Un te amo fue suficiente para darme cuenta de que todo lo que quería contigo nunca sería nada. Solo te fuiste y no volví a saber de ti. No dormí por días. Conté las estrellas que me recordaban a tus pecas. Pensando en lo que pudimos ser, lo que pudimos haber tenido. Por mucho que me resistí, terminé olvidándote. Ese te amo se volvió un "¿Eres tú?" cuando te encontré con otra persona.