar con los números de las puertas cerradas
y apostar consigo mismo en términos severos
rogámosle acusar recibo lo ante posible
si terminaba en cuatro o trece o diecisiete
era que iba a reír o a perder o a morirme
de esta comunicación a fin de que podamos
y hacerme tan sólo una trampa por cuadra
registrarlo en su cuenta corriente
absolutamente verde y con travías
y el Prado con caminos de hojas secas
y el olor a eucaliptus y a temprano
saludamos a usted atentamente
y desde allí los años y quién sabe.
Vasya Jul 2018
Te extraño.

Te extraño muchísimo.

Te extraño desde el día en que dejaste de quererme, que no necesariamente fue cuando me terminaste.

Te extraño más en las noches, cuando voy a bajar a cenar; a veces sola, a veces con mis papás. Te extraño a ti, a las cervezas que te tomabas, a las películas que veíamos, al espacio del sofá que ocupabas, a las cotufas que quemaba y a las que te quedaban ricas. Extraño los días que nos quedábamos dormidos después de comer y los que no también.

Extraño escucharte; escucharte cuando hablabas de todo y cuando hablabas de nada. Escucharte escribiendo, aunque no dijeras ni una palabra.

Extraño que me asustes, que me fastidies, que me suenes los dedos, la frente.

Extraño que me avises, extraño abrirte la puerta, extraño molestarme porque siempre te ibas temprano y porque nunca me avisabas.

Ahora, cómo me hace falta que te quedes aunque sea hasta las 8:30 acá para que me des el poquito de cariño y atención que me dabas.

Siempre me sentí importante contigo, aunque capaz dentro de tus tantas cosas nunca fui una prioridad. Aprendí a valorar el poquito tiempo que me regalabas y los momenticos chiquitos que me robaba durante el día.

A veces también extraño sentirme culpable por ocuparte tanto, porque sé que siempre tenías algo más importante que hacer.

Después de escribir tan poquito creo que te extraño más.

Extraño al --- de España. Extraño tus recuerdos. Extraño tus helados sorpresa, los primeros chocolates que me trajiste una noche y las últimas galletas que me bajaste del Ávila sin ganas. Extraño invitarte al cine aunque no te gustara. Extraño tus abrazos, creo que es lo que más extraño.

Empecé a extrañarte el día en que empecé a pensar cuándo y cómo tenía que decirte que te quería. Cuando tenía que pensarlo dos veces antes de besarte, abrazarte, escribirte, preguntarte. Desde entonces te extraño tanto, y cada vez más.

— The End —