Sube otra luna. Al oscuro cielo. El canto de grillos. Marca su llegada. Un amigo fiel. Mordiendo sus garras. Echado a mi diestra. Es quien me acompaña. Me observa en silencio. ¿Acaso él ignora? Más en su mirada. A mi, el consuela. Aunque de su boca. No ofrece una letra. Y estoy bajo un faro. Sentado en silencio. Sufriendo otra noche. Desde que te fueras.