Él jugaba con su ilusión contándoles mentiras,
llenándola de miedo ,día a día ella moría.
Eran ciertas sus sospechas,
pero en cada uno de sus rincones
lo encontraba a él
aprisionándole lánguido su pura alma.
Obstinada ella , no lo sabía
que en unos días dejaría esta vida
sin jamás saber porque le había cargado
el fondo de su núcleo con grilletes,
que aplastaba su corazón hasta dejarlo sin latir.
Ella sabía.
Sabía algo, pero lo amaba tanto
que prefirió morir a escuchar la verdad
que jamás saldría de sus labios.
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Valentina de la Canal
21/06/2014
Nápoles