Submit your work, meet writers and drop the ads. Become a member
Mila Mar 22
Me arrancaste el corazon sin previo aviso, lo tomaste de mi pecho y lo guardate bajo llave lejos de mi. Lo arrancaste sin permiso y  alejaste el tuyo para que no sintiera lo mismo que senti. Justo ahí reconoci padecer la inexistencia de tu amor.

Aun así lo que mas duele es que me arrancaste el corazon y no lo sabes, lo tomaste de mi pecho y no lo sabes, lo guardate con llave y no  lo sabes. Hiciste lo inalcanzable para que mi corazon latiera por ti y no lo sabes.

Me arrancaste el corazon.
Amor incondicional pero sobre todo no correspondido
João Oliveira Apr 2016
Foste minha na cidade negra.
No miradouro mais alto beijei a tua nuca
Num lago de sereias perdi-me nas tuas coxas
Entrelacei os meus dedos nos teus cabelos
Oh, perdição! Cabelos suaves que derreteram os meus dedos.
Ansiei por ti a casa segundo
E cada gota vinda do céu lembrava que não era um sonho.
Senti os teus lábios, carnudos, joviais
Embriagados de loucura e êxtase
Amaste-me
Amei-te.
Entregaste-te a mim como a lua ao céu nocturno,
Quando Apolo correu, desapareceste
Fugaz, instantânea, um floco de neve no meio do oceano
Arrancaste do meu peito errante juras de amor eterno
Num fogo de saudade ardentes que irrompem no meu ser.
Não és minha na cidade dourada.
Daria o sol, para te ter só de noite.
Pobre de mi,
no porque sufra de escasez,
sino por la perversidad de tu amor,
desde el primer día estaba condenado,
te amé y firmé mi sentencia,
pobre en pena, pobre de olvido,
desdichado, mísero, perdido,
pobre, prisionero de tu conjuro,
vidente de mi mala fortuna,
fui tu muñeco vudú.

Pobre de mi,
pobre en amor propio, pues se ahogó en tus aguas,
y quizás nunca retorne,
pobre en seguridad, tenías la llave de mi corazón, ya no hay latidos, solo ecos de lo que alguna vez fue, te vestiste de cordero, pero me arrancaste el alma con garras de lobo.

Pobre de mi,
pues, mis venas secas ya no sienten el pulso,
pobre en vida, fuiste la bala que marcó mi final, una parte de mí murió el día en que te vi.
Mel Zalewsky Jun 6
Subí a tu cielo,  
engañado por palabras,  
por ráfagas de amor  
que solo fueron  
torbellinos disfrazados.  

Llegué tan alto  
que las nubes  
—blancas por arriba—  
ocultaban el gris plomizo  
de tu alma.  

Tú, estrella mentirosa,  
me hiciste creer  
que era el reino de los pájaros,  
que tus brazos  
eran ramas  
donde anidar.  

Pero tu amor  
estaba a años luz,  
y yo, simple mortal,  
¿cómo alcanzar  
un sol que solo quema?  
¿Cómo satisfacer  
a una diosa  
que solo sabía  
pedir sacrificios?  

El cielo que pintaste  
fue mi muro.  
Me estrellé contra tu azul,  
contra ese lienzo frío  
donde ni las auroras  
se atrevían a entrar.  

Y llegaron los truenos.  
Tus manos,  
hechas de tormenta,  
arrancaron mis alas  
pluma por pluma,  
mientras gritaba  
entre relámpagos  
de desesperación.  

Ni siquiera tus nubes  
—esos falsos besos—  
quisieron amortiguar  
mi caída.  

No digas que me amaste.  
No digas más mi nombre, que hasta mis alas me hicieron perder el suelo y hasta el mismo cielo.
fuiste tú
quien cortó los hilos  
que me sostenían.  


Caí.  
Sin red,  
sin colchón de estrellas,  
sin más compañía  
que los trozos de alas  
que aún sangran  
tu nombre.  

Ahora escribo.  
Mi cuerpo es el pergamino,  
mi sangre, la tinta.  
Los recuerdos,  
versos tallados  
con las plumas
que me arrancaste.

Mel Zalewsky.

— The End —