Si de felicidad preguntan,
les hablaré de poesía.
De esa que alimenta el espíritu
y libera la mente.
De música. Mucha música.
De ilusiones, y risas a carcajadas.
Hasta de un amor bonito, quizás...
Uno que llene por dentro.
Ese café viendo atardeceres,
de la mano de una mujer hermosa.