Había perdido el camino cuando tomaste mi mano, ya no soy aquel peregrino que ha vivido de lo vano. Tu sabor lo encuentro divino, y aunque a veces lejano, tus voz es justo un trino para mis placeres arcanos.
Son tus labios de fresa, los que me llenan de encanto. Ya no existe, cuando me besas, dolores ni desencantos, porque sacas de mi cabeza todo estrés, y el quebranto, de un pasado que embelesa la paz que ansío tanto.
Sólo espero no acabe en infortunio lo nuestro, porque en mi pecho no cabe más dolores por dentro, por eso, bajo llave, guardo mis sentimientos, para que nadie socave lo que me queda de resto.
Un poema un poco diferente a los que había publicado hasta ahora, espero les guste 🙏🏻