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Everlasting Apr 2015
Quizas mi lengua se acostumbro
a el silencio,
que ha dejado de formular palabras,
tal vez,
mis labios se acostumbraron a los tuyos,
Pero en cuanto el silence se quedo callado
Fue cuando mas hablamos
Random
Cerca de cincuenta años
caminando
contigo, Poesía.
Al principio
me enredabas los pies
y caía de bruces
sobre la tierra obscura
o enterraba los ojos
en la charca
para ver las estrellas.
Más tarde te ceñiste
a mí con los dos brazos de la amante
y subiste
en mi sangre
como una enredadera.
Luego
te convertiste en copa.

Hermoso
fue
ir derramándote sin consumirte,
ir entregando tu agua inagotable,
ir viendo que una gota
caía sobre un corazón quemado
y desde sus cenizas revivía.
Pero
no me bastó tampoco.
Tanto anduve contigo
que te perdí el respeto.
Dejé de verte como
náyade vaporosa,
te puse a trabajar de lavandera,
a vender pan en las panaderías,
a hilar con las sencillas tejedoras
a golpear hierros en la metalurgia.
Y seguiste conmigo
andando por el mundo,
pero tú ya no eras
la florida
estatua de mi infancia.
Hablabas
ahora
con voz férrea.
Tus manos
fueron duras como piedras.
Tu corazón
fue un abundante
manantial de campanas,
elaboraste pan a manos llenas,
me ayudaste
a no caer de bruces,
me buscaste
compañía,
no una mujer,
no un hombre,
sino miles, millones.
Juntos, Poesía,
fuimos
al combate, a la huelga,
al desfile, a los puertos,
a la mina,
y me reí cuando saliste
con la frente manchada de carbón
o coronada de aserrín fragante
de los aserraderos.
Ya no dormíamos en los caminos.
Nos esperaban grupos
de obreros con camisas
recién lavadas y banderas rojas.

Y tú, Poesía,
antes tan desdichadamente tímida,
a la cabeza
fuiste
y todos
se acostumbraron a tu vestidura
de estrella cuotidiana,
porque aunque algún relámpago delató tu familia,
cumpliste tu tarea,
tu paso entre los pasos de los hombres.
Yo te pedí que fueras
utilitaria y útil,
como metal o harina,
dispuesta a ser arado,
herramienta,
pan y vino,
dispuesta, Poesía,
a luchar cuerpo a cuerpo
y a caer desangrándote.

Y ahora,
Poesía,
gracias, esposa,
hermana o madre
o novia,
gracias, ola marina,
azahar y bandera,
motor de música,
largo pétalo de oro,
campana submarina,
granero
inextinguible,
gracias,
tierra de cada uno
de mis días,
vapor celeste y sangre
de mis años,
porque me acompañaste
desde la más enrarecida altura
hasta la simple mesa
de los pobres,
porque pusiste en mi alma
sabor ferruginoso
y luego frío,
porque me levantaste
hasta la altura insigne
de los hombres comunes,
Poesía,
porque contigo
mientras me fui gastando
tú continuaste
desarrollando tu frescura firme,
tu ímpetu cristalino,
como si el tiempo
que poco a poco me convierte en tierra
fuera a dejar corriendo eternamente
las aguas de mi canto.
Leydis Oct 2017
Y como beso otra boca,
si mis labios se acostumbraron a solo abrirse para besarte!
Para decirte cómo te amaban.
Para recitarte el verso que tu boca inspiraba.
Para desfilar y estrenar el dulce almíbar
que me entregabas.

Como beso otra boca,
si en la memoria de mis labios
solo queda el sabor a miel
y las sensaciones que la erizaban. ¿Dime?
como besar otra boca
si eras tú
quien mejor la coloreaba!

LeydisProse
10/23/2017
https://m.facebook.com/LeydisProse/
https
Luis Mdáhuar Mar 2021
Aceituna aceituna aceituna ¿a dónde vas cuando sales?, cuando estoy cansado y con ganas de dormir, esta vida no es para nosotros aceituna eres el amor de las cosas que se acostumbraron a la lluvia, aceituna de las enredaderas de licores y de aviones que construyen sonrisas, aceituna que deambulas  por las calles de la laguna y de otras laderas imaginables, aceituna eres la que late como uno y dos y tres cuando duermo, aceituna eres una pantera que nace sin asomarse al sol, aceituna ¿qué harían las pequeñas piedras ocultas sin tu aliento de viruta?.
Aceituna, eres la neta de los gandules y las riberas desconocidas en las cosas pequeñas, aceituna tu vives como luciérnaga de carretera.
Mila Sep 13
Lo que sale de mi, no soy yo
lo que sale de mi es lo que otros se acostumbraron a ver. Mi silencio, mis nervios, mi muro inexistente que nadie pasa.

Lo que ves de mí no es lo que soy. lo que está frente a ti no es lo que hay. Lo que ves desde afuera no me llena ni me representa. No es ni la mitad de lo que soy y lo que quiero ser. No me mires como si conocieras todo de mi, solo sabes lo obvio, lo que es simple, lo que el mundo quiere ver.

— The End —