Desde este lugar,
entorno y paraíso,
maestro, dime:
¿qué es la luz?
Todo lo que no sabes
y aún puedes alcanzar.
¿Y qué es todo aquello
que no sé y aún
puedo alcanzar?
La luz necesaria
para ir a por más.
Maestro,
¿cuál es la luz necesaria
para seguir avanzando?
Aún no lo sé.
Y cuando lo sepa,
menos sabrás.
Por eso, como la llama
que nunca se apaga,
en un viaje sin
destino fijo,
donde todo fluye
sobre la marcha.
Firme,
autodidacta,
eternamente constante
y por siempre mejorable.
Más allá de las
barreras del yo,
del estatus social y
del rol,
fiel y exigente
conmigo mismo.
En un mundo de
incongruencias,
montañas rusas,
golpes por ley de vida,
y aceptación para seguir...
Pero también lleno de
posibilidades,
de misterios, preguntas
y respuestas,
de caminos y senderos de luz,
avanzo, paso a paso,
por la senda que
yo mismo trazo:
¡Autodidacta,
eterno aprendiz,
alumno y maestro a la vez!
Camino como una hormiga
dentro de un laberinto
en busca de azúcar,
frente a un ancho y vasto mar.
Y sin pausa,
con ganas...
sin descanso:
¡Poco a poco
sigo avanzando!
Desde este lugar,
entorno y paraíso,
sin tapujos ni barreras:
¡al universo proclamo!
Que, sin ningún género
de dudas, cuando haya
de deshacerme
de este cuerpo perecedero,
para continuar con el viaje
—haya sido o no esto marcado—,
continuaré siendo lo que sea...
Justamente desde el
mismo lugar
donde lo dejé:
Sin saber
absolutamente nada,
salvo que, por el motivo
que sea:
¡Ha de ser así!
¿Y tú, cómo lo ves?