de noche un destino desesperante al ver una felicidad ajena y ambulante escribe en términos cortantes “este flaco disfruta mucho, mejor el gusto no darle” aquí voy caminando por las calles reconociendo lugares en los que se respira nostalgia en el aire donde prometí futuros a uno que prefiere la espalda darme ahora de regalo, la pena en la espalda llevarme de creerme que mi existir era solo para él, a pesar de que aún esa esencia vive en grandes partes dentro de la caja que es mi corazón, caótico y espeluznante que grita desde el vacío: “matenme cuanto sea antes” “matenme cuando su mirada prefiera ignorarme” “matenme cuando amanezca un dia nuevo sabiendo que arruiné tu amarme” “matenme cuando anochezca un día más donde perdí la productividad del abrazarte” Mi cuarto por más desordenado que parezca por más distracciones que tenga aún aún hago focus sobre tus peluches en mi pieza por más libros que compre y me entretenga aún me angustio con tus cartas, leyéndolas con tu voz tierna perdón por no permitirte visualizar la absurda obsesión que tengo hacia vos perdón por no ser lo suficientemente directo cuando se trataba de demostrar lo mucho que te amo mis ojos desde hace unos meses que son una cascada la cual no me deja ver que hay adelante estoy seguro que cuando pueda ver, siempre encontraré algún recuerdo con el que vuelva a cegarme porque a pesar de los motivos que el mundo tenga para convencerme de que yo puedo dar un pie al futuro no quiero permitirme darme ese pie sin vos mucho menos cuando fuiste el que como persona me formó te debo un montón.