Sí, veo tus mensajes, no te estoy ignorando por maldad. No te estoy haciendo ghosting. Y no es que no me importes, como si no hubieras significado nada. Es parte de dejarte ir.
Me duele no responder, porque aún te extraño, porque soy humana y claro que siento todo esto.
Pero extrañarte no significa que deba volver a ti. Sentir no es lo mismo que regresar. Y ya no tiene sentido hablar, porque contigo siento que hablo con una pared, con alguien que no entiende.
Y lo sé… porque tus palabras favoritas son “no sé” y “estoy confundido.” No es ciencia espacial. Sé que me oyes, pero no me estás escuchando. Porque si escucharas, entenderías.
Ya no voy a explicarme más, ni a buscarte, ni a repetirme una vez más. Estoy cansada de hablar cuando tú no quieres entender.
Este silencio… es mi manera de sanar. Es parte de soltar, de dejarte ir… de verdad.