A quienes, un día sí ,y otro también,
luchan contra su enfermedad,
guerras, falta de alimentos,
techo, etc, etc....
La fortaleza del interior.
A Todos aquellos que llevan
en la piel heridas abiertas,
cuya existencia es una batalla..
contra la sombra impasible
de la desesperanza.
Aun así,
se levantan con firmeza,
con la mirada puesta en la cima,
con montañas por conquistar.
Todos aquellos que son
el ser el reflejo
vivo de la resistencia...
Y un ejemplo de fortaleza
para los demás...
Ha quedado dedicado lo ya escrito,
por ser dignos de admiración.
Una vida sin propósitos,
sin desafíos ni retos,
sin el hambre de ir
siempre a por más.
Es una falta de respeto
al tiempo,
por haberse conformado,
por haberse estancado...
¡Por no haber ido siempre
a por más!
También representa una falta
de fuerza, sangre,
coraje y sacrificio,
pilares que sostienen
la firmeza,
la resistencia...
El renacer, la lucha,
¡ y la fortaleza eterna
del ser interior!
Por ello, quien persiste,
resiste, y quien renace,
no solo es ejemplo...
¡sino también
digno de admiración!